Permítanme presentarles algo realmente horrible: el hongo que convierte a sus víctimas en zombis.
Sus esporas entran en el cuerpo. Luego el hongo crece y comienza a secuestrar la mente de su huésped, hasta que pierde el control y se ve obligado a subir a un terreno más alto.
El hongo parásito devora a su víctima desde adentro, extrayendo hasta el último nutriente, mientras se prepara para su gran final.
Seguidamente, en una escena más espeluznante que la película de terror más pavorosa, un zarcillo de muerte brota de la cabeza. El cuerpo desbordante del hongo derrama esporas sobre todo a su alrededor, condenando a otros al mismo destino zombi.
Suena como una obra de ficción. Pero el reino de los hongos, distinto al de las plantas y los animales, abarca desde hongos comestibles hasta parásitos que alimentan las pesadillas.
Las especies de hongos Cordyceps y Ophiocordyceps son muy reales. En una secuencia de la serie Planet Earth de la BBC puede observarse cómo uno de ellos toma el control de una hormiga.
Ese clip de hormigas zombis inspiró «The Last of Us», posiblemente el mejor videojuego que he jugado, y ahora una exitosa serie de televisión que sigue la misma trama.
Tanto en el juego como en la televisión, el Cordyceps da el salto de cazar insectos, sus víctimas habituales, a infectar a los humanos. Y desata una pandemia que conduce al colapso de la sociedad.
Pero en el mundo real, ¿es posible que ocurra una pandemia de Cordyceps o una causada por otro hongo?
«Creo que subestimamos las infecciones fúngicas por nuestra cuenta y riesgo», dice el doctor Neil Stone, principal experto en hongos del Hospital de Enfermedades Tropicales de Londres.
«Ya lo hemos hecho durante demasiado tiempo y no estamos preparados para enfrentar una pandemia de hongos».
A finales de octubre del año pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó su primera lista de hongos que amenazan la vida.
Hay algunos errores desagradables allí, pero se sentirá aliviado al saber que los Cordyceps zombificadores no aparecen.
¿Por qué no?
La doctora Charissa de Bekker, microbióloga de la Universidad de Utrecht, en Países Bajos, ha estudiado cómo los Cordyceps crean hormigas zombificadas y dice que no ve cómo podría suceder eso con las personas.
«La temperatura de nuestro cuerpo es simplemente demasiado alta para que la mayoría de los hongos se asienten y crezcan bien, y esto es lo mismo para este Cordyceps».
«Su sistema nervioso es más simple que el nuestro, por lo que definitivamente sería más fácil secuestrar el cerebro de un insecto que nuestro cerebro. Además, sus sistemas inmunológicos son muy diferentes a los nuestros», asegura.
La mayoría de las especies de parásitos Cordyceps han evolucionado durante millones de años para especializarse en infectar una sola especie de insecto. La mayoría no salta de un insecto a otro.
«Que este hongo pueda transmitirse de un insecto a nosotros y causar una infección es un gran salto«, afirma Bekker.
Las amenazas que representan los hongos han sido descartadas durante mucho tiempo. «La gente piensa que es algo trivial, superficial o sin importancia», indica el doctor Stone.
Solo un puñado de los millones de especies de hongos que existen causan enfermedades, pero algunos pueden ser mucho peores que un irritante ataque de pie de atleta o una uña infectada.
Los hongos matan alrededor de 1,7 millones de personas al año, aproximadamente tres veces más que la malaria.
Amenazas mortales más grandes que el Cordyceps
La OMS ha identificado 19 hongos diferentes que considera como una preocupación importante. Incluyen la aparición repentina de una superbacteria mortal, la Candida auris, y un hongo, el Mucormycetes, que come nuestra carne tan rápido que provoca lesiones faciales graves.
El doctor Neil Stone me invita al Laboratorio de Servicios de Salud (HSL) en Londres, donde se analizan muestras de pacientes de Reino Unido para ver si las infecciones son causadas por un hongo y qué tratamientos pueden funcionar. Discutimos algunos de los mayores peligros fúngicos.
La Candida auris es la primera que observamos.
Es un hongo tipo levadura y de cerca se siente ese fuerte olor a cervecería o a masa de pan.
Si entra al cuerpo, puede invadir la sangre, el sistema nervioso y los órganos internos. La OMS estima que hasta la mitad de las personas mueren si tienen una infección invasiva de Candida auris.
