La OTAN anunció este domingo que entregará a Ucrania más armas pesadas occidentales en un «futuro próximo». Esto ocurre, en un momento en el presidente ruso Vladimir Putin ve una «dinámica positiva» para sus tropas en el frente.
En el terreno, los socorristas trabajaban para hallar supervivientes entre las ruinas de un edificio de Dnipró, en el este de Ucrania, alcanzado la víspera por un ataque que provocó al menos 30 muertos.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, juzgó este domingo que Putin «sobrestimó la fortaleza de sus propias fuerzas». «Hemos visto sus errores, su falta de confianza, los problemas de liderazgo, el pobre equipamiento», afirmó al diario alemán Handelsblatt.
«Estamos en una fase decisiva de la guerra», dijo Stoltenberg. «Entonces es importante que entreguemos a Ucrania las armas que necesita», agregó.
«Las recientes promesas de equipos de armas pesadas son importantes, y espero más en un futuro próximo», declaró.
El jefe de la OTAN tiene previsto reunirse el 20 de enero con el Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania, que coordina el suministro de armas a Kiev, en la base aérea de Ramstein, en Alemania.
Ucrania ha presionado con insistencia para conseguir armas pesadas, incluyendo tanques, pero Occidente se ha mostrado reticente por temor a quedar involucrado directamente en la guerra o provocar a Rusia.
Sin embargo, desde inicios de mes, Francia, Alemania y Estados Unidos prometieron enviar tanques franceses AMX-10 RC, 40 vehículos de transporte de infantería alemanes Marder y 50 vehículos blindados estadounidenses Bradley.
«Según los planes»
El Reino Unido prometió el sábado suministrar «en las próximas semanas» 14 tanques Challenger 2 a Ucrania, lo que lo convierte en el primer país en enviar este tipo de material pesado.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski agradeció la decisión de Londres, que «no sólo nos fortalecerá en el campo de batalla, sino que también envía la señal correcta a otros socios».
La diplomacia rusa reaccionó al anuncio asegurando que la decisión sólo «intensificará» el conflicto, «generando más víctimas, incluso entre la población civil».
Los aliados de Kiev ya habían entregado cerca de 300 blindados soviéticos modernizados, pero nunca tanques pesados de fabricación occidental.
En un momento en que su ejército parece tener dificultades antes las fuerzas ucranianas, Vladimir Putin aseguró que «todo se desarrolla según los planes», en una entrevista con la televisión pública rusa, difundida este domingo.
«La dinámica es positiva y todo se desarrolla según los planes del ministerio de Defensa y del Estado Mayor. Espero que nuestros combatientes nos den más alegrías con sus resultados militares», declaró, tras una pregunta de un periodista del canal Rossia-1 sobre «las noticias de Soledar», que el ejército ruso dijo el viernes haber conquistado.
Decenas de desaparecidos
La toma de esta modesta localidad fue presentada en Moscú como una victoria después de meses de reveses en Ucrania, en particular la retirada de la región de Járkov (este) y de la ciudad de Jersón (sur) ante las contraofensivas ucranianas.
Según el ejército ruso, la conquista de Soledar, donde se encuentran unas enormes galerías que permitirían guardar material militar e infiltrarse detrás de las líneas enemigas, es una etapa importante para rodear la vecina ciudad de Bajmut, que Moscú lleva meses intentando tomar.
El sábado, las autoridades ucranianas desmintieron de nuevo el anuncio de Moscú y afirmaron tener «bajo control» la ciudad de Soledar, que tenía 10.000 habitantes antes de la ofensiva rusa y ahora está destruida.
Una nueva oleada de bombardeos golpeó el sábado y el domingo varias ciudades, entre ellas Dnipró, en el este, donde un edificio residencial quedó destruido. Estos ataques ocurrieron en plenas celebraciones del Año Nuevo ortodoxo.
«Por el momento el ataque enemigo ya costó 30 vidas. Entre 30 y 40 personas se encuentran aún bajo los escombros», indicó este domingo a la televisión nacional Natalia Babachenko, consejera en jefe de la administración militar de la región de Dnipropetrovsk.
Más de 70 personas resultaron heridas, una docena de ellas de gravedad, según la administración militar.
Estados Unidos denunció «un nuevo ejemplo de la guerra brutal llevada adelante por Rusia contra el pueblo ucraniano». Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional aseguró que Estados Unidos «continuará entregando a Ucrania lo que necesita para defenderse».
«Terror ruso»
En el sur, en Kryvyi Rig, un persona murió y otra resultó herida el sábado tras el bombardeo contra unos edificios residenciales, según un balance oficial.
Este domingo, las fuerzas rusas bombardearon Jersón, alcanzando las infraestructuras y las oficinas de la Cruz Roja, con un saldo de siete heridos, uno de ellos de gravedad, según el gobernador regional Yaroslav Yanuchevich.
«El mundo debe detener este mal», dijo Zelenski, quien denunció «el terror ruso».
En total, «el enemigo efectuó tres ataques aéreos y unos cincuenta disparos de misiles en la jornada» del sábado, precisó el Estado Mayor del ejército ucraniano.
Por su parte, el ministerio ruso de Defensa afirmó este domingo que la víspera efectuó «disparos de misiles» contra el «sistema de mando militar ucraniano e infraestructuras energéticas vinculados a él».
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