No existe un país con tantos problemas de salud mental, al menos en Occidente, como Estados Unidos. No voy hablar de estadísticas, sino de las causas. Aquí la gente no trabaja para vivir, realmente se vive para trabajar. Y como está el mundo, ahora más que nunca, poderoso señor es el dinero. Más de una vez un abogado me ha dicho: “Si esa persona te hizo daño, no la demandes si no tiene mucho dinero. Aquí casi siempre gana el que tenga más dinero. ¿Adónde se fue la justicia?
La gente está muy sola, muchas personas viejitas viven solas, ya que pagar a alguien que le cuide cuesta más de 2.000 dólares mensuales. La familia no es tan unida, se empujan a los hijos desde los 18 años a la calle.
La vida es sumamente cara y esto crea serios problemas en las familias y en los hombres. El hombre se ha criado para las tres P: proveedores, preñadores y supuestamente protectores. Hay muchos que los mantienen las mujeres, pero, para la mayoría, ser hombre es tener siempre dinero, siempre tener que responder sexualmente. Y algunos aun desean proteger a su mujer. Eso se lo enseñamos cada día.
Acceder a la salud mental es bien difícil y caro. Los seguros, por lo general, no pagan terapias psicológicas, ni tampoco para parejas o familias. Si los problemas de salud mental no se enfrentan pronto —y por personas calificadas— cada vez será peor.
Como decía mi mamá: “Muchacho chiquito, problema chiquito;muchacho grande, problema grande”. Eso explica las matanzas de niños en las escuelas. Nadie se da cuenta de por qué no observan y evalúan a esos niños “raros”, que siempre mandan señales, pero no hay personal adecuado para actuar y evitar el caos y las tragedias.
Además, el uso de drogas, tanto legales como ilegales. Casi todo lo que te dan para dormir, produce más daño que bien, pero las siguen recetando. Las ilegales se compran y consumen desde la adolescencia en adelante. Simplemente, la gente con problemas emocionales recurre a las drogas para dormir, bajar la ansiedad o no pensar. Todas subieron en la pandemia, incluyendo el alcohol, que mucho daño que hace.
Las familias que no funcionan, son criaderos de mala salud mental. Los primeros cinco años son la base del futuro psicológico y emocional. Cómo criar a un hijo es ciencia, pero pocos lo saben hacer.
Hay niños con llaves. Muchas mujeres dejan a sus hijos pequeños solos, porque papá no va nunca. Y si mamá no trabaja, se morirían de hambre. De esto es responsable la sociedad.
Estas no son las únicas causas de la situación, pero, si se intenta ir trabajando, aquí hay tela que cortar. Exijan a los seguros pagar terapias, asumir el abandono de los niños con llave, mejorar las escuelas y contar con personas calificadas. La psicología de los niños es difícil.
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