Mientras amaina la gélida tormenta que ha congelado al país en plenas Navidades, Estados Unidos intentaba este lunes recuperarse de los estragos provocados por el frente ártico que se ha llevado la vida de más de 50 personas, la mitad en la zona de Búfalo, en el estado de Nueva York.
La tormenta Elliot, calificada como única en una generación por el servicio meteorológico nacional ha causado gélidas temperaturas desde los Grandes Lagos, cerca de Canadá, hasta el río Grande, también llamado río Bravo, en la frontera con México.
Las fuertes nevadas y los vientos huracanados han dejado a miles de personas atrapadas en sus casas y en las carreteras, miles de pasajeros varados en Nochebuena por la cancelación de vuelos y miles de hogares sin luz por el colapso de la infraestructura eléctrica.
«(Mi) corazón está con aquellos que perdieron a sus seres queridos este fin de semana festivo», dijo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Búfalo, en el centro de todos los daños
Según el recuento de la prensa local, más de 50 personas han fallecido durante los últimos días por los estragos de la tormenta, cerca de la mitad en el noreste del estado de Nueva York, donde se encuentra Búfalo.
El número de muertos en ese estado asciende a 27, 18 de ellos en Búfalo, aunque las autoridades prevén encontrar más muertos en las próximas horas. Los cuerpos fueron hallados en vehículos, en casas y en la calle.
Hacía décadas que esta ciudad, fronteriza con Canadá y acostumbrada al frío, no vivía un invierno tan duro. Ha quedado totalmente colapsada por la nieve y permanece cerrado su aeropuerto, que da cobertura a las famosas cataratas del Niágara.
Cientos de funcionarios de la Guardia Nacional, la Policía y el cuerpo de bomberos están desplegados en la zona. La situación es tal que la gobernadora neoyorquina Kathy Hochul solicitó a la administración federal que declare el noroeste del estado como zona catastrófica.
Hochul enfatizó en una rueda de prensa desde Búfalo lo importante de esta medida para hacer frente a los costos y gastos ocasionados por la tormenta. El presidente Biden le prometió en una llamada los recursos que necesiten para superar esta crisis.
Además de Nueva York, se han registrado fallecimientos por el frío o por accidentes en los estados de Colorado, Illinois, Kansas, Kentucky, Míchigan, Misuri, Nebraska, Ohio, Oklahoma, Tennessee y Wisconsin, según los medios locales.
En Ohio, cuatro personas murieron y varias resultaron heridas en un aparatoso accidente en una autopista en el que estuvieron involucrados unos 50 vehículos.
Triste y fría Navidad
Más de 200 millones de estadounidenses, alrededor de 60% de la población, se ha enfrentado a algún tipo de aviso o advertencia relacionado con el clima invernal y las temperaturas cayeron drásticamente por debajo de lo normal desde el este de las Montañas Rocosas hasta los Apalaches.
«Gran parte del este de Estados Unidos seguirá congelado este lunes y comenzará una tendencia a la moderación el martes», informó el servicio meteorológico. Advirtió que en algunas zonas todavía es peligroso viajar por carretera a raíz de la nieve, pero pronosticó que las condiciones mejorarán dentro de un par de días.
20% de los vuelos cancelados
Elliot provocó miles de retrasos aéreos y la cancelación de 20% de los vuelos en la víspera de Nochebuena y Navidad, cuando miles de personas intentaban reencontrarse con sus familias.
Todavía este lunes más de 5.300 vuelos fueron cancelados, según el registro del portal Flight Aware. También llegó a dejar 1,7 millones de hogares y negocios sin luz por el impacto de las ventiscas en el sistema eléctrico y la alta demanda de calefacción.
En la tarde del lunes unos 90.000 usuarios seguían a oscuras, principalmente en los estados de Washington, Nueva York y Maine, según el rastreo de Power Outage.
Precisamente en el estado de Washington, en el extremo noroccidental del país, donde se acerca otro frente frío, las autoridades investigan el sabotaje por parte de sujetos desconocidos de cuatro subestaciones eléctricas que dejó sin luz a miles de personas el día de Navidad.
Estas festividades fueron las más frías de los últimos 40 años en la mitad este del país, incluido Florida, conocido como «el estado del sol».
La ciudad de Nueva York vivió el día de Navidad una temperatura mínima de 10,5 °C bajo cero, algo no visto desde 1872. Washington, la capital estadounidense, estuvo a 10 °C bajo cero, la Navidad más fría desde 1983, y los termómetros en Tampa, en Florida, bajaron de los cero grados, algo que no ocurría desde 1966.
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