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Obreros de Hiram Abiff. La Tradición Iniciática (IV)

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Dentro de la Tradición Iniciática tenemos un símbolo muy importante, aunque religioso, nos trae un mensