Unas 500 personas fueron evacuadas este viernes tras declararse un incendio en el barrio bajo de Guryong, el único que queda en Seúl, que destruyó al menos 60 viviendas, según informó el cuerpo de bomberos.
Las llamas comenzaron a las 6:27 hora local de este viernes (21:27 GMT del jueves) en este asentamiento chabolista situado en el distrito de Gangnam, hoy en día muy conocido gracias al éxito «Gangnam style», del rapero Psy, y la zona de la capital surcoreana en la que el K-Pop hunde más sus raíces.
Tras más de cinco horas, los equipos de bomberos dieron por extintas las llamas a las 11:46 (2:46 GMT), según detalles recogidos por la agencia local de noticias Yonhap.
Por el momento no se ha informado de víctimas mortales ni heridos a causa del incendio, que afectó a unos 2.700 metros cuadrados del asentamiento, propenso a este tipo de incidentes.
Guryong se sitúa en las afueras de la parte sur de Gangnam, donde se ubican las propiedades inmobiliarias más caras del país.
El asentamiento surgió en los años 80, cuando los residentes pobres de la región se vieron obligados a abandonar sus hogares ante el avance de los proyectos urbanísticos de la ciudad.
Actualmente hay unos 666 hogares en Guryong y la mayoría de las construcciones son estructuras improvisadas con paneles de madera contrachapada de vinilo.
Más de 900 efectivos, entre bomberos, policías y funcionarios, se desplazaron hasta la zona para las labores de extinción y gestión del incendio, añadió la citada agencia.
El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, que está en Suiza con motivo del foro de Davos, pidió la máxima movilización posible para evitar potenciales muertes, según informó el portavoz gubernamental Kim Eun-hye, mientras que el ministro del Interior, Lee Sang-min, ordenó que se evite cualquier daño secundario y se proteja a los residentes que viven cerca.
Las casas improvisadamente construidas en Guryong son propensas a fallos eléctricos a incendios por sus materiales inflamables.
Desde 2009 se han producido 16 incendios en el asentamiento, uno de los cuales se cobró la vida de un residente en 2014.
En 2011, el gobierno de Seúl decidió designar el área como una zona de desarrollo urbanístico y desalojar el asentamiento, pero la propuesta no prosperó debido a los desacuerdos entre los órganos de gobierno locales y los residentes sobre su reubicación, así como las negociaciones sobre las compensaciones por el terreno.
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