Pedro Mario Burelli, exdirector principal de Pdvsa y consultor estratégico, explicó que la crisis venezolana no termina con elecciones libres y que para salir de esta se necesita cambiar el diagnóstico.
A través de un hilo en Twitter, detalló que las elecciones primarias opositoras sirven como un reflejo de lo que serán las elecciones presidenciales de 2024. «Quienes creen que esta tragedia termina en elecciones libres y justas orquestadas por Nicolás Maduro dejaron de tener los pies en la tierra. ¿Por qué se autoengañan quienes saben lo que ocurre en Venezuela?», cuestionó.
Inició comentando sobre las primarias que se dieron en el año 2012 y cómo estas se convirtieron en una sorpresa para el oficialismo.
«Pensaron que pocos irían a votar y la oposición quedaría fraccionada en 3 toletes: Pérez, Capriles y López. La realidad: 3,1 millones votaron. Capriles ganó cómodo y la oposición se aglutinó», dijo.
Debido a que el fallecido presidente Hugo Chávez para ese momento no se encontraba en buen estado de salud, el gobierno decidió adelantar las elecciones para el mes de octubre. Esto resultó en un triunfo del oficialismo. «‘Ganó’ Chávez con mucho más esfuerzo y trampa de lo que imaginaron era necesario. Campaña de Henrique Capriles fue torpe al querer vender chavismo light», aseguró Burelli.
Sobre las elecciones presidenciales de 2013 mencionó que Maduro las perdió de calle, sin embargo «para ese momento entendieron cuál era el ‘Talón de Aquiles’ de Capriles y con solo apretarlo se logró su patética y carísima claudicación. En cualquier país de mundo, Capriles no existiría políticamente».
Para 2015, con las elecciones del parlamento detalló que no se convirtió en un fraude debido al «trabajo técnico y presión externa frustró la manipulación de esa elección». Además de que Padrino López aceptó los resultados.
«Triunfo del Partido MUD, que obtuvo 2/3 de la Asamblea Nacional marcó fin efectivo de la gobernabilidad democrática en Venezuela. Quienes creyeron que habría cooperación, cohabitación o la negociación no entendieron naturaleza criminal-autocrática de Nicolás Maduro y mafias chavistas», agregó.
Sin embargo, explicó que con la derrota del oficialismo en 2015, Nicolás Maduro comprendió que no había un camino para ellos de forma electoral. «En 2017, en elección a la Asamblea Constituyente, se dejaron de apariencias y cometieron fraude tan monstruoso que Smartmatic optó cortar su cordón umbilical y huir».
Smartmatic pertenece a la compañía británica SGO Corporation Limited, y presentó una demanda formal contra el Estado por presunto fraude electoral durante la elección de la constituyente en julio de 2017 y la expropiación de sus máquinas electorales.
Por otra parte, relató los hechos de las elecciones presidenciales de 2018 y su adelanto tras conseguir que Henri Falcon se prestara al fraude. Sin embargo, «72 países hicieron lo correcto al no reconocer esas elecciones como libres y justas. Ahí empezó la cuenta regresiva hacia la ilegitimidad».
«El 10 de enero del 2019 se da ‘vacío de poder’ que se complica por 2 razones: 1) Maduro opta juramentarse pese al desconocimiento global de la elección. 2) G4 elaboró Estatuto de Transición reñido con mandato constitucional Art. 233, 333, 350», explicó Burelli.
Con la juramentación de Maduro se logró que el mundo democrático reconociera a Juan Guaidó como presidente interino. En específico unos 59 países lo apoyaron, sin embargo, el exdirector principal de Pdvsa menciona que hubo molestia por parte del G3.
Aseguró que la mayor sanción al régimen oficialista fue el reconocimiento de Guaidó, una situación que otras oposiciones a su juicio siempre han soñado y envidian «el logro de los venezolanos».
Mientras que los comicios de 2020 resultaron en un boicot opositor contra la composición el CNE. «Confiscación de signos de varios partidos políticos y falta de otras condiciones. Menos del 30% vota y el mundo democrático opta desconocer a esa Asamblea Nacional».
La división opositora se evidenció en 2021, con las elecciones regionales. A juicio de Burelli se compró la conciencia y surgieron partidos financiado por el régimen. Zulia queda en manos de Manuel Rosales y Barinas en manos de quien prefirió el oficialismo.
«Ilegitimidad a la que se condenó a Maduro lo afecta; es una campanada de que su permanecía no es aceptable y su salida el objetivo. Perder el poder para Maduro y Cilia es perder la impunidad que anhelan. No obstante, siguen delinquiendo. Sin abusar y sin reprimir, caen» escribió Burelli.
Acusó al G3 de cometer «la estupidez más grande que haya cometido oposición alguna en el mundo». Esto por las acciones de diciembre de 2022, cuando decidió acabar con el gobierno interino, algo que además calificó como un acto de envidia, chantaje a ciertos líderes y compra de voluntades.
«Excusa del G3 para cesar a Guaidó: no fue eficaz. Su trabajo era uno solo y nada fácil: poner fin a la usurpación. Mientras Maduro siga en el poder, popularidad de cualquiera que asuma la tarea tenderá a 0%. El reconocimiento de países venia con responsabilidades ineludibles», aseguró.
Añadió que estas acciones las complementó esa fracción opositora con un nombramiento improvisado de la Junta Directiva de la Asamblea Nacional, que mencionó se tratan de figuras de tercer y cuarto nivel. «Una operación vergonzosa e inútil de ociosos, cobardes y traidores», dijo.
Burelli mencionó que el tema de las primarias de oposición no le interesa a los candidatos que a Maduro le interesa que se presenten. «Buscan a otro Falcon y lo ven en Manuel Rosales o Capriles, ambos ‘domesticados’ y prestos a servir de tontos útiles en otro fraude electoral».
Lo que quiere el oficialismo
Asimismo, agregó tres puntos claves basados en encuestas para entender lo que quiere el oficialismo: Candidatos débiles, nuevo CNE y países obsecuentes.
Aseguró que el G3 dinamitó el puente de palillos que existía con la eliminación del interinato a cambio de nada. Calificó además las negociaciones en México como bufas, con pésimos negociadores y torpes mediadores.
Destacó que el G3 ayudó al régimen a eliminar la molestia del gobierno interino y que ahora se viene una guerra dentro del mismo chavismo. «Originarios vs. Nicolás y Cilia; Diosdado vs. los Rodríguez, estos vs. Padrino y muchos pleitos más».
«¿Cuál es la salida entonces? Una crisis con las aristas que presenta la venezolana no se presta a salidas fáciles o de bajo costo. No saldremos de ella si seguimos errando en el diagnóstico o construyendo narrativas fantasiosas sobre lo que enfrentamos: La realidad es horrenda.
Aseguró que la realidad solo la entiende y sufren los venezolanos. «Aun con sus múltiples carencias parece más intuitivo que una dirigencia política opositora que ha sido arrinconada o ha buscado su acomodo. El mayor obstáculo para salir es la chatarra opositora que miente, estorba y confunde», recalcó.
Expresó que al igual que en otras crisis, Venezuela «terminará pariendo al liderazgo apto. La gestación es frustrante. Pero se van cayendo caretas, se va decantado y, en el momento menos esperado, surgirá un hombre o una mujer que sin miedo, sin mentir, sin titubear se pondrá a la cabeza».
Finalizó mencionando que se debe asegurar no quitar presión a gobierno, ni normalizar la ineptitud del Estado, crímenes de Lesa Humanidad, hambre, corrupción, alianzas peligrosas, destrucción del ambiente y la pérdida de la soberanía.
🧵VENEZUELA
📍Espejismo de primarias es reflejo del espejismo del 2024. Quienes creen que esta TRAGEDIA termina en elecciones libres/justas orquestadas por @NicolasMaduro dejaron de tener los pies en la tierra. ¿Por qué se autoengañan quienes saben lo que ocurre en 🇻🇪? Veamos… pic.twitter.com/rqXHcypVce
— Pedro Mario Burelli (@pburelli) January 17, 2023
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