Toda fortuna bajo el sol trae consigo una carga o peso, que debe ser soportada por aquel que ha sido bendecido, por ejemplo: ser parte de la realeza exige constante decoro y tacto al momento de comunicarse y actuar, porque todas las miradas están puestas sobre tales individuos. Tener la misión de enseñar a otros trae consigo la demanda de estar en capacidad y disposición de aprender constantemente. El ver con entendimiento los tiempos presentes y comprender prospectivamente los venideros, trae consigo el peso de alzar un clamor en la búsqueda de herramientas, estrategias y oportunidades para los cambios favorables. Aunque parece un tema difuso, mi intención es exponer un aprendizaje incipiente de este maravilloso año.
Comprender lo que significa llevar una carga requiere un poco de observación del mundo animal y humano, los animales que soportan peso suelen ser corpulentos, con esqueleto y musculatura de apariencia maciza. Además, una vez que aprenden a soportar cargas adoptan una actitud frente a la misma. De igual manera, una persona que por años lleva el gravamen de una enfermedad, aprende a tener una postura tolerante ante el dolor y una cierta actitud de calma en medio de circunstancias abrumadoras; aun cuando esto no aplique en todos los casos, pueden presentarse. Lo que resulta interesante para reflexionar el cómo los seres humanos aprendemos la resistencia y el soporte, ante tantas circunstancias, a lo largo de la vida.
Dadas las analogías del soportar una gabela, me interesa oportunamente reflejar la gracia de hacerlo como agregados que traen las bendiciones, puesto que, de qué sirve un don o talento si no se administra con cordura, integridad y la responsabilidad del caso. Leía recientemente que la sabiduría te lleva hacerte las preguntas correctas para con inteligencia poder responder, en el tiempo preciso, ya que para después es tarde y previo no tiene sentido. Viene a mi mente dos procesos naturales como amar, cuyo impuesto al alma consiste en mantener constantes esfuerzos y comunicación con el ser amado, mostrando transparencia y la vulnerabilidad que solo la proximidad de corazones permite. Otro gran ilustrador subyace en el procrear, aun cuando el acto en sí es placentero, la carga se gesta, en portar el proceso vital del desarrollo de los fetos y la posterior responsabilidad de convertirlos en individuos viables dentro de las sociedades tóxicas y corrompidas en que vivimos, a través de una educación resiliente de principios y plétora de combustible en sueños.
Mi intención no es otra que visibilizar la carga que esconde toda bendición, no para victimización ni fatiga del alma, sino para la sensibilización de los sentidos respecto a la misma, con el único fin, de provocar una autoevaluación en cuanto a las actitudes o posturas que se asumen. Toda bendición tiene un arbitrio implícito, y para aprender a llevarlo dignamente será necesario hacer reverencias de humillación, no por descredito o minusvalía, al contrario, la sumisión valiente frente al entendimiento de lo que se porta, y las bondades que significan tanto verticalmente en la conexión con el cielo, como horizontalmente en la misión con los vivos. Entonces, llegado el momento, descender en paz al sepulcro habiendo sido fieles con la naturaleza que nos fue otorgada.
@alelinssey20
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