Unos 200 migrantes fueron expulsados este domingo a la mexicana Ciudad Juárez, justo cuando el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitaba la fronteriza El Paso antes de iniciar una visita oficial a México, observó la AFP.
«Que (Biden) se ponga la mano en el corazón (…), hay muchos niños que los separan de sus familiares», clamó el venezolano José David Meléndez, de 25 años, tras ser detenido y expulsado por agentes migratorios.
Estos procedimientos son el pan de cada día en Ciudad Juárez y otros puntos de la convulsa frontera de 3.100 km, que el mandatario estadounidense visitó este domingo por primera vez en dos años de gobierno.
Una fila de venezolanos, cubanos, nicaragüenses y haitianos, algunos con niños en brazos, recorrió un puente binacional antes de llegar a territorio mexicano, observó una reportera de la AFP desde el Río Bravo (conocido como Río Grande en Estados Unidos).
Meléndez relató que fue aprehendido por miembros de la patrulla fronteriza en una iglesia donde había recibido refugio junto con otras personas.
«Llegaron los agentes policiales del Border Patrol a golpearnos, a hacernos correr, a apuntarnos con armas, a apuntar a los menores con armas de fuego. ¿Dónde están los derechos humanos?», denunció el joven, protegiéndose solo con un suéter de las bajas temperaturas de esta época.
Durante su visita a El Paso, Biden se reunió con personal uniformado de los servicios de Aduanas e Inmigración y la Patrulla de Fronteras.
El presidente abordará este lunes con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, la crisis migratoria, reflejada en 2,3 millones de detenciones y expulsiones de migrantes indocumentados en el año fiscal 2022.
«Las personas tienen derecho a la libertad, a tener una mejoría, es imposible vivir en nuestro país», declaró a su vez el cubano Lorenzo Escobar, de 36 años, quien tras su expulsión recibió en México un permiso de estadía de 60 días.
La mayoría de las expulsiones se realizan en el marco del Título 42, una norma instaurada en medio de la pandemia por covid y que autoriza esos procedimientos de manera exprés.
«Le pedimos (a Biden) que nos acepte en su país para poder surgir, tener un trabajo, ayudar a nuestras familias», señaló el venezolano Erick Rodríguez, planteando incluso la posibilidad de que Estados Unidos extienda permisos de ingreso para luego solicitar asilo en Canadá.
Washington anunció la semana pasada un programa para recibir cada mes, durante los próximos dos años, hasta 30.000 migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, quienes podrán trabajar legalmente.
Sin embargo, esa cuota de migrantes estará limitada a quienes tengan un patrocinador, en tanto los que intenten entrar ilegalmente serán expulsados bajo el Título 42.
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