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Cocomercado: las remesas en especies que impulsa al pequeño comercio venezolano 

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Las cifras nos dicen que más de 6 millones de venezolanos viven fuera del país y las remesas que envían a sus familias representan ya 6% del PBI de Venezuela. Tan solo el año pasado se calculaba que las remesas hacia Venezuela alcanzarían 2.500 millones de dólares a finales de 2022, es decir aumentarían 25%.

Estos números no son ajenos a Francisco Martín, cofundador de Cocomercado, una startup venezolana que capta remesas y las proyecta a minoristas, pequeños comercios y farmacias.

Remesas a través de alimentos

Martín llevaba ya algunos años emprendiendo en el sector de las remesas cuando en 2015 se fue a estudiar a Nueva York y conoció a Kevin y Víctor Charles, los otros cofundadores de la startup. Kevin y Víctor habían fundado algún tiempo atrás Surbitcoin, la primera casa de cambio de criptomonedas de Venezuela.

Tiempo después, Francisco decidió que podía hacer algo similar en Europa. Se mudó a España en 2016 y fundó una casa de cambio de cripto exitosamente durante dos años. Rápidamente pudieron comprobar cómo a través de esa casa de cambio mucha gente enviaba remesas a sus familias en Venezuela.

Junto a Kevin y Víctor, Francisco empieza a pensar un nuevo emprendimiento que tuviera un impacto mayor al que habían experimentado hasta entonces. Así surgió la idea de enviar remesas a través de alimentos, ya que en muchos casos el tema cripto implicaba un conocimiento tecnológico que no todas las personas tenían.

“Nos dimos cuenta que gran parte de las remesas que se envían a Venezuela de diferentes partes del mundo va destinada al sector de alimentos y medicinas”, señala Francisco Martín. “A eso se le llama remesa en especie, entonces decidimos captar las remesas a través de un marketplace”, añade.

El win-win minorista

Los fundadores de Cocomercado aseguran que comercios que se alían con ellos se benefician porque de esa manera generan ingresos extra y a la misma vez se protegen de la inflación al recibir pagos en dólares.

Además les brindan a los pequeños empresarios una plataforma para poder digitalizarse en un país donde el comercio electrónico se ha vuelto fundamental.

Por otro lado, el beneficiario recibe remesas en forma de especie protegiéndolos de salir a la calle y asegurando que tengan una buena alimentación.

“Capacitamos a las bodegas y farmacias para que impulsen su propio delivery. Tenemos decenas de casos exitosos, bodegas que pasaron de vender menos de 1.000 dólares hasta 150.000 dólares al mes”, señala Martín.

Cuando una tienda abre en Cocomercado, cuentan con una interfaz donde pueden ver todas sus órdenes, sus productos y sus facturas, además de revisar sus inventarios a través de códigos QR. El usuario, por otra parte, se registra, selecciona su tienda, llena su carrito y paga.

La tienda recibe el pedido y se encarga de repartirlo. Actualmente, cuentan con un poco más de 300 aliados en todo el territorio venezolano. Aproximadamente 90% de las tiendas son pequeños comercios.

“Estas tenían la capacidad de adaptarse rápido a la tecnología y tenían también las ganas de emprender. El país venía de una situación difícil y ellos buscaban generar más negocio. Con Cocomercado ellos ganan una comisión”, añade Martín.

La demanda se concentra en productos cárnicos, vegetales y medicinas como paracetamol. Sin embargo, el catálogo de Cocomercado ofrece una diversidad enorme de productos.

Sobre rondas y ángeles

Cocomercado pasó por la prestigiosa aceleradora YCombinator, con base en San Francisco, en 2019. En un año pasaron de 300 usuarios a cerca de 4.000. Actualmente, cuentan con 90.000 usuarios activos que realizan de uno a dos pedidos al mes.

Cocomercado ya ha facturado en los últimos 3 años casi 50 millones de dólares. Entre 2019 y 2021 lograron levantar 1,1 millones de dólares en su primera ronda de capital en la que contaron como inversionistas a la propia aceleradora YCombinator, así como los fondos de inversión de capital de riesgo Inca Ventures, Flori Ventures, e inversionistas ángeles  como Sebastián Serrano, CEO de Ripio, o Rene Reinsberg, CEO de Celo.

Su última ronda fue en el 2022, donde participó Orange Dao y múltiples usuarios a través de la plataforma de crowdfunding Wefunder, logrando levantar un total de 1,5 millones de dólares.

Tras el éxito de Cocomercado, han lanzado también Coco Pago. “Queríamos hacer la experiencia más sencilla posible para personas que no tengan ningún tipo de experiencia en blockchain, personas que simplemente quieren enviar dinero”, añade Martín.

Coco Pago lanzó su MVP (Producto Viable Mínimo, por sus siglas en inglés) hace 8 meses y ha facturado 3 millones de dólares con un crecimiento del 30% mes tras mes, y esperan levantar una ronda de capital en los próximos meses para seguir escalando el servicio.

Ahora con Coco Pago, los usuarios protegen a sus familiares de la inflación enviando remesas en moneda estable, las llamadas stable coins como se conocen en el mundo cripto, a través de una billetera autocustodiada disponible en Appstore y Playstore. Al ser autocustodiada, son los usuarios los que tienen acceso a sus propios fondos en todo momento.

En un banco tradicional, los fondos de los clientes pasan a ser de la entidad bancaria, quien se encarga de custodiarlos, por lo que el banco siempre está en la potestad de negar alguna transferencia, el retiro de los fondos, o incluso el acceso a la cuenta. Esta es una de las grandes diferencias entre la banca como la conocíamos hasta ahora y el mundo cripto.

Dicha billetera puede ser descargada en segundos por los familiares en Venezuela, permitiendo recibir dólares en moneda estable, como USDT por ejemplo, para pagar en comercios que aceptan este método de pago p2p.

El comercio y los familiares también pueden retirar el dinero en bolívares en sus cuentas bancarias a través de proveedores de liquidez, o retirar dólares en efectivo en Venezuela con un servicio de delivery a la puerta del hogar, donde cambistas independientes usan la plataforma para recibir órdenes de usuarios y así llevarles el dinero y quedarse con una comisión.

“Próximamente lanzaremos una tarjeta prepago tanto física como digital que les permitirá pagar en comercios nacionales e internacionales”, añade Martín.

Coco Pago se convierte en una opción para que comercios en Venezuela y próximamente otros países de la región protejan sus ventas de la inflación a través de una moneda estable y generen ingresos extra a través del flujo de las remesas. Los fundadores de esta startup ya piensan en replicar el éxito en otros países de la región.

Por Stefano De Marzo editor de Novobrief

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