Desde muy joven se dedicó al fútbol gaélico, el deporte más popular de su país, Irlanda. Y aunque demostró talento suficiente como para hacerse jugador profesional, una lesión en la mandíbula lo dejó fuera de competencia. No se sabe si debido a ello es que tiene la quijada algo ladeada: típico mentón de boxeador, de cincelado tosco y ciertos aires a Mickey Rourke o Jean-Paul Belmondo, dos icónicos de rostro descuadrado.
Pero Paul Mescal (Maynooth, 1996) tiene al mismo tiempo cara de sueño permanente, ojos de basset hound. Y a la vez también la apariencia de un irlandés común y corriente, un chico de pueblo que de pronto aparece para revolver la ciudad. Es por su aspecto que comienza la atracción que viene generando en los últimos tres años; y después de ello, un talento interpretativo que acaba de ponerlo entre los cinco nominados a Mejor Actor en los Oscar 2023. Sin duda, una de las sorpresas de esta edición.
Dura disputa
Es verdad que no parte como favorito. Tendrá que enfrentar al reivindicado Brendan Fraser, que lidera las apuestas gracias a The Whale; a Austin Butler por su protagónico en Elvis, y ya sabemos la debilidad de la Academia por los biopics; a Colin Farrell, que está brillante en esa comedia negra notable llamada The Banshees of Inisherin, y a un veterano de peso como Bill Nighy, por Living.
Sin embargo, no ha sido poca cosa entrar en la pelea. Para ello ha dejado afuera al Tom Cruise de Top Gun: Maverick, a Tom Hanks de Un vecino gruñón y a Hugh Jackman por The Son. Tres consagrados que venían con fuerza. ¿Qué hizo entonces este muchacho de 26 años para conquistar a los votantes de la Academia de Hollywood?
Rápido ascenso
La mayor parte de su carrera hasta la fecha se ha desarrollado sobre las tablas. En el teatro, su primera obra importante fue la del espectro de El fantasma de la ópera. Tenía solo 16 años. Tras acumular varias puesta en escena más –que hasta la fecha no ha abandonado–, era previsible que lo convocaran para la pantalla. Y su actuación descollante ocurrió en Normal People (2020), miniserie irlandesa basada en el libro del mismo nombre de Sally Rooney. En ella, interpreta a Connell, un estudiante que experimenta las idas y vueltas de una relación amorosa con su compañera Marianne (Daisy Edgar-Jones).
La serie obtuvo excelentes críticas, con particular énfasis en la actuación de los protagonistas. De allí que al año siguiente Mescal apareciera en un rol secundario en La hija oscura, película que llegó a ser nominada al Oscar, dirigida por Maggie Gyllenhaal. Aunque discreta, su aparición era lo suficientemente inquietante dentro de una historia de secretos velados por la tensión y el recelo.
Hasta que llegó el 2022 consagratorio para el actor. Especialmente con dos estrenos muy aplaudidos en el Festival de Cannes. El primero es God’s Creatures, drama dirigido por Saela Davis y Anna Rose Holmer, ambientado en un alejado pueblo pesquero irlandés. El otro es Aftersun, de Charlotte Wells, la emotiva película que ha sido nombrada entre las mejores del año pasado y que le valió la nominación a los Oscar.
No es un detalle menor que las películas mencionadas sean dirigidas por mujeres. Porque la elección de Mescal tal vez responda a la búsqueda de una figura que no se ajuste necesariamente a los prototipos convencionales de la hombría: hay en él una formidable capacidad para transmitir una imagen vulnerable, tímida, insegura, usualmente en clave baja, salvo en ciertos picos que la intensidad emocional ameritan. El mundo ha cambiado y con él las formas de entender las masculinidades. En eso Mescal acierta.
Estrella a futuro
Si la aún corta trayectoria fílmica y televisiva de Mescal le resulta insuficiente, también puede verlo en algunos videoclips. El de “Scarlet” de los Rolling Stones, por ejemplo; o el de “Savior Complex”, de la cantautora estadounidense Phoebe Bridgers, quien es, además, pareja del actor. Proyectos a futuro no le faltan, y con la exposición que le darán los Oscar, seguro que vendrán más.
Por lo pronto, Ridley Scott ya lo eligió como el protagonista de la secuela de Gladiador, su cinta ganadora del Premio de la Academia en el 2000. No interpretará al recordado Máximo Décimo Meridio de Russell Crowe, pero sí recaerá sobre sus hombros la responsabilidad principal del filme.
Mientras tanto, otro proyecto ambicioso en el que está involucrado es Merrily We Roll Along, donde también tendrá el rol estelar. Dirigida por Richard Linklater, se trata de una película a filmarse en el transcurso de 20 años, con sus actores reuniéndose cada dos años para filmar escenas y así dejar patente el paso del tiempo en su apariencia física (una idea que Linklater ya había experimentado en Boyhood, de 12 años de rodaje). Razón de sobra para poder seguir de cerca su carrera. Porque se las trae.
Normal People (2020)
Paul Mescal como novio. Ambientada en el transcurso de varios años, sigue la historia de enamoramiento, separaciones y reencuentros entre Connell y Marianne, una pareja con dificultades para socializar pero afines entre sí.
God’s Creatures (2022)
Paul Mescal como hijo. Dependiente y problemático, su personaje regresa a la casa familiar y busca el cobijo de su madre, aunque un incidente complicará todo. El actor se muestra a la altura de una soberbia Emily Watson, que mereció su propia nominación al Oscar por este papel.
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Aftersun (2022)
Paul Mescal como padre. Al lado de su pequeña hija Sophie (Frankie Corio), unas vacaciones de verano en Turquía se convertirán en la excusa para rememorar desencuentros e instantes perdidos del pasado. Una emotiva película, plagada de detalles circunstanciales y sofisticado tratamiento cinematográfico.
Disponible en MUBI.
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