“¡Al fin, Venezuela! Qué emoción tenemos de estar aquí. ¡Gracias, Caracas!”, fueron las primeras palabras de los cuatro integrantes de CNCO al pisar el escenario que los encontraría, cara a cara y por primera vez, con su fanaticada venezolana. “Gracias por todo el cariño que nos han mostrado desde el día uno. Gracias por esta primera vez… apenas estamos comenzando y ya queremos regresar”, dijeron.
Entre vítores y gritos, Erick Colón, Richard Camacho, Zabdiel de Jesús y Christopher Vélez, fueron recibidos este viernes a las 11:00 pm en punto, por una terraza cuyo aforo rayaba 70%, pero cuyos ánimos parecían quintuplicar ese número en arrebato, pasión, exaltación y fanatismo.
Había de todo: niños y niñas, adolescentes, padres, adultos mayores, novios y amigos, todos ataviados con algún detalle alegórico a la banda como bandanas, camisas o alguna pancarta. “Sé la mantequilla de mi arepa”, fue la que más predominó en escena pues pertenecía a la presidenta del club de fans de CNCO en Venezuela, que no solo se encontraba con su army de compañeras y seguidoras de la banda, sino que compartió protagonismo con otros grupos que estaban en el lugar desde las 2:00 pm, hora en la que comenzaron a llegar para asegurar los mejores puestos.
«Necesitamos verlos muy de cerca, tanto que podamos casi olerlos o sentirles el sudor. Así de fanáticas somos», fueron algunos de los comentarios que se escuchaban entre las asistentes.
Esta era la primera vez, al menos desde que revivió la movida de conciertos en el país, donde el área más cercana al escenario fue destinada exclusivamente para fanáticas. Denominada Fans pop, fue escogida por los organizadores del evento para aglomerar a cientos de seguidoras quienes merecían estar mucho más cerca de sus ídolos, disfrutándolos. Esta acción levantó cejas, pero también mucha aceptación y buenos comentarios de aquellos que apostaban por una experiencia más de concierto y menos de recital (con sillas y muebles organizados de por medio).
Además, dentro del área de dispuso un espacio para aquellos seguidores con algún tipo de situación especial: sillas de ruedas, muletas, enfermos en recuperación de cáncer, entre otros. Este gesto fue aplaudido por muchos de los asistentes y agradecido por quienes formaban parte de este pequeño grupo.
Los que se ubicaron en la zona pop, estuvieron siempre de pie. Sin embargo, en el área Diamante y Vip el público tenía a su disposición una cómoda mueblería y mesas para disfrutar el show. El área General, por el contrario, era la más alejada de la tarima y también disfrutaría la experiencia sin ningún tipo de acomodamiento.
El show de CNCO
En tarima, CNCO demostró por qué se ganó su lugar como la boyband número 1 de Latinoamérica. La presencia de los cuatro jóvenes fue avasallante. No solo por la guapura que los caracteriza, sus voces y dotes como bailarines, sino por su inagotable carisma y contagiante energía.
Lo dieron todo por el todo, desde su primera canción De cero hasta Hey Dj, una de las más coreadas de la noche junto a Reggaeton lento. Durante casi dos horas, se pasearon por sus grandes éxitos entre los que destacaron los temas de su autoría como Primera cita, que fue presentada al público de forma acústica y fue –sin duda– el momento más romántico de todo el concierto.
Un alucinante juego de luces, mucho humo e hilos de fuego, fueron parte de la puesta en escena. Cada quien respetó su espacio y siguieron una rigurosa coreografía que exaltó sus dotes como bailarines sin perder el aire o la voz en el interín. Sin embargo, lo más notorio fue la constante interacción de los cuatro chicos con cada área del público, desde los que estaban ubicados en el box de fans, hasta los más alejados de la tarima.
La ley, Miami, Sin tu amor, Entra en mi vida; Lo dejaría todo, Por amarte así, No apagues la luz; La equivocada, Mamita, Quisiera y más, fueron parte del gran repertorio de temas que CNCO preparó para una noche especial con Caracas, copn un público que le retribuyó coreando cada uno de ellos como si se tratase del himno nacional. Eso sin contar la participación especial del cantautor venezolano Reggie El Auténtico, que colaboró con ellos en el escenario con el tema Cinturita.
