Los nacimientos van camino a convertirse en una rara avis en España. La pandemia ha agudizado un fenómeno que se arrastraba desde principios de la década pasada y que por el momento no tiene visos de cambiar: entre enero y junio solo se produjeron 159.705 alumbramientos, prácticamente los mismos que en 2021 (+0,13%), cuando se alcanzó el mínimo de la serie histórica. Pese a ello, algunos territorios resisten mejor que otros a esta merma en la tasa de natalidad.
En la primera mitad del año, apenas una veintena de provincias lograron mejorar sus cifras de 2021. Entre ellas, Palencia, Teruel y Lugo, donde el número de nacimientos se elevó por encima de 10%. La natalidad también repuntó, de forma más modesta, en Madrid (+5%), Barcelona, Valencia o Alicante.
El escenario en la mayoría de las provincias del interior peninsular fue muy diferente. Las mujeres en edad fértil de Segovia y Guadalajara tuvieron hasta 14% menos de hijos que el año anterior, mientras que en Sevilla se cuantificaron 500 nacimientos menos. No obstante, el desplome de la natalidad se hace aún más patente al comparar los datos de los últimos meses con los de un 2019 libre de covid.
Ninguna provincia ha logrado recuperar las cifras de nacimientos anteriores a la pandemia. Entre las zonas más afectadas se sitúan de nuevo las provincias que rodean la Comunidad de Madrid –Segovia (-25%), Guadalajara, Soria o Toledo–, así como el archipiélago canario, La Rioja y Huelva.
Aun así, la mayor caída la ha experimentado Melilla, donde los alumbramientos han retrocedido 29% en apenas tres años. La ciudad autónoma fue hasta 2020 el municipio con mayor tasa de fertilidad de España, una consideración que actualmente ostenta El Ejido, con una tasa de 53 nacimientos por cada mil mujeres.
La capital de la comarca del Poniente Almeriense y Orihuela (Alicante) son los únicos municipios mayores de 50.000 habitantes que no vieron mermada su tasa de fertilidad en la segunda mitad de la década pasada. Por el contrario, Parla, Valdemoro, San Sebastián de los Reyes (Madrid), Ceuta, Algeciras (Cádiz) o Paterna (Valencia) sufrieron una caída contundente en este indicador demográfico.
Como ya explicó El Debate, la concatenación de una crisis económica y otra sanitaria en un lapso de tiempo muy corto y el limitado número de mujeres que se encuentran actualmente en edad reproductiva se encuentran entre las principales causas de esta problemática.
A la cola de Europa en fecundidad
De hecho, España es el segundo país con menor fecundidad de Europa, con una tasa de 1,19 hijos por mujer, que la sitúa solo por delante de Malta (1,14). Asimismo, se sitúa lejos de las cifras de Francia (1,83) –líder europeo–, Alemania (1,53) o Portugal (1,4). Estos dos últimos países han logrado aumentar su índice de fecundidad incluso en estos años de crisis, al igual que otros como Hungría o Eslovaquia.
No es el caso de España, que ha pasado de 1,37 a 1,19, y se sitúa lejos de los 2,1 hijos por mujer que permiten garantizar la estabilidad poblacional. El informe de Perspectivas de la Población Mundial que la ONU hizo público hace unas semanas ya pronosticó que España perdería 35% de su población durante este siglo por la baja natalidad, pasando de 47 a apenas 30 millones de habitantes.
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