Para una persona con Síndrome de Down o con algún diagnóstico por Trastorno del Espectro Autista (TEA) ir al cine puede resultar una experiencia incómoda y abrumadora. Los brillantes colores de la gran pantalla, el fuerte sonido envolvente y la falta de capacitación del personal sobre su condición son algunos de los factores que les impiden disfrutar de la experiencia cinematográfica. Ante la falta de espacios para su entretenimiento, en 2020 Cinex se planteó un proyecto inclusivo que ya es una realidad.
Tras una pausa inesperada por causa de la pandemia, finalmente este 2022 se presentó Cinex +, la primera y única sala de cine en Venezuela donde las personas con TEA y Síndrome de Down podrán acudir todos los martes a partir de las 2:00 pm hasta el final de la jornada o sábados desde las 11:00 am hasta las 3:00 pm al Centro Comercial Tolón para disfrutar de sus películas favoritas.
Desde que llegan a las instalaciones del cine ubicado en el piso 5, las personas con estas discapacidades y afecciones se encontrarán con áreas adecuadas para ellos. Los espacios cuentan con señalizaciones que indican cómo deben comportarse, desde hacer sus compras en la caramelería, pasando por el área de los baños hasta el interior y la entrada de la sala. Todo siempre el apoyo del personal de capacitado para garantizar una buena experiencia.
«La sala tuvo una adecuación con interfaz de sonido y conductores rápidos, es decir, en caso de emergencias tenemos un control con el cual podemos parar la función, bajar la luz o la resolución de la pantalla. El sonido está adecuado a este tipo de condiciones, además, la pantalla tiene baja luminiscencia y las luces siempre van a estar encendidas en tono tenue para mantener la calma de los espectadores», explicó Rocco Lasalvia, gerente general de Cinex.
La cartelera no tendrá la misma programación de las salas regulares. Quienes asistan a Cinex + podrán disfrutar de Minions, Chica Salvaje y Hotel Providencia los días martes y Dragon Ball y Super Mascotas los sábados. «Por medio de nuestro equipo de programación y las fundaciones asociadas se escogerá el contenido más adecuado», añadió Lasalvia.
Durante la proyección, se mantendrán las puertas de la sala abiertas en todo momento, el personal estará presente supervisando a los visitantes, quienes, a diferencia de las salas regulares, podrán levantarse de sus asientos y caminar por el espacio si así lo desean. En caso de presentarse alguna crisis durante la película, el personal guiará a la persona a una zona segura, aislada del ruido y de los estímulos para garantizar su bienestar.
Los cambios que se hicieron se evaluaron durante varias mesas de trabajo. Desde Cinex buscaron asesoramiento de los expertos por medio de alianzas con diferentes fundaciones y organizaciones que promueven la inclusión de las personas con Síndrome de Down y TEA. Entre ellas estuvieron Asociación para el Desarrollo de Concordia (Asodeco); Fundación Autismo Dejando Huellas, Fundación Autismo en Voz Alta, Fundación Asperger de Venezuela (Fundasperve), Sociedad Venezolana para Niños y Adultos Autistas (Sovenia) y la Organización Venezolana de Autismo.
«Esto es una primera prueba de este proyecto inclusivo que puede ir evolucionando en el tiempo. Tenemos pensado hacerlo en otros complejos Cinex en Caracas y el resto del país», comentó Lasalvia.
Zona segura en el cine
Maryory Hernández, de 48 años de edad, una mujer con Asperger grado 1 y presidenta de Fundasperve, fue la primera en estrenar la zona segura de Cinex +. El espacio le parece adecuado para que las personas con TEA o Síndrome de Down puedan autoregularse antes de volver a la sala. En su experiencia, siempre ha sido ella quien se ha tenido que adaptar a los espacios: si quería ir al cine debía ir a las funciones más tempranas para evitar las aglomeraciones.
«Nadie venía al cine conmigo porque nadie quiere ir al cine a las 12:00 pm. A veces no compraba en las caramelerías para evitar la aglomeración. O me sentaba lo más atrás para que no me pegara el brillo de la pantalla. Dejaba de ir al cine porque no era tan agradable. El día que hicimos la prueba piloto, a pesar de que estaba muy lleno de gente, no se sintió esa aglomeración, no sentí angustia ni ansiedad. Ha sido una experiencia maravillosa cuando antes era traumático», reveló.
El ambiente de la sala de cine debe tener ciertas condiciones para que la experiencia sea agradable para una persona con TEA o Síndrome de Down. El aire acondicionado en las salas a veces es muy frío y eso puede ser muy doloroso para las personas con esas afecciones, la pantalla a veces es muy brillante o los sonidos muy altos. Hernández añadió: «Son muchas cosas que a lo mejor se ven sin importancia pero son realmente significativas para las personas con esta condición».
El uniforme del personal incluso se adaptó porque la camisa color verde manzana puede resultar muy estimulante para los visitantes. Ahora, los empleados usarán una camisa azul oscura. En las señalizaciones habrá pictogramas creados para que las personas con Tea o Síndrome de Down sepan qué hacer en todo momento.
«Sin saberlo, Cinex creó una herramienta para la destreza social, porque nos enseñan cómo venir, comprar un ticket, comprar cotufas, entrar a la sala. No para todos eso es fácil», concluyó Hernández.
