El fundador de la plataforma de criptomonedas FTX, Sam Bankman-Fried, se declaró este martes en un tribunal federal de Nueva York no culpable de los múltiples delitos que le atribuyen las autoridades de Estados Unidos tras la quiebra de su empresa, que llegó a estar valorada en 32.000 millones de dólares, según medios locales.
El joven empresario (conocido por sus iniciales, SBF) se presentó en persona ante el juez, en medio de una gran presencia mediática, para responder por los ocho cargos que le imputa la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, entre ellos los de fraude electrónico, lavado de dinero y violación de las leyes de financiación de campañas políticas.
Sam Bankman-Fried
Sam Bankman-Fried fue extraditado a Nueva York el mes pasado desde las Bahamas, sede de la empresa y donde él residía. Pero ha permanecido desde el 22 de diciembre en libertad condicional en casa de sus padres en Palo Alto (California). Eso tras pactar una de las fianzas más altas de la historia de Estados Unidos, de 250 millones de dólares.
El presunto estafador se enfrenta a un máximo de 115 años de cárcel si lo condenan por todos los delitos en este caso. Tiene programado el comienzo del juicio el 2 de octubre, según ordenó el juez.
Sam Bankman-Fried, de 30 años, lució un traje sin corbata y acudió acompañado por su madre, abogados y varios guardaespaldas, que se abrieron paso a codazos entre los fotógrafos que se agolpaban cerca del tribunal, según muestran videos colgados en Twitter.
Precisamente debido a la gran expectación, la defensa del acusado había solicitado a la justicia que no divulgue los nombres de dos avalistas que cubrieron su cuantiosa fianza-además de sus padres- para evitar «intrusiones en su privacidad, así como amenazas y acoso», a lo que el magistrado accedió.
Caída de FTX
Antes de la comparecencia, el fiscal Damian Williams anunció que su oficina ha creado un equipo de trabajo especial que se dedicará a lidiar con «asuntos relacionados con la caída de FTX», incluyendo la recuperación de los activos estafados a las víctimas, según recoge el diario New York Post.
FTX se declaró en bancarrota el 11 de noviembre tras un rápido colapso después de que muchos usuarios se apresuraran a retirar sus fondos en medio de informaciones que ponían en duda la solvencia de la compañía, y su debacle ha causado estragos en el sector.
Carolyn Ellison, que era la directora ejecutiva de Alameda Research -el brazo inversor de FTX, fundado también por el acusado- y Gary Wang, el cofundador de FTX, previamente se declararon culpables de cargos criminales relacionados con su papel en el fraude que contribuyó a la caída de la compañía.
Sam Bankman-Fried también afronta acusaciones de fraude por parte de los reguladores de la bolsa y el mercado de derivados en Estados Unidos.
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