El «globalismo» es una palabra de moda en los textos anónimos que ruedan por email, Whatsapp y cualquier otra plataforma que no está regida por un equipo editorial.
Según se dice, es una doctrina geopolítica que pide crear acciones que beneficien a todos los países, en vez de ejercer el unilateralismo que se consolida en bloques de gente poderosa y otros conciliábulos.
No hay evidencia de sus orígenes específicos, pero tiene la marca del «progresismo» antioccidental tatuada en cada línea de texto. Como sabemos, esta corriente se disfraza de doctrina política cuando es, en realidad, una estrategia de «guerra de tercera generación» motorizada por Rusia, Irán, posiblemente China y sus satélites (Cuba, Venezuela, Bielorrusia y otros).
¿Qué pide el «globalismo» a quienes lo siguen?
Una larga lista de acciones individuales y grupales para sabotear a occidente y sus democracias. Cito ejemplos de una famoso texto que ha rodado por redes sociales y spam de correos electrónicos:
«1. Deja de usar sus plataformas. Recuerda que no pagas por Google, Instagram y compañía. Tú y tus datos/contenido son su producto. Las plataformas cifradas y de código abierto E2E como Bastyon y Minds (redes sociales) y Nextcloud (servicio en la nube) ofrecen buenas alternativas».
Comentario: ¿Qué perdemos al usar datos de plataformas? En la mayoría de los casos la gente sabe que estas guardan datos de sus usuarios, lo que no quiere que quede, pues no lo dice. Déjemosle su Bastyon y Minds. Google me da una galaxia de servicios sin costos que bien valen el que un usuario le haga saber sus preferencias musicales, medicinas de consume o actor favorito de cine. Una cosa es mercadeo, otra es espionaje
«2. Cambia tu navegador y usa una VPN. Google Chrome, por ejemplo, debe evitarse. En su lugar, utilice el navegador Brave, que proporciona un excelente motor de búsqueda. Además, use una VPN como ExpressVPN: la privacidad es clave».
Comentario: En esencia, se busca crear miedo y desconfianza de la infraestructura comercial occidental, como matriz muy probablemente generada en la «fábrica rusa de noticias falsas», que lidera Putin y usualmente opera en el país vecino, Bielorrusia.
«3. Retira partes de tu dinero de los grandes bancos. Elija bancos éticos, bancos locales y/o sociedades de crédito hipotecario. Investigue antes de convertirse en cliente. BlackRock and Co., por ejemplo, está comprando tierras de cultivo y bienes raíces en todas partes con su dinero».
Comentario: El problema de estos propagandistas es que parece que no le mandan los guiones completos. No solo Black Rock and Co… sino todos los bancos están comprando tierras, bienes raíces, acciones, bonos, activos fijos y activos líquidos con el dinero de sus clientes. Ha ocurrido siempre. En cambio, se calcula la fortuna de Vladimir Putin en 200.000 millones y eso no lo «ganó» con negocios lícitos, ni mucho menos con el sueldo de un presidente.
«4. Invierta en criptomonedas. Invierta al menos una pequeña proporción de su dinero en criptomonedas. Es una gran copia de seguridad si nuestro sistema monetario falla o sus cuentas bancarias se bloquean por cualquier motivo. La tierra y el oro/metales son otras opciones de inversión que debe considerar».
Comentario: Es una obviedad como para ofrecer alternativa fuera de los canales regulares de inversión. Las criptomonedas fueron la novedad, ahora son un instrumento de inversión y pago más, sometido a las leyes del mercado. ¿Por qué mejor no sugieren invertir en activo e instrumentos de países como Rusia? Porque no existen, y los pocos que hay son de un patético rendimiento.
«5. Pague en efectivo. Use efectivo tanto como sea posible para dificultar la transición a CBDC (moneda digital del banco central). El miedo actual de tocar el dinero y enfermarse solo juega con las élites del dinero. Muchas tiendas afirman que ya no aceptan efectivo, pero están obligadas a hacerlo».
Comentario: Lo que se sugiere es, más o menos, renunciar a la civilización. Ni siquiera explica las supuestas ventajas de utilizar efectivo. El efectivo no va a desaparecer, pero cada vez se usa menos ante la eficiencia del dinero electrónico. ¿Qué se puede trazar? Sí, pero en sociedades de derecho esto no acarrea mayores riesgos.
«6. Boicotear a Amazon. Jeff Bezos podría terminar con el hambre en el mundo en un día o pagar salarios decentes. Compre localmente y apoye a los productores locales pagando en efectivo. Compre cosas que solo encuentra en línea a través de tiendas web más pequeñas. La mayoría de las veces, incluso igualan los precios de Amazon».
Comentario: ¿Sabotear a Amazon? ¿Por qué no saboteamos al chavismo, a Putin o a Kim Jong-un? Esos sí están conectados en una confabulación criminal de represión, creptocracia: Cuba, Rusia, China, Corea del Norte. Y por otro lado, Bezos no podría acabar con el hambre del mundo ni en varios años.
«7. Desvincularse de las grandes farmacéuticas. Principalmente brindan soluciones finales y ganan dinero con personas enfermas. Las grandes farmacéuticas se preocupan más por sus dividendos que por mejorar la salud de las personas. En la mayoría de los casos, todo lo que necesita es un estilo de vida saludable (deportes, dieta saludable, niveles adecuados de vitamina D)».
Comentario: No se niega que las farmacéuticas son empresas muy agresivas a la hora de vender sus productos, no dudo que se hayan excedido en algunas acciones durante la crisis del COVID-19. Dice: «ganan dinero con personas enfermas». Pues parece que la maldad vendría de ganar dinero con personas sanas. Ahora bien, lo que está comprobado es que la mayoría de las teorías conspirativas antivacunas vienen de… ¿adivinen dónde? De la fábrica rusa de noticias falsas. Y no por el COVID, sino detectadas durante la colusión rusa en 2016 y expuesta por el «Informe Muller», que ordenó el Congreso de Estados Unidos.
«8. Vivamos juntos está transición y evitemos caer en las garras de un mundo distópico al mejor estilo de George Orwell 1984«.
Comentario: «Distópicos» son los mundos de Putin, de Xi Jinping o de Nicolás Maduro. Lo más cercano a normalidad, bienestar y libertad está en los países libres, democráticos y prósperos. Duélale a quien le duela.
Ni globalistas, ni antiglobalistas… Son términos de política conspiranoica. Que la gente viva su vida como decida hacerlo, por sus propias pulsiones y decisiones.
Artículo publicado en elpolitico.com
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