Greg Owen buscaba un medicamento para no volverse VIH positivo. Pero era demasiado tarde: ya tenía el virus. Aun así, él y un amigo llevaron a cabo un ambicioso proyecto para ayudar a miles de personas a recibir el nuevo tratamiento.
Greg Owen creció en Belfast, el mayor de seis hijos, en la década de los años 80. Dice que de niño era «muy gay».
En 2015, Greg estaba viviendo en Londres. Trabajaba en bares y clubs y dormía en sofás de amigos.
Jamás imaginó que un día se convertiría en el hombre que salvaría miles de vidas y cambiaría la manera en la que el servicio nacional de salud británico trata a los hombres gays.
Todo comenzó cuando Greg conoció a Alex Craddock.
«Era lindo y un poco descarado. Me gustaba un poco», dice Greg.
Alex acababa de volver de Nueva York, y tenía algo que a Greg le interesaba: PrEP, una droga relativamente nueva en la lucha contra el VIH.
Si estás tomando PrEP de la manera indicada y tienes relaciones sexuales con alguien con VIH, el medicamento es casi 100% efectivo a la hora de evitar el contagio, incluso si no estás usando un condón.
Greg estaba intrigado. Según Alex, el medicamento era muy fácil de conseguir en Nueva York. Sin embargo no estaba disponible en Reino Unido.
En aquel entonces, la tasa de diagnosis de VIH estaba aumentando en Reino Unido. Uno de cada ocho hombres homosexuales en Londres tenía VIH.
PrEP es la abreviación de profilaxis previa a la exposición, y es una pastilla que se toma antes del sexo con penetración.
Algunas personas lo toman a diario, mientras que otros lo ingieren los días antes y después del coito.
Si alguien no usa condón y entra en contacto con el VIH, esta droga previene que el virus ingrese en la sangre. Es importante recordar que PrEP es un método de prevención, no una cura.
Pero antes de tomar PrEP, debes asegurarte de no tener VIH.
Greg consiguió hacerse con una pequeña cantidad de esta droga, por lo que fue a hacerse el test.
No estaba muy preocupado, ya que se había hecho exámenes de detección de enfermedades de transmisión sexual con regularidad.
Greg sabía cómo funcionaba: el kit de prueba mostraría un punto si era negativo y dos si era positivo.
El shock cuando el kit mostró dos puntos fue total.
«El médico no tuvo que decirme nada, por que los dos sabíamos lo que significaba», recuerda. «Me sentí solo y atrapado. Cuando salí a la calle y vi a la gente pasar sentí que había algo que me separaba del resto del mundo».
Ahí fue cuando tomó la decisión que cambiaría su vida y la de miles de hombres homosexuales.
Decidió que revelaría su secreto al mundo. Así que publicó en Facebook que era VIH positivo, y contó lo que sabía sobre PrEP, la droga que casi nadie conocía y que habría prevenido el contagio.
Su teléfono comenzó a sonar de inmediato.
«Todo el mundo empezó a preguntarme dónde se podía conseguir esta droga».
Ahí fue cuando Greg y Alex tuvieron una idea.
«Decidimos que no necesitábamos al gobierno», dice Alex. «Así que creamos una website donde la gente pudiese pedir el fármaco online».
«Escribimos toda la información médica que la gente necesitaba saber y conectamos a los usuarios con los compradores. No queríamos hacer dinero, solo dar a la gente una oportunidad de poder comprar la pastilla», dice Greg.
Era una idea simple, pero radical.
Llamaron al sitio web »I want PrEP now» (Quiero PrEP ahora).
400 personas visitaron la website a las 24 horas y a al poco tiempo se volvió increíblemente popular.
Ahí fue cuando la comunidad médica se interesó por ellos.
Mags Portman, una consultara del servicio nacional de salud británico, mandó un email a Greg para conocerle.
Todos los estudios demostraban la eficacia de PrEP.
Aun así, el servicio nacional de salud británico se negaba a recetarlo.
«Como médico, era muy frustrante saber que existía este tratamiento y no podíamos prescribirlo», dice Mags.
Pero lo que comenzó como una website terminó en los juzgados.
El caso legal era complejo. El servicio nacional de salud argumentó que legalmente no tenía por qué financiar la prevención.
Pero para Greg, el asunto iba más allá. «Los hombres homosexuales tienen el derecho de disfrutar del sexo sin miedo, libre de culpa y sin enfermedades».
«Estamos condicionados a creer que el amor, especialmente el sexo entre dos hombres, siempre tiene que tener un precio. Y no es así».
El servicio nacional de salud perdió el caso en noviembre de 2016. Ahora tiene que hacerse responsable de PrEP.
Greg estaba trabajando en un pub de Irlanda del norte cuando escuchó la decisión. «No podía parar de llorar mientras le servía una cerveza a un chico de Belfast, que probablemente pensó que estaba loco».
¿Qué ha pasado desde entonces?
En agosto de 2017. el servicio nacional de salud inglés anunció que proporcionaría el medicamento a 10,000 personas durante un periodo de prueba que duraría tres años. Además, muchos más hombres compran la droga de forma privada, gracias a la mejor concientización.
Por primera vez en los últimos años, la tasa de diagnóstico del VIH en hombres homosexuales ha disminuido.
De 2015 a 2016, se redujo en un 20% en todo Inglaterra. En ciertas clínicas en Londres cayó en un 40%.
Aunque también hay personas que se oponen a la droga. Según ciertos estudios PrEP podría estar incentivando el sexo sin condón entre los hombres homosexuales.
Greg todavía se emociona cuando piensa en lo que ha conseguido.
«Mi objetivo era muy humilde. Sólo quería que una persona evitase lo que me pasó a mi».
Al final salvó a miles de personas de ser contagiados por el virus.
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