Personal capacitado
Las personas con autismo tienen alteraciones en la manera en la que procesan los estímulos de su entorno, explica Claudia Cerda, psicóloga de 28 años de edad, con 5 años de experiencia en la Fundación de Autismo en Voz Alta donde trabaja como parte de la dirección de desarrollo. Las personas con este diagnóstico también suelen ser aprendices visuales. Es decir, reciben mejor la información a través de imágenes y fotografías, así que se ajustó las instalaciones con las señalizaciones. «Una vez comenzada la película, además, van a ver imágenes que van a indicar cuáles son las conductas que están permitidas y cuáles se deben evitar», explicó la experta.
En la página web de Cinex, los visitantes podrán revisar el paso a paso de lo que les espera en la sala de cine y qué tipo de experiencia tendrán. «Muchos de ellos pueden presentar inconvenientes para tolerar los tiempos de espera, adaptarse a los cambios, pueden presentar crisis o conductas inadecuadas cuando están sobrecargados sensorialmente. Todo eso se tuvo en cuenta al idear los espacios», señaló Cerda.
Lo principal es que el personal de la sala esté capacitado para atenderlos y entienda que estas son personas y familias que han estado excluidas de muchos espacios. En Latinoamérica solo México ha implementado desde 2018 salas acondicionadas para personas con TEA. En Argentina también se intentó este tipo de proyecto pero solo para funciones ocasionales.
Por ello, es fundamental que el personal entienda en qué cosiste la condición, cuáles son sus características, cómo son las familias y cómo abordar las diferentes situaciones. Andre Urbano, de 23 años de edad, tiene un año trabajando en Cinex. Detalló que la capacitación estuvo a cargo de psicólogos de las fundaciones aliadas así como de los capacitadores de talento humano de Evenpro, empresa a la que pertenece Cinex. «La capacitación duró alrededor de dos semanas. Nos entrenaron para la atención al cliente en estos casos, el tipo de habla, el manejo del espectador y cómo se le iba a atender», explicó.
Aunque cada caso es diferente, durante la capacitación se le enseñó al personal que deben estar atentos a las señales y conducta repetitivas. Deben notar cualquier tic que presente el visitante, si grita o llora. «Lo primero que debemos tener en cuenta ante una crisis es el dinamismo, debemos ser rápidos para atender el problema y ofrecer acceso a la zona segura. Debemos, además, ser conscientes. No podemos alterarnos ni mostrar sorpresa, se trata de una situación normal y hay que tratarlo con la mayor humanidad posible», comentó Urbano.
Al hablar con los visitantes, el personal debe ser directo, conciso y tener mucho tacto. «Siempre debemos hablar primero con el representante. Si es una persona que llega sola se debe ofrecerle acceso a la zona segura o preguntarle cómo ayudarlo», añadió Urbano.
Si bien se hizo un ajuste general, cada niño o niña, adolescente o adulto con esta condición tienen un requerimiento particular. Cerda añade: «La mejor forma de tratar una crisis es evitándola. Se pueden dar crisis conductuales por sobreestimulación que es precisamente lo que buscamos disminuirla y prevenir. La ideas es que las familias se sientan bien atendidas y bien recibidas a pesar de que eso suceda».
Un espacio que va más allá
Cinex + marcará la diferencia para aquellas familias que tienen un miembro diagnosticado con TEA o Síndrome de Down y nunca han podido disfrutar de la experiencia del cine con ellos. María Russo, presidenta de Sovenia, mostró su felicidad por el proyecto y relató que en su caso, tuvo un hijo con autismo que nunca pudo disfrutar del cine. «Es emocionante que de ahora en adelante estas personas tendrán un espacio al que asistir y esperemos que se expanda a otros sitios y dure en el tiempo», comentó.
Por su parte, Sonia Rojas, directora de Asodeco, señaló que este proyecto va más allá de lo que ahorita se está visualizando. «Lo que más les puedo transmitir es mi satisfacción al ver lo contento que salieron mis muchachos de Asodeco el día que vinieron a la prueba piloto. Se sintieron atendidos, incluso sintieron que tenían un espacio y creo que esa es la clave para una verdadera inclusión», comentó.
La experta destacó que para los padres con un hijo con este diagnóstico ir al cine puede resultar una experiencia estresante. «Que el comportamiento de un hijo interrumpa la experiencia de los demás, es un estrés muy grande. Ahora las mamás pueden tener este espacio y sentir la tranquilidad de que todos los presentes van a entender cualquier situación que se presente. Estamos atendiendo una población más grande que solo la comunidad de personas con TEA o Síndrome de Down, estamos atendiendo familias que requieren ese apoyo. Por eso el nombre de Cinex+ es muy asertivo porque atenderá a más personas de las que en un principio se plantearon», aseveró.
A su juicio, una de las claves de esta sala es el trato y el lenguaje del personal. «Debe haber respeto hacia la diversidad y la discapacidad, se debe tener respeto y un tono de voz adecuado. A nadie le gusta que le levanten la voz o que le den una instrucción de mala gana. Cinex preparó a su personal para tratar a esas personas. Esto va mucho más allá de lo que nosotros ahorita estamos visualizando ahora», concluyó.
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