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¿Qué debemos aprender sobre colectivismo e individualismo para cambiar Venezuela?

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Los sistemas colectivistas de sociedad han prevalecido durante gran parte de la historia de la humanidad, principalmente debido a los inexistentes mecanismos de comunicación. Aunque sería erróneo decir que la civilización surgió hace sólo un par de siglos, no sería inexacto afirmar que las dinámicas sociales han cambiado demasiado desde hace unos 200 años, y aún más desde hace unos 30, cuando Internet empezó a democratizar y cambiar las relaciones sociales y políticas.

Por ejemplo, el colectivismo funcionaba para los indígenas porque vivían en pequeñas comunidades, carecían de métodos de comunicación para entenderse con otras tribus, no tenían forma de hacer pactos o diálogos con quienes inmediatamente consideraban «enemigos», y sólo reuniéndose en comunas podían «defender» sus territorios, abastecerse de alimentos, medicinas, viviendas y otras necesidades. Pero es importante hacer una aclaración, colectivismo no es lo mismo que comunismo; además, la aparición de las monedas y el sistema económico cambió para siempre la estructura de las sociedades, un hombre ya no necesita aprender a cazar para comer, debe trabajar, producir su propio dinero, y así poder satisfacer sus propias necesidades, a través del capital.

Si bien es cierto que la democratización de Internet ha cambiado las realidades geopolíticas y globales, el mundo sigue dividido en dos ideologías que fueron concebidas mucho antes de Internet: el capitalismo y el socialismo, la segunda de las ideologías mencionadas, sigue promoviendo mecanismos económicos colectivos e induce al individuo a comportarse como una masa, dejando de lado su propia individualidad; esto no sólo va en detrimento de las libertades individuales del ser humano, sino que a su vez repercute negativamente en el desarrollo de la propia sociedad, al limitar o intentar regular la acción humana, tratando al hombre como una pieza minúscula de un enorme engranaje, restringiendo su propia creatividad, en lugar de estimular el crecimiento individual, pues la naturaleza del ser humano siempre será la de velar por su propia supervivencia en primer lugar, como establece Any Rand, en su teoría del «egoísmo racional»; lo que a su vez, provocará un efecto rebote en el desarrollo de las sociedades, puesto que no hay nada más estimulante para promover el crecimiento que la competencia, sin ella no hay estímulo para vencer la mediocridad.

Debemos abogar por sociedades que premien el esfuerzo individual, que valoren la libertad de pensamiento y expresión, los diferentes puntos de vista, la crítica, el desacuerdo y la capacidad de disentir, que es en definitiva lo único que nos hará libres. La autonomía y el pensamiento individual deben ser la meta de todo ser humano, y para lograr todo esto es imprescindible la libertad económica.

En Venezuela durante décadas, incluso, mucho antes de la llegada al chavismo del poder, nos han vendido la idea de que los derechos colectivos deben estar por encima de los individuales, y que solo un gran Estado podría dirigir la economía y redistribuir las riquezas de la nación, ha sido justamente este sistema el que ha sido aprovechado por políticos y los amigos del poder para enriquecerse, y dejar a un gran porcentaje de la población prácticamente a la deriva y necesitada del favor de los políticos para poder sobrevivir.

Cuando el gobierno secuestra los mercados, como ha sucedido en Venezuela, insisto, desde mucho antes de la llegada del chavismo al poder, solo se hacen ricos quienes mueven las palancas del poder y reciben favores especiales y contratos del Estado; en un mercado libre se benefician los innovadores, trabajadores y quienes realmente se esfuercen; en el sistema colectivista venezolano, solo triunfan los que tengan mejores contactos.

Ha sido esta la dinámica del país, el chavismo tan solo llegó a empeorar este sistema, no a modificarlo; Chávez y Maduro siguieron prácticamente las mismas políticas que en el pasado ejecutaron AD y Copei, solo que fueron mucho más radicales, y por supuesto, más corruptos e ineficaces.

Para recuperar Venezuela hace falta fortalecer el individuo y el mercado, hasta que esto no suceda, el país continuará siguiendo a políticos que prometan resolver todos los problemas “repartiendo el botín del petróleo”, con mucha burocracia —tal como lo hace hoy gran parte de la supuesta oposición a Maduro—, y tendremos una nación pobre y arrodillada ante quienes detenten el poder.

Carlos Rangel lo advirtió durante décadas en Venezuela, lamentablemente nadie lo escuchó, es el momento de entender esto para poder cambiar las cosas.

Twitter: @emmarincon

Instagram: @emmanuelrincon_

 

 

 

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