«Tú eres una panchita. En mi país no vales nada». Después de 9 años nunca imaginó que escucharía esas palabras mientras era agredida físicamente durante un ataque xenófobo en España. Para la periodista venezolana Adriana González, aquel episodio es un momento que se mantiene en su mente como un torbellino. Luego de varios días, sigue sin asimilar todo lo que pasó.
Su nombre comenzó a sonar en los principales medios españoles luego de que se hiciera viral un video en el que dos mujeres la agreden y la insultan, por su origen, tras un choque vehicular. González recuerda los hechos de esa noche. Explica que la situación se generó luego de que las dos españolas, ebrias, manejaran en sentido contrario y chocaran contra el vehículo de su novio. Tras el accidente, las mujeres salieron del carro y comenzaron a insultar a González y a su pareja.
«Desde que me bajé del carro, empezaron a insultarme con rabia y asco por quien soy. No era la molestia normal que puede haber en un choque. Sentían asco de ver que quien salió del carro era una persona morena», contó en una conversación con El Nacional.
Ahora, ha interpuesto al menos 4 demandas en contra de las ciudadanas españolas: una por el accidente vehicular, otras dos por la agresión física a ella y a su novio, y una más por los ataques xenófobos, que en la legislación española se podrían considerar delitos de odio.
«Las autoridades han actuado con mucha solidaridad y han estado horrorizados con lo que pasó. Apenas llegaron les mostré el video de lo que había pasado. De hecho, ellas intentaron agredir a una Guardia Civil y desde ese momento ellos abrieron el parte vial».
A pesar de que ya ha tomado las medidas legales, sigue siendo una situación que no asimila. Ha estado entre trámites legales y médicos, por ello no ha tenido tiempo para pensar en lo que vivió. Sin embargo, revive la agresión y a ratos se quebranta.
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Aunque insiste en que ha tratado de ver lo ocurrido con optimismo, dice que estaba incrédula porque le parecían ridículos los insultos. Además, el «humor venezolano» la ha ayudado a afrontarlo de una mejor manera. «Cuando llegué a casa, lo primero que le dije a mi mamá era que no se preocupara y también le comenté que lo más importante es que ella tenía razón y que soy una princesa, porque me llamaron Pocahontas…».
La venezolana se refirió a otro de los insultos que le gritaron. En el video publicado en las redes sociales se ve cuando la llaman «Machu Picchu», haciendo referencia de manera despectiva a Perú.
«Esas mujeres no saben ni siquiera dónde queda Machu Picchu. Eso es por un programa de televisión que se llamaba Aida, había un personaje, un señor racista que tiene un restaurante, y uno de sus empleados era de origen hispano y este señor le llamaba Machu Picchu. De ahí es que viene. Es una de esas cosas del humor que llega a manos de gente que no lo entiende porque yo estoy de acuerdo con el humor, porque es un reflejo de la sociedad y tiene como responsabilidad denunciar este tipo de cosas, pero si lo ve alguien que no lo entiende, lo toma como un insulto. Estoy segura de que esa gente no sabe qué es Machu Picchu».
El apoyo de su familia ha sido fundamental. Agradece que lo han afrontado con mucha entereza. «Me han hecho saber su apoyo y el orgullo que tiene. Pero también les agradezco el espacio que me han dado para afrontarlo. No me han agobiado. Están preocupados, pero les agradezco la madurez emocional que han tenido».
Periodista, nunca imaginó que sería la protagonista de una noticia internacional. Su caso ha llegado a medios latinoamericanos y españoles. «Nunca me imaginé que iba a ser noticia por un episodio como este. Siendo periodista, sabía que al compartir en redes sociales iba a tener impacto. Pero pensé que solo iba a llegar a medios venezolanos o especializados en la comunidad hispana, principalmente porque muchos de mis amigos son colegas. Sin embargo, no pensé nunca en la reacción que tuvieron los medios españoles que se han mostrado indignados y que me han perdido perdón en nombre de España porque ellas no representan a este país», indicó.
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Y aunque físicamente sigue adolorida, insiste en que moralmente se mantiene fortalecida. «A veces no entiendo lo que estoy viviendo. Me he desmoronado un par de veces, pero aunque hay personas que están tratando de minimizar la situación, no me van a ver acabada. Físicamente me golpearon y eso es evidente, pero moralmente no me van a ver derrotada».
Para González, la agresión no representa a la sociedad española. Está convencida de que España es un país abierto y que sus ciudadanos son receptivos con los migrantes venezolanos que llegan a ese país en búsqueda de un mejor futuro. «Nunca me había pasado algo así. Mi experiencia en España ha sido muy positiva. Siempre digo que España me ha dado todas las oportunidades que por la situación de Venezuela no tuve en mi país. Yo le debo lo que soy también a España y su gente. No me hubiera creído que esto pasaba».
«Sin embargo, no lo hubiera imaginado porque muchos de los casos no se hacen públicos. Me ha contactado mucha gente para contarme su experiencia. De hecho, hay un testimonio que me conmovió mucho que es de una señora maracucha a la que han agredido porque es guajira. El señor que trabaja en mi edificio, que es colombiano, me contó de un amigo al que también agredieron mientras le decían ‘sudaca», agregó.
Tras el ataque se ha enfocado en su salud. Su principal preocupación son los malestares por las lesiones en la cervical. «Tengo varios informes médicos. Lo que más me ha afectado es la rectificación de las cervicales. Es un dolor que se extiende por cabeza, por detrás de los ojos. Eso es lo que más me causa malestar. También tengo un esguince de tobillo, además de la mordida y raspones de cuándo me arrastraron por el suelo».
Insiste en que las personas que sufran situaciones similares, denuncien. También agradeció a los españoles que la han apoyado y le han hecho llegar mensajes de solidaridad. Comenta que le han dejado claro que la mayoría de los españoles no están representados por las agresoras.
«El mensaje es que no tengo dudas de que las buenas personas son más. Que si hay venezolanos o hispanos en el exterior, sepan que si se encuentran con este tipo de agresiones, mi experiencia en España es que los buenos son más. No dejen que esta clase de gente logre su cometido, hacer que nos quedemos en nuestros países sufriendo. Que la gente mala nunca condicione nuestra actitud ante el mundo. A quienes hayan sufrido esta clase de agresiones, les digo que lo denuncien».
Finalmente, se refirió a la información publicada por el periodista David Placer, quien aseguró este viernes que las agresoras se comunicaron con él para informarle que tomarían medidas legales en su contra por la difusión del video.
«Después de lo que vi de ellas como personas no me esperaba nada nuevo. Mi reacción es de calma. Yo consulté con abogados antes de publicar el video. Además, en el mismo video ellas dicen que no les importa que las grabe. Igual, el video lo tienen las autoridades».
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