Un repartidor de delivery venezolano, identificado como Hebert Sánchez, de 19 años de edad, murió luego de sostener una discusión con el cliente al que debía entregar el pedido en un edificio de Ñuñoa, en la Región Metropolitana de Chile.
El teniente coronel Marcos Jiménez, de la Prefectura Oriente recibió el llamado de emergencia cerca de las 7:00 pm del miércoles, por lo que funcionarios acudieron al edificio. Allí las autoridades encontraron al repartidor venezolano fallecido.
«La persona fue atendida por Samu, que declaró la muerte prácticamente de manera instantánea», señaló Jiménez. César Mora, fiscal adjunto de la Fiscalía Metropolitana Oriente, detalló, por su parte, que la víctima, con sus papeles al día, concurrió al edificio a dejar una encomienda.
«Se produce un altercado en el hall de acceso al edificio, y es en ese contexto en que el imputado toma un cuchillo y luego apuñala a la víctima», sostuvo. «Con la información que se tenía de testigos presenciales y cámaras, se concurre al departamento de la persona que aparece en estas cámaras y que es sindicada por testigos. Esta persona efectivamente abre la puerta y reconoce su participación en este lamentable hecho», agregó el fiscal.
El teniente coronel Jiménez confirmó que detuvieron a la persona responsable del hecho.
El motivo
Este jueves se supo que una discusión previa por la demora en la entrega de unas hamburguesas habría sido el motivo del asesinato.
De acuerdo con la información policial, el detenido, identificado como Tomás Aguirre Martínez, de 29 años, bajó hasta el hall del recinto portando un cuchillo en su mano. Ahí se reunió con la víctima. Testigos señalaron que ambos discutieron y que el autor del crimen le propinó dos estocadas en el tórax, las que le causaron la muerte.
Según fuentes de la investigación, tras el hecho, Aguirre subió hasta su departamento e ingirió las hamburguesas, mientras los conserjes daban aviso a las autoridades. Al llegar al lugar, los uniformados le golpearon la puerta y el detenido les abrió sin oposición.
Según relatos policiales, les señaló que lo hizo en defensa propia, que habían discutido por la demora en la entrega de la comida. En el lavaplatos aún estaba el cuchillo, ensangrentado. Asimismo, aseguran que los conserjes señalaron que tenían varias denuncias de vecinos en contra de Aguirre. De acuerdo con antecedentes recabados, Aguirre cursó ramos de Psicología en la universidad, sin egresar.
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