Obreros de Hiram Abiff: El ser humano y sus cuerpos – Cuerpo Atmico (VII)

«El principio fundamental de la filosofía Vedanta no es: ‘Tú eres él’ sino ‘Tú eres ese’. No era: Tú serás; sino Tú eres. ‘Tú eres’ expresa algo que es, que ha sido y que siempre será; no algo que aún debe alcanzarse o vendrá».  Max Muller.

Esta frase nos lleva a “comprender” lo relacionado al Cuerpo Atmico, porque este contiene las características del ser y su razón de existir. Y es importante, porque nosotros los seres humanos, en nuestro bajo nivel de estado de conciencia, interpretamos  a los estados superiores con las características de los planos inferiores, el plano físico, inventamos dioses y le colocamos las mismas bajas pasiones que tenemos, como por ejemplo: Dios es bueno, Dios es justo, la justicia de Dios, Dios castiga, Dios es vengativo y para esto le añadimos los personajes de demonios, infierno, etc., en una palabra: creamos dioses antropomorfos, y los adoramos, más por temor que por reconocimiento.

El Ser Superior, la Gran Energía Universal que sostiene el Universo y sus leyes: El “es” lo contiene toda la creación, existe permanentemente, en estas dos letras lo contiene todo. La creación tiene sus propias leyes, y por lo tanto estamos sometidos toda la “creación” y obra por “acción y reacción”, si la infringes, hay reacción, recibes tu castigo. Carma y Darma. Las vibraciones energéticas de este Cuerpo Atmico dependen del nivel del estado de conciencia y grado de evolución.

El Cuerpo Atmico es la energía de la “voluntad” espiritual, si no hubiese voluntad, tampoco había “manifestación”, y esta es condición para manifestarse, que es la “voluntad” de vivir y de Ser, fundamental para el desenvolvimiento de nuestro Ser Superior y para la evolución de nuestros cuerpos más inferiores.

Según Elena G, Gómez, “no se puede acceder al Cuerpo Atmico sin antes dominar la energía del Cuerpo Búdico”. El Cuerpo Atmico contiene todo lo que el Ser “es”, y el conocimiento del desarrollo en vidas anteriores. Este “Cuerpo Atmico” es también llamado “Nirvánico”. Es un estado pleno espiritualmente, donde está el conocimiento y existencia pura, de poderes divinos, el silencio. Es la Conciencia Atmica el estado más elevado de un ser humano, de la manifestación del “Ser” en él. En este estado se desarrollaron grandes maestros como Buda, Jesús, y otros más, que nos visitan para instruirnos y guiarnos para el progreso de la humanidad. Trascendieron la dualidad y viven como inteligencias inmortales perfectos en sabiduría. Es un estado “libre” de constante contemplación y el Ser sabe lo que viene. Este Cuerpo Atmico es el más cercano al Ser Supremo, pero está velado para niveles de conciencia bajas.

“El Cuerpo Atmico” es el origen de los otros cuerpos y quiere decir: “El origen”, donde nace el poder divino, aquí se extingue la conciencia de un Yo. Es el más glorioso de todos, visibles en los iniciados, a través del cual funciona el fuego Atmico vivo. El Cuerpo Atmico es la chispa divina en nosotros, el conocernos a nosotros mismos, el autoconocimiento es una puerta que nos permite “Ser”. La existencia de los mundos superiores es permanente, real, que me sirve como guía para mi sendero espiritual, y llegar al Cuerpo Atmico. La voluntad es la energía que mueve todo el Universo. En este cuerpo no hay leyes acondicionadoras del plano físico, hay libertad en cuanto a la expresión de la divinidad, de la cual fluye un gran caudal de espiritualidad divina, no comprensibles para seres no cualificados. Aquí moran los espíritus puros y seres que trascienden las leyes de la dualidad, muy cerca de las moradas del G.A.D.U. Es el nivel que todo ser humano debe alcanzar en este plano, cuando lo alcanza, se une a la “Monada” (Espíritu Divino), y regresa a este plano como Maestro de Sabiduría.

En el Cuerpo Atmico hay como una relación mística con la voluntad divina, y somos conscientes en cierta medida del “Plan Divino” con la creación. Vivir en este cuerpo es una actitud que nos lleva a vivir bajo la verdad. Para que los cuerpos superiores actúen en nosotros debemos dominar la triada inferior, y el método más sencillo es “Conocernos a nosotros mismos”, el desapego, el desprendimiento y el servicio con nuestros congéneres. Todo lo que existe en la creación es para nosotros los Iniciados en los Augustos Misterios: “Símbolos”, que nos sirven de arquetipos para comunicarnos con los Planos Superiores. Par reflexionar sobre el Cuerpo Atmico, es lo mismo que tratemos de reflexionar sobre el G.A.D.U., el amor, la humildad y la bondad: no hay una definición que lo contenga, porque en él está contenido el uno, el Todo. Y el Es. Los maestros espirituales nos han enseñado la expresión de la divinidad en parábolas, cuentos sufíes y símbolos, hasta que nosotros no abramos conciencia, y seamos conscientes de la divinidad que llevamos en nosotros, y podamos corroborarlas por medio de la sabiduría del hombre iluminado.