China superó este viernes la cifra de 300.000 infectados sintomáticos por el covid desde que se inició la pandemia a finales de 2019, mientras el país hace frente a una ola de rebrotes sin precedentes, según los datos oficiales publicados por la Comisión Nacional de Sanidad del gigante asiático.
Esta marca llega en un momento en el que algunos sectores de la población comienzan a mostrar signos de agotamiento ante la política de ‘cero covid’, con las cifras de nuevos contagios diarios superando ya los 30.000 si se tienen en cuenta los asintomáticos -no incluidos por las autoridades en su conteo oficial-, una cota no vista desde el pasado abril.
Cabe recordar que China ha tardado casi tres años en cruzar la línea de los 300.000 contagios, mientras que, según estadísticas de la OMS, Estados Unidos lo hizo el 30 de marzo de 2020 y España, a finales de julio, aunque las autoridades sanitarias de estos países sí que incluyeron en sus balances a los casos asintomáticos.
Las cifras oficiales chinas muestran un total de 5.232 fallecidos desde el comienzo de la pandemia, cifra que posiblemente aumente en las próximas semanas pese a las restricciones y confinamientos anunciados en algunas ciudades para tratar de frenar el auge de casos.
La viceprimera ministra Sun Chunlan, principal ejecutora del ‘cero covid’, se trasladó a Chongqing, tal y como ha venido haciendo cuando el gobierno central ha querido tomar las riendas de la situación pandémica en una región en concreto, y reclamó a los funcionarios locales hacer «todo lo posible» para contener el brote que afecta a la ciudad.
También han sido cerrados ocho distritos de Zhengzhou, ciudad que alberga la principal fábrica de ensamblaje de iPhone del país, en la que se han registrado violentas protestas en los últimos días debido a disputas a cuenta de las pagas extra que la propietaria de la planta, la taiwanesa Foxconn, había prometido a sus trabajadores tras el confinamiento dictado hace un mes.
Pekín prometió acelerar la reapertura de algunos comercios para que los residentes puedan abastecerse, mientras que, al igual que sucedió en Shanghái la pasada primavera, algunos repartidores están teniendo que dormir en las calles al haber sido confinado sus edificios.
Esta semana, la capital ha registrado más de 5.000 positivos, mientras que el pasado fin de semana informó de tres fallecimientos después de seis meses sin muertes por covid en toda China.
Las restricciones también aumentan en otras zonas: en la provincia de Hunan y en ciudades turísticas como Sanya o Hangzhou, las autoridades prohibieron que las personas llegadas de otras partes del país entren a la mayoría de lugares públicos, sin importar si los resultados de sus pruebas PCR son negativos.
China continúa aferrada a su estrategia de ‘cero covid’, que se basa en el aislamiento de todos los contagiados, estrictos controles fronterizos, pruebas PCR constantes y confinamientos donde se detectan casos.
Recientemente, las autoridades nacionales anunciaron una relativa relajación de sus políticas anti-covid y criticaron prácticas llevadas a cabo en algunas ciudades como la de someter a la población a dos pruebas diarias.
Sin embargo, el aumento de los casos ha hecho que algunas ciudades que habían relajado sus restricciones con arreglo a las nuevas directrices hayan dado marcha atrás para volver a anunciar confinamientos o test masivos.
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