Aliéntense los corazones en la justicia y la verdad, sean sincerados los pensamientos e intenciones de cada ser, y conózcase lo que es realmente digno. Hay pasos de peligro que conducen a desorden, desorientación y vergüenza, por lo que no es loable transitar algunos senderos. Ser sobrios y sabios para controlar las pasiones, sea cual sea la condición, puede ser de mucha victoria. Así, se evita derramar energía vital en personas crueles y saciar con fuerza a extraños, derrochando ardores en casa ajena y desperdiciando lo que realmente es tuyo.
Hay antojos emocionales que envician, pero resultan altamente agónicos en la consecución de los tiempos. Te desgastan intentando sustentar o sostener falacias que nunca estarán entre tus posesiones, y aunque son complacencias embriagantes, requieren tanto que desnutren. Hablo de aquellas inspiraciones intrigantes propias de los deseos y las inconformidades humanas, pensamientos de insatisfacción, que al permitirles crecer, terminan materializando versiones distorsionadas de la realidad y acuñan dolores como monedas de cambio. Cosas que aunque no se digan, se luchan en la mente, y si se quieren vivir debe ser en oscuridad, por lo tanto, son estafas al alma y espíritu humano.
Atrofia y llanto, suelen ser los frutos de algunas de estas decisiones, en la mayoría de los casos no solo arrastran a los individuos a prácticas autodestructivas, sino que por el camino hieren y marchitan todo a su paso, la infidelidad puede ser un ilustrador bien interesante al respecto, genera un ambiente de desamor, traición y engaño que acaba por consumir todo a su paso, como el fuego. La deshonra puede ser otro buen ejemplo, de terribles frutos en la vida de un individuo que desprecia su propio ADN y maldice el vientre que lo gestó, o el abrigo no consanguíneo que algún otro grupo de personas le brindó, permitiendo experimentar la gracia de Dios y restaurarse en pensamiento y corazón.
La planificación para ocasionar mal o dañar a otro individuo también puede considerarse un consonante de esto, requiere tiempo de maquinación y enfoque con fines despreciables, astucia inicua y alta pobreza de espíritu. Entonces, éste y los ejemplos anteriores son reveladores de la ausencia de disciplina en cuanto a la preservación de la sabiduría, buen juicio y la atención al conocimiento oportuno para vivir. Errores sobran cuando se es humano en construcción, pero conductas erráticas son reflejo de mentes necias e incorregibles. Refreno oportuno y ambientes saludables moldean el pensamiento y por lo tanto el obrar humano.
Considerando lo expuesto resulta oportuno pensar en los ojos como las ventanas de luz para el alma, por ello reflejan tanto, y si esos ojos tienen neblina no han de divisar nada a su paso, el cuerpo tropezará y caerá. Así como tampoco habrá mucho que divisar dentro de ellos, se verán opacados y perdidos. Sin embargo, si las ventanas están despejadas y no hay bruma en ellas, la luz entrará para alumbrarlo todo. Entonces, el secreto ha de ser aprender a dispersar el celaje cavilando con sabiduría, observando con atención y atesorando la instrucción divina para que nuestros pasos no se hallen sin camino y la tierra no acabe por desaparecer bajo nuestros pies.
@alelinssey20
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional