La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, urgió este miércoles a los ciudadanos europeos a que durante el próximo invierno prevalezcan la «solidaridad» y «valentía» que el bloque mostró en su respuesta a la invasión rusa de Ucrania, de cara a unos meses en los que se pondrá a prueba la unidad exhibida hasta ahora.
«Hemos recuperado la fuerza interior de Europa. Necesitaremos toda esta fuerza. Los meses que tenemos por delante no serán fáciles ni para las familias que están sufriendo para llegar a final de mes ni para las empresas que enfrentan elecciones duras sobre su futuro», dijo Von der Leyen en su discurso del Estado de la Unión Europea de 2022.
«Nos pondrán a prueba aquellos que quieren explotar cualquier división entre nosotros. Esto no solo es una guerra de Rusia contra Ucrania, es contra nuestra energía, nuestra economía, nuestros valores y nuestro futuro», añadió la alemana, que se mostró convencida de que, «con coraje y solidaridad, Rusia será derrotada y Europa prevalecerá».
Durante una hora de discurso, la presidenta mostró su faceta más apasionada en sus palabras sobre la respuesta europea a la guerra, en defensa de unas sanciones que han dejado al sector financiero ruso «en las últimas» y han provocado la salida de más de mil empresas internacionales de este país.
«Las sanciones están aquí para quedarse. Este es el momento de ser resueltos, no de apaciguar (a Rusia)», dijo Von der Leyen, que reconoció que se debió haber escuchado a los países de Europa del Este y los Bálticos, que «durante años nos han estado diciendo que (el presidente ruso, Vladimir) Putin no iba a frenar”.
Estos países, continuó, habían empezado ya a hacer sus deberes hacia la independencia energética de Moscú, un trabajo que debe emprender ahora toda la Unión Europea ante la manipulación del Kremlin del mercado energético y en el marco de una inflación disparada que se refleja especialmente en la energía y los alimentos.
Así, Von der Leyen puso en negro sobre blanco las medidas extraordinarias que se han cocinado durante el mes de septiembre para paliar la crisis: limitar los ingresos de las compañías eléctricas europeas, gravar los beneficios extraordinarios de las petroleras para recaudar más de 140.000 millones de euros y que los Estados miembros ahorren 10% de electricidad (al menos 5% en horas con pico de demanda).
Y, de cara al futuro, recordó que se está preparando ya una reforma completa del mercado energético europeo y anunció la creación de un «Banco Europeo de Hidrógeno» con el que el bloque invertirá 3.000 millones de euros en los próximos años para acelerar el desarrollo de esta tecnología y seguir reduciendo la dependencia rusa.
El ya imparable giro hacia las renovables busca ser también un freno al impacto del cambio climático tras un verano de sequías e incendios forestales por el cual la Unión Europea prevé doblar su capacidad de lucha contra incendios con la compra de nuevos aviones y helicópteros para la reserva común, anunció Von der Leyen.
En el capítulo económico y comercial, la alemana pasó brevemente por la reforma de la reglas europeas de control de déficit y deuda («más flexibilidad para reducir deuda» y «mayor rendición de cuentas en el cumplimiento de lo que hayamos acordado») y anunció que propondrá la ratificación de los acuerdos de libre comercio con Chile y México, además de con Nueva Zelanda, cuyas negociaciones ya han sido completadas pero aún no están en vigor.
Además, avanzó que Bruselas propondrá una Ley de Materias Primas Críticas para reducir la dependencia europea en este sector, así como un paquete de medidas de alivio para las pequeñas y medianas empresas para afrontar la inflación.
De la misma forma que comenzó su discurso dando la bienvenida a la primera dama ucraniana, Olena Zelenska, la alemana cerró su intervención contando la historia de Magdalena y Agnieszka, dos jóvenes polacas que se organizaron en una carpa en la estación central de Varsovia para preparar la llegada de miles de refugiados ucranianos en febrero y lograron movilizar a más de 3.000 voluntarios.
Con ambas presentes en el hemiciclo, Von der Leyen aseguró que su historia es «todo lo que la UE representa y a lo que aspira».
«Es una historia de corazón, carácter y solidaridad: mostraron a todo el mundo lo que los europeos pueden hacer cuando se unen en torno a una misión común. Este es el espíritu de Europa, una Unión que se mantiene fuerte unida y que permanece unida», concluyó.
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