El Ejecutivo español ofreció la nacionalidad española a los presos políticos nicaragüenses excarcelados por el gobierno del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y que han sido deportados a Estados Unidos, anunció el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en declaraciones a un medio español, confirmadas por fuentes ministeriales.
La oferta de nacionalidad española se hace extensiva a los que aún siguen retenidos en las cárceles nicaragüenses, a quienes el gobierno de Ortega despojará de su nacionalidad por ser acusados de “traición a la patria”.
Las autoridades nicaragüenses expulsaron ayer, jueves, a Estados Unidos a un grupo de 222 presos políticos (varios europeos), incluidos 5 sacerdotes, a quienes inhabilitaron de por vida para ejercer cargos públicos o de elección popular y despojaron de su nacionalidad declarándolos apátridas.
Entre ellos figuran siete que intentaron disputar la presidencia de Daniel Ortega, y fueron expulsados a Estados Unidos «por traidores a la patria».
«Decisión unilateral»
Han recibido un permiso humanitario que les permitirá vivir y trabajar en Estados Unidos.
El gobierno de Joe Biden sostiene que la liberación y expulsión de los 222 presos políticos fue una «decisión unilateral» del Ejecutivo de Ortega no negociada con Washington, pero Estados Unidos aceptó recibirlos.
El Departamento de Estado asegura que todos ellos abordaron voluntariamente el avión, excepto dos personas que rechazaron viajar a Estados Unidos y permanecen presas en Nicaragua.
Uno de ellos es el obispo Rolando José Álvarez Lagos, quien el jueves fue trasladado de su residencia, donde guardaba prisión domiciliaria desde agosto, a la cárcel Modelo de Nicaragua.
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