«Es como un monstruo que ha aparecido en los últimos 15 años, pero ahora se encuentra en todo el mundo», afirma Stone.
El primer caso documentado fue en el oído de un paciente en el Hospital Geriátrico Metropolitano de Tokio en 2009.
De manera natural, la Candida auris ignora los medicamentos antimicóticos y algunas cepas son resistentes a todos los medicamentos que tenemos. Por ello, se considera una superbacteria.
La transmisión es principalmente a través de superficies contaminadas en hospitales. Se adhiere a líneas intravenosas y manguitos de presión arterial. Es realmente difícil de limpiar. La solución suele ser cerrar pabellones completos.
Stone señala que es el hongo «más preocupante» y que «lo ignoramos bajo nuestro propio riesgo», ya que si prolifera «podría cerrar sistemas de salud completos».
Otro hongo asesino, el Cryptococcus neoformans, puede penetrar en el sistema nervioso de las personas y causar una meningitis devastadora.
El caso de Sid y Ellie
Sid y Ellie estaban apenas en los primeros días de su luna de miel en Costa Rica cuando ella comenzó a sentirse enferma.
Sus síntomas iniciales (dolores de cabeza y náuseas) se atribuían al exceso de sol, pero luego comenzó a estremecerse y a tener convulsiones. Tuvieron que envolverla en una hamaca y llevarla en un barco para recibir ayuda médica.
«Nunca había visto algo tan horrible y sobre todo nunca me había sentido tan impotente», afirma Sid.
Los exámenes mostraron hinchazón en su cerebro y las pruebas identificaron el Cryptococcus. Afortunadamente, Ellie respondió al tratamiento. Salió del coma después de 12 días conectada a ventilación mecánica.
«Solo recuerdo haber gritado», afirma. Tenía delirios, incluso de tener trillizos y de que su esposo había apostado su dinero. «Así que lo primero que le dije fue que se acabó», dice ella.
Ahora, Ellie se está recuperando. Nunca pensó que un hongo podría hacerle semejante cosa a una persona. «No crees que vas a ir de luna de miel y casi vas a morir».
Los mucormicetos, también conocidos como hongos negros, causan la enfermedad carnívora, la mucormicosis. Algunos lo conocen por un apodo que revela su naturaleza insidiosa: el levantatapas.
Arranca rápido. Esta imagen muestra que, después de solo 24 horas de crecimiento en una placa de Petri, puede levantar la tapa.
«Cuando tienes una pieza de fruta y al día siguiente se convierte en papilla, es porque tiene un hongo mucor [Mucormycetes] dentro», dice la doctora Rebecca Gorton, científica clínica de HSL. Asegura que es raro en humanos, pero puede ser una «infección realmente grave».
El hongo negro es un oportunista que se apodera de las personas con sistemas inmunológicos débiles. Ataca la cara, los ojos y el cerebro y puede ser fatal o dejar a las personas gravemente desfiguradas. Una infección grave «crece tan rápido» en el cuerpo como lo hace en la fruta o en el laboratorio, advierte la especialista.
Durante la pandemia de Covid, hubo una explosión de casos de hongos negros en India. Murieron más de 4.000 personas. Se cree que los esteroides que se toman para la covid, que debilitaron el sistema inmunológico de los pacientes, y los altos niveles de diabetes, ayudaron a la proliferación del hongo.
¿Deberíamos tomarnos a los hongos más en serio?
Los hongos generan infecciones muy diferentes a las bacterias o los virus. Cuando un hongo nos enferma, casi siempre lo tomamos del medio ambiente en lugar de propagarse a través de la tos y los estornudos.
Todos estamos expuestos regularmente a los hongos, pero a menudo necesitan un sistema inmunológico debilitado para poder despegar. A medida que la medicina nos mantiene vivos, como a los sobrevivientes de algunos tratamientos contra el cáncer, más personas tienen sistemas inmunológicos más débiles.
El doctor Stone dice que una pandemia de hongos probablemente tomaría «una forma diferente» a la de covid, tanto en la manera en la que se propaga como en el tipo de personas a las que infecta.
Él piensa que la amenaza está ahí debido al «volumen puro de hongos en el medio ambiente… el cambio climático, los viajes internacionales, el aumento del número de casos y su profundo abandono en términos de los tratamientos que tenemos».
Es posible que los hongos no nos conviertan a todos en zombis, pero pueden causar muchos más problemas de los que pensamos.
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