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Inédita admisión | Moscú informa que 63 soldados rusos murieron en un ataque de Ucrania en Año Nuevo

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Al menos 63 militares rusos murieron en uno de los ataques más mortíferos de las tropas ucranianas durante la noche de Año Nuevo en la localidad de Makiivka, en el este de Ucrania, admitió el lunes el ministerio ruso de Defensa. El inédito mensaje oficial provocó demandas de blogueros nacionalistas de que se castigue a los comandantes por albergar soldados junto a un depósito de municiones.

Sin atribuirse el ataque, los militares ucranianos informaron que el balance de bajas de los rusos en Makiivka, una localidad ocupada por Moscú en la región oriental de Donetsk, fue mucho más elevado, de unos 400.

Según un portavoz del ministerio ruso, que no precisa la fecha, “cuatro misiles incendiarios” golpearon un cuartel temporal del ejército ruso en Makiivka.

El ejército ruso nunca había informado de tantas pérdidas en un solo ataque. Moscú rara vez publica cifras de sus bajas, y cuando lo hace, las cifras suelen ser bajas: reconoció solo una muerte entre una tripulación de cientos cuando Ucrania hundió su crucero insignia Moskva en abril.

El ministerio ruso precisó que se trató de un ataque con lanzacohetes Himars, un tipo de arma entregada por Estados Unidos a Ucrania y afirmó que sus fuerzas abatieron dos de los seis misiles.

“Se está prestando toda la asistencia y el apoyo a las familias y los seres queridos de los militares muertos”, agregó el funcionario.

El domingo, medios rusos y ucranianos reportaron un ataque en Makiivka, afirmando que la ofensiva ocurrió en la noche del sábado, durante el Año Nuevo, y golpeó un edificio donde había reservistas movilizados en Ucrania.

El ataque se produjo debido “a la utilización por parte de los militares que acababan de llegar de sus teléfonos móviles”, lo que permitió que el ejército ucraniano los geolocalizara, afirmó el lunes una fuente anónima de las autoridades separatistas de Donetsk a la agencia de prensa pública TASS.

Blogueros militares rusos, muchos de ellos con cientos de miles de seguidores, reaccionaron diciendo que la gran destrucción fue el resultado del almacenamiento de municiones en el mismo edificio que un cuartel, a pesar de que los comandantes sabían que estaba dentro del alcance de los cohetes ucranianos.

Donetsk es, junto con Lugansk, el epicentro de un conflicto desde 2014, en la región conocida como Donbass, que se extendió a nivel nacional tras la orden del presidente de Rusia, Vladimir Putin, de lanzar una ofensiva militar contra Ucrania el 24 de febrero de 2022. Putin anunció en septiembre la anexión de Donetsk, Lugansk, Kherson y Zaporiyia, todas ellas ocupadas parcialmente, en el marco de la invasión.

Ataques en Ucrania

El fin de semana de Año Nuevo también fue trágico para Ucrania, con bombardeos que dejaron por lo menos cinco muertos y tuvieron a Kiev como uno de sus principales objetivos. La capital seguía este lunes bajo ataque.

El sábado, Kiev y otras ciudades ucranianas fueron atacadas con misiles y drones, que dejaron cuatro muertos y el domingo un ataque en la región de Zaporiyia dejó otro fallecido.

Kiev fue azotada el lunes de madrugada por nuevos bombardeos, y la administración militar de la ciudad ordenó a los habitantes acudir a los refugios durante la madrugada.

“Los ocupantes rusos lanzaron un ataque masivo” con drones de fabricación iraní, informaron las fuerzas aéreas ucranianas.

El operador de energía Ukrenergo informó que la situación del suministro eléctrico en Kiev ahora está “más complicada”. “Es por eso que ahora hay cortes de energía”, indicó en las redes sociales.

El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó de una explosión el lunes en el distrito de Desnyanski, donde “un hombre de 19 años fue hospitalizado”, agregó.

Las autoridades informaron posteriormente que el joven fue herido por la caída de escombros.

Los ataques rusos de Año Nuevo golpearon áreas céntricas de ciudades grandes, indicó Mijailo Podoliak, asesor del presidente Volodimir Zelensky, quien lo calificó como un cambió en la estrategia de Moscú.

“Rusia ya no tiene objetivos militares y trata de matar todos los civiles que sea posible y destruir instalaciones civiles”, tuiteó. “Es una guerra para matar”.

En Rusia, las autoridades informaron el lunes que un dron ucraniano golpeó una instalación energética en la región de Briansk, en la frontera con Ucrania.

Contra un hospital

El sábado 31 de diciembre, la artillería rusa golpeó una localidad en las afueras de Kherson, donde un niño de 13 años, resultó herido.

Posteriormente, las fuerzas rusas atacaron el hospital donde el menor estaba en cuidados intensivos.

“¿Qué tiene que ver el niño de 13 años con estos inhumanos que lo intentaron matar dos veces?”, cuestionó el gobernador Yaroslav Yanushevych en la aplicación Telegram.

El ataque ruso dañó el hospital de Kherson y dejó a esa ciudad y sus alrededores sin electricidad. En noviembre, las fuerzas rusas se retiraron de Kerson, la única capital regional que llegaron a controlar, pero la siguieron bombardeando.

El jefe de la policía, Andrii Nebitov, publicó en Facebook una imagen de los restos de un dron en que se podían leer las palabras “Feliz Año Nuevo” en ruso. “Esto es todo lo que necesitan saber sobre el Estado terrorista y su ejército”, escribió.

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