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Ashton Kutcher | «Tengo suerte de estar vivo»: qué es la vasculitis, la enfermedad que casi dejó ciego y sordo al actor

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El actor Ashton Kutcher, de 44 años, reveló que llegó a no ver, oír ni caminar debido a una vasculitis, una enfermedad autoinmune.

Habló sobre su experiencia con esta enfermedad en el programa de National Geographic «Running Wild With Bear Grylls: The Challenge», que presenta Bear Grylls.

Kutcher dijo que le diagnosticaron un tipo de vasculitis autoinmune, sin especificar exactamente cuál.

«Hace tres años tuve una forma extraña y súper rara de vasculitis, que destruyó mi visión, mi audición y mi equilibrio», dijo.

«Realmente no los aprecias (los sentidos) hasta que los pierdes, hasta que piensas ‘no sé si podré ver de nuevo, oír de nuevo, caminar de nuevo. Tengo suerte de estar vivo'», dijo el actor al programa.

En su cuenta de Twitter aclaró que tuvo este «brote autoinmune» hace tres años: «Me recuperé completamente. Todo bien. Sigo adelante. Nos vemos en el maratón de Nueva York de 2022».

«Vasculitis» significa inflamación de la pared de los vasos sanguíneos. Y puede derivar en el estrechamiento, incluso el cierre, de los vasos sanguíneos, lo que lleva a la falta de riego en diferentes órganos», le explicó a BBC Brasil Bruna Chu, reumatóloga y profesora de Medicina de la Universidad Positivo en Curitiba (Brasil).

Hay más de 20 tipos de vasculitis. El actor no especificó qué variante padecía y se limitó a decir que era una versión rara del trastorno y que padecía síntomas graves.

Algunas formas de vasculitis, como explica el reumatólogo Henrique Dalmolin, del Hospital Moriah (São Paolo, Brasil), son leves y provocan síntomas fáciles de tratar, como lesiones cutáneas.

«Hay otras que suelen provocar consecuencias más graves, afectan al sistema nervioso central, pulmones, riñones, ojos y aparato auditivo. Cuantas más alteraciones tienes, más grave es el cuadro clínico».

Según el médico, en los casos de vasculitis, la pérdida de movimiento generalmente está asociada a una variación que afecta al sistema nervioso central o periférico, donde están los nervios que hacen la transmisión a las extremidades».

Los ojos pueden verse afectados por esta enfermedad. Los ojos pueden verse afectados por esta enfermedad. ELIZABETH FERNANDEZ/GETTY IMAGES

Los diferentes tipos de vasculitis y sus síntomas

Los distintos tipos de vasculitis se diferencian por el tamaño y localización de vasos sanguíneos afectados.

«Las vasculitis primarias son aquellas en las que los vasos sanguíneos son el objetivo principal de la enfermedad. Además se hace la clasificación según cómo son los vasos afectados: grandes, medianos, pequeños o variables», señala Chu.

Para este tipo no hay causas conocidas.

También hay vasculitis secundarias, aquellas en las que hay alguna condición de salud previa que es responsable de este cuadro médico.

«Puede tratarse de otra condición autoinmune, de una infección secundaria, principalmente vírica, como la hepatitis e incluso el covid-19, consecuencia de una medicación e incluso del contacto con el levamisol, un componente de la cocaína», enumera Dalmolin.

Los síntomas más comunes son lesiones en la piel (como púrpura, urticaria y erupciones), fatiga, debilidad, fiebre, dolor en las articulaciones, cambios en la visión (como dolor y enrojecimiento de los ojos), dolor de cabeza, congestión nasal y hemorragias nasales, dificultad para respirar, dolor abdominal, problemas renales (orina oscura), pérdida de peso y problemas en los nervios (como entumecimiento, debilidad y dolor).

Cómo se diagnostica la vasculitis

El diagnóstico de los distintos tipos de vasculitis se realiza mediante pruebas de laboratorio de sangre y de imagen.

«El diagnóstico no es fácil. Depende de la evaluación de los síntomas, de las pruebas complementarias y, a menudo, hay que excluir otras enfermedades que tienen manifestaciones similares», explica Chu.

También se pueden hacer pruebas renales, hepáticas, de recuento sanguíneo (con pruebas de anticuerpos), así como tomografías y resonancias magnéticas según los síntomas que presente cada paciente.

Los medicamentos inmunodepresores son el principal tratamiento para la vasculitis. PETER DAZELEY/GETTY IMAGES

Cómo es el tratamiento

La vasculitis es, en la mayor parte de las ocasiones y cuando no hay otra condición secundaria detrás de su aparición, una enfermedad crónica autoinmune, es decir, causada por el propio organismo del paciente.

El principal tratamiento para todos los subtipos de vasculitis es el uso de fármacos inmunosupresores que incluyen, según el caso, corticoides, inmunobiológicos o inmunosupresores convencionales, que ayudan a controlar la actividad de los anticuerpos que atacan los vasos sanguíneos.

En el caso de Kutcher, el actor dijo que tardó cerca de un año en recuperarse, probablemente debido a la gravedad de los síntomas.

Los diagnosticados de vasculitis necesitan un seguimiento durante el resto de su vida.

«La respuesta al tratamiento es mejor cuando el diagnóstico es precoz, antes de que la enfermedad provoque un estrechamiento o cierre de los vasos sanguíneos», apunta Bruna Chu.

«En algunos casos, los más graves y resistentes, también se puede hacer una terapia llamada plasmaféresis, que elimina los anticuerpos circulantes de la sangre del paciente. Pero no ofrece cura, es solo una ayuda durante un determinado periodo de tiempo», explica el reumatólogo Henrique Dalmolin.

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