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Países de la región estudian medidas para la crisis migratoria venezolana

La IV Reunión Técnica Internacional del Proceso de Quito se celebra en Argentina con representantes de 15 naciones y organizaciones internacionales para buscar soluciones al éxodo que afecta, en mayor medida, a Latinoamérica

Por EFE
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La cuarta reunión sobre migración venezolana en América Latina, la primera que se realiza fuera de Quito, Ecuador, empezó este jueves en Argentina con la intención de avanzar en las propuestas que se hicieron en el pasado, como, por ejemplo, la identificación para migrantes y una mayor coordinación entre las políticas de acogida.

«Esperemos que de hoy (este jueves) y mañana (este viernes) salgan acuerdos que garanticen mayor protección y atención al migrante», dijo a EFE el venezolano David Smolansky, coordinador de la Organización de Estados Americanos para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos en la región.

Smolansky representa a la OEA en el encuentro que se celebra hasta este viernes en Buenos Aires, en el que participan 15 naciones, además de diferentes organismos internacionales y la delegación en Argentina del presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, reconocido por más de 50 países.

Para Smolansky, las medidas acordadas se deben traducir en integración del venezolano en la sociedad a la que está llegando, pero indicó que lo más importante es señalar que la manera de resolver el conflicto es que Venezuela tenga democracia y libertad.

La OEA, en un informe elaborado por el propio coordinador para la crisis, estableció que es determinante que los venezolanos reciban el estatus de refugiados, medida que está amparada en la Declaración de Cartagena de 1994. La solicitud se debe a que estos migrantes huyen de su país debido a la violencia generalizada, la violación de los derechos humanos y la coartación de libertades.

«El venezolano no es un migrante económico, ni voluntario, es un migrante forzoso», afirmó Smolansky, quien considera que no se debe dar por hecho que el mundo conozca esta situación.

El canciller argentino y anfitrión de la cita, Jorge Faurie, indicó en declaraciones a la prensa que los Estados deben actuar entre todos para gestionar la llegada de los venezolanos que cruzan fronteras cada día, mientras la cifra de migrantes ya ha ascendido a los 4 millones, según la Agencia de la ONU para los Refugiados.

Precisamente Acnur y la Organización Internacional de las Migraciones coorganizan junto al gobierno argentino esta IV Reunión Técnica Internacional sobre Movilidad Humana de Ciudadanos Venezolanos en la Región.

«Mañana es el día del Libertador Simón Bolívar, que luchó para darle libertad a gran parte del continente latinoamericano (…), para enterarnos hoy, 200 años después, de que en el pueblo de Bolívar se han dedicado a sacarle la libertad a la gente», manifestó Faurie.

El canciller apuntó hacia la búsqueda de acciones concretas, como ya se señaló en la anterior reunión de este grupo de diálogo que tuvo lugar en Quito a principios de abril.

Con respecto a esas medidas específicas, Faurie respondió que se trabaja en crear una tarjeta de reconocimiento para los migrantes venezolanos y el intercambio de información entre los países.

El objetivo de las propuestas, aún sin concretarse, es dar toda la bienvenida posible a los que hayan tenido que emigrar y apoyarlos adecuada y ordenadamente.

Afrontar la migración venezolana ha sido uno de los desafíos de la región latinoamericana y caribeña durante los últimos años, y sus países no han conseguido actuar en conjunto, con naciones más abiertas que otras al recibir a personas que abandonaron Venezuela, así como manifestaciones de discriminación y xenofobia en algunos lugares, según la plataforma Response 4 Venezuela.

Mientras, la situación en el país continúa estancada desde hace meses. Nicolás Maduro sigue en el poder y las movilizaciones callejeras convocadas por Guaidó han aminorado después del fallido levantamiento militar de abril pasado.

«La democracia no tiene termómetros, la libertad se lucha: no importa lo caliente o lo fría que esté una situación. En este momento todos tenemos que seguir luchando para que Venezuela viva en libertad», reflexionó Faurie.

Durante los últimos dos meses, el proceso de Quito ha trabajado para que 500.000 venezolanos se beneficien de un programa de medidas para permitir su entrada a varios países de la región con documentos expirados o cercanos a expirar.

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