Los gritos opacaban el sonido en ocasiones y eso solo exacerbaba la conexión de la banda con el público. “Gracias, gracias, y mil gracias más por ayudarnos a cumplir un sueño. Estar aquí era algo que teníamos como meta desde hace mucho tiempo”, señalaban siempre que podían. Su agradecimiento no cesaba y eso se vio reflejado en las reacciones y el amor que sus fanáticas tuvieron para ofrecerles este 11 de noviembre.
CNCO para rato
Nada se habló de su separación. No era el momento. Entre los asistentes se coló la información de que este sería su última gira antes de su inminente desmantelación como banda. Sin embargo, cierto o falso, lo que reinó en tarima fue no solo profesionalismo sino camaradería, apoyo y aprecio entre los cuatro miembros de CNCO.
En entrevista para esta presentación, el ecuatoriano Christopher Vélez señaló que aún les queda mucho camino por recorrer. “Este concierto y los que le siguen alrededor de Latinoamérica no marcarán un adiós definitivo para nosotros. Tenemos preparada una gira en 2023 y otro material discográfico antes de transitar, cada uno, su propio sendero”, señaló.
“Como lo hicimos juntos, así también tenemos mucho que ofrecer por separado… ¿Y quién sabe? Este, a lo mejor, será un final que garantice un reencuentro a futuro”, subrayó.
Entre covers de las canciones más icónicas de la música latina y sus temas más personales, con sello propio, el único mensaje claro en esta primera cita con Venezuela fue que, sea cual sea la realidad, ellos apenas estaban comenzando a transitar su camino al éxito… Y ahora es que les queda por hacer música.
De esta manera, Zabdiel con su pelo azul y cristales en la mitad del rostro; Chris con su inmensa sonrisa y perspicacia; Richard con sus increíbles movimientos y carisma y, finalmente, Erick con su pelo oxigenado y su porte de modelo, le dieron a Caracas una razón más para seguirlos de cerca.
El talento nacional: igual de importante
A las 2:00 pm se abrirían las puertas para darle entrada a los primeros asistentes al concierto. Entre varios stands de comida y bebida dispuestos a lo largo de la terraza, cada quien fue –poco a poco– congregándose en sus áreas.
El joven talento venezolano, Mota hizo su primera aparición como telonero a las 6:30 pm con un variado catálogo de covers de las canciones más populares del momento, entre las que destacaron Me rehúso de Danny Ocean, Me gusta todo de ti de Rawu Alejandro, Te vi, de Piso 21 y algunas más de Bad Bunny y J Balvin. Por media hora, calentó los motores del público asistente con una puesta en escena en donde predominaron sus bailarinas, el fuego y las luces en tarima.
Entre quejas y mucha espera, la gente estuvo al menos dos horas y media esperando a que se asomara algún otro talento que no bajar sus ánimos.
A las 8:30 pm se montó en tarima uno de los grupos venezolanos más reconocidos: La melodía perfecta. Entre mucha pirotecnia y sus más grandes éxitos, encendieron la noche. Gabo y Gio demostraron un dominio del escenario que no pasó inadvertido. Entre canciones, se bajaron del escenario e interactuaron muchísimo con el público; tomaron prestados celulares y dedicaron canciones a diestra y siniestra. Fueron encantadores. Hasta una fanática fue afortunada de subir al escenario y recibir una hermosa serenata de Gabo que, al terminar, le regaló su chaqueta como recuerdo.
Arán de las Casas los acompañó durante la presentación del single Ke Nivel y se despidieron, no sin antes agradecer a los que han hecho posible todo lo que ocurre día a día en sus vidas: sus fans. “Somos el mejor país y el mejor público del mundo. Demostrémosle a CNCO de que estamos hechos entonces”, señalaron.
Finalmente, los hermanos Pucho y Tucutu dejaron su huella tricolor con una presentación llena de buena música, muchos brincos, adrenalina y diversión. Este dúo tiene al menos cinco años sonando en la movida urbana y, con su estilo, se han ido adueñando de los intereses y corazones de un público venezolano ávido de nuevos sonidos y ritmos.
Durante su presentación los acompañó Víctor Drija al momento de cantar Conmigo, tema que puso a vibrar el lugar y que sirvió para abrirle camino a CNCO unos minutos después, en un concierto que quedará grabado como «el principio del final» de una boyband latinoamericana que se propuso ser un legado musical en la capital y lo logró.
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