Golden State Warriors puso 3-2 en las finales de la NBA después de vencer (104-94) a Boston Celtics, en un partido en el que no destacó un desaparecido Stephen Curry. En el encuentro, Andrew Wiggins completó una actuación brillante que hizo olvidar la falta de inspiración del 30 y ponerse a un solo triunfo de hacerse con el anillo.
Curry firmó una pobre actuación con 16 puntos y 0/9 en triples, en su partido más discreto de las finales. Fueron Jordan Poole (14 puntos) y un gran Andrew Wiggins (26 puntos y 13 rebotes) quienes sostuvieron a unos Warriors que arrancaron este quinto encuentro de las finales.
Mientras, los Celtics hicieron del tercer cuarto su tabla de salvación, para después tirar todo lo remado por la borda en el último parcial. Jayson Tatum fue el más destacado de los visitantes (27 puntos y 10 rebotes), con hasta cuatro jugadores con dos dígitos.
Tercer encuentro cerrado
Golden State comenzó muy enchufado, con un buen juego ofensivo y manteniendo una estable y sólida defensa. El equipo cerró el primer cuarto 11 puntos por encima de los de Massachussets (27-16). Más igualado fue el segundo cuarto (24-23), pero los de San Francisco mantenían una amplia ventaja al descanso (52-39).
Sin embargo, los Celtics resucitaron en el tercer parcial, en un cambio de actitud más bien propio de los Warrriors, para aumentar la intensidad y empezar a creer en el milagro. En esos 12 minutos anotaron 35 puntos para llegar con vida al final del encuentro. Pero los Warriors salieron de su letargo y convirtieron ese definitivo cuarto en una condena para Boston, incapaz de combatir el ritmo alto y el buen tono defensivo de los locales.
Con Wiggins en modo estelar, los Celtics fallaron 9 de sus primeros 10 tiros, lo que dio aire a Golden State, que solo tuvo que defender su amplio colchón para cerrar el partido 104-94. Así, los Warriors dejan contra las cuerdas a Boston y acarician su cuarto anillo en los últimos cuatro cursos de las finales de la NBA. El próximo duelo, que puede ser definitivo, será este jueves en Boston.
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