El presidente colombiano, Gustavo Petro, dijo este domingo que si el Clan del Golfo está detrás de los bloqueos y de los hechos violentos ocurridos en el paro minero en el departamento de Antioquia (noroeste) eso indica que ese grupo «no tiene voluntad de paz».
«Si el Clan del Golfo está detrás del paro, como muchos de los indicios así lo demuestran, hay que decirlo: no tiene voluntad de paz», dijo el jefe de Estado luego de un Consejo de Seguridad realizado en la localidad de Montelíbano (norte).
Allí, Petro, varios de sus ministros y autoridades de la región analizaron la situación de orden público a raíz de los hechos violentos ocurridos en las últimas horas en Antioquia en donde fueron quemadas dos ambulancias en medio de un paro minero que completó 12 días.
«La paz es para desmantelar el narcotráfico»
El gobernante colombiano agregó que ninguna organización puede acercarse al Gobierno a una negociación con la justicia para un desmantelamiento pacífico «si en su cabeza lo que tiene es defender a ultranza las economías ilegales» como la minería o el narcotráfico.
«La paz no es para mantener el narcotráfico, la paz es para desmantelar el narcotráfico y la minería ilegal y toda agrupación que quiera acercarse al Estado y en este caso al poder Judicial debe tener eso absolutamente claro. Ni el Gobierno, ni el Estado son para engañar», agregó Petro.
Las paramilitares Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), también conocidas como Clan del Golfo, expresaron la semana pasada que contrataron abogados de cara a «acercamientos» con el Gobierno colombiano con miras a una posible negociación.
Actualmente, las AGC están supuestamente en un cese el fuego bilateral con el Gobierno colombiano que se extenderá hasta junio. Además, tienen las puertas abiertas por parte de la Administración de Petro para negociar una paz que pasaría por el sometimiento a la justicia.
Violación de derechos humanos
Por otro lado, el presidente Petro aseguró que durante los 12 días del paro minero han ocurrido violaciones al derecho internacional humanitario. Entre ellas, la quema de dos ambulancias y el confinamiento de la comunidad.
Explicó que la población de varios municipios de Antioquia ha estado confinada, sin provisiones y medicinas. Añadió que hubo un intento de atacar a un acueducto que abastece de agua a una zona afectada por el paro minero.
Eso indica, según Petro, que «más que un ataque al Gobierno es un ataque contra la población» del nordeste de Antioquia y de Córdoba.
Por otra parte, el presidente colombiano dijo que la fuerza pública hace presencia en las zonas que lo requieren. «Se mantiene en el territorio de manera indefinida», agregó.
«Todas las vías están bajo control. Solo falta una carretera en donde aún se están removiendo árboles que eran usados para bloquear», apostilló.
Volver al diálogo cuando cese la violencia
El Gobierno colombiano ha dicho que volverá a dialogar con los mineros del departamento de Antioquia cuando «cesen los hechos de violencia».
El Ministerio de Salud solicitó activar protocolos humanitarios para proteger al personal y equipos de la Misión Médica en la región del Bajo Cauca. La zona está bloqueada desde el 2 de marzo por mineros que rechazan las operaciones contra la minería ilegal.
Los manifestantes piden la formalización y reconocimiento de la minería ancestral, un plan para eliminar la burocracia que impide la formalización minera. También pide respeto por el uso de la maquinaria y que no sea destruida por la Fuerza Pública.
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