El maestro Antonio Lauro inmortalizó el vals venezolano en la guitarra con “Natalia”. Él vivió otros tiempos donde sus instructores le enseñaron que solo 2 de las 104 sinfonías de Haydn (padre de la sinfonía) estaban en mi mayor. Como también las sinfonías Nº 12 y 29 de sus amigos: Wolfgang Amadeus Mozart y el profesor Ludwig van Beethoven.
Le enseñaron que el famoso concierto de la Primavera de Vivaldi está en mi mayor. Fueron otras épocas .La fuerza disruptiva de los lenguajes artísticos eran parte de la historia universal y de enseñanza pedagógica. El posimpresionismo de Van Gogh. El abstraccionismo de Picasso. El surrealismo de Dalí, la creatividad musical de Richard Wagner y la genialidad de Da Vinci, son fiel ejemplo de ello.
También fue un periodo donde el vals evolucionó desde una danza antigua del siglo XII, originaria del Tirol (Austria) y del sur de Alemania, hasta conquistar su rango de nobleza en Viena durante los años 1760-1780, expandiéndose hacia otros países. El vals, galicismo germánico del verbo alemán walzen, (girar, rodar) terminó conquistando la nobleza y el sentimiento universal. La palabra vals nació en el siglo XVIII en tierras europeas.
En nuestra geografía, Inocente Carreño. Vicente Emilio Sojo, Antonio Lauro, Alirio Díaz, podría decirse que son genuinos representantes del estirpe criollo que con intuición lograron una grandeza en sus logros. Inmortalizaron el vals criollo hasta hacerlo ser parte de la historia universal. Los tiempos cambiaron. Ya quizás no existan los viejos genios musicales que antes irrumpieron en el escenario musical mundial. Nuevos tiempos, nuevos héroes.
John Suárez. Orgullo de Portuguesa. Acarigüeño. Adolescente ansioso por descubrir los matices del sonido musical, con solo 12 años, fue constante.
Aprendiz de los misterios del teclado, curioso del sonido y la armonía. Soñador impenitente de la entonación y arpegio de las cuerdas criollas: El arpa, el cuatro, el bajo y la guitarra. Maestro por talento propio. John Suárez, músico, escritor, docente y ejecutante de cualquier cantidad de instrumentos musicales criollos.
Compositor musical y coescritor de las canciones “Ve por la gloria Acarigua” y “Araure, mi Araure”. Joven de nuestra Venezuela que con nociones de música y canto, con esfuerzo, con talento, con el sacrificio propio de un teclado, una cuerda y Bemol. Descubrió los sonidos y el silencio. La melodía, la armonía y el ritmo. La frecuencia, la altura, la duración y el timbre. La articulación y el solfeo.
“La maravilla de violentar el silencio con un hermoso sonido” Ing. Carlos Ojeda
John Suárez, músico por filosofía y estilo. Compositor con influencia del jazz, el bossa-nova de la salsa y el merengue, de Guaco y del guaguancó. Maestro por vocación. Compositor con talento. El director de la Orquesta del Cultureel Centrum Curacao y pianista de The Name Orchestra. Representará nuestro gentilicio este próximo 2 de febrero como director de orquesta y compositor de un vals exclusivo para la realeza holandesa. Él esculpió el nuevo pentagrama de las corcheas criollas. Los invitados especiales. La princesa Amalia, hija del rey Guillermo Alejandro y Máxima de los Países Bajos, quienes aclamaron su creación.
«El arte de la música es el que más cercano se halla de las lágrimas y los recuerdos. En el arte como en el amor, la ternura es lo que da la fuerza. No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo».
Oscar Wilde
Nota: El vals «Natalia» es de las piezas más famosas para guitarra clásica que tiene Antonio Lauro dentro de su curtido y fino repertorio musical. Sin duda alguna este venezolano, al que el guitarrista australiano John Williams llamó «el Strauss de la guitarra», es uno de los valores más importantes que tendrá nuestro gentilicio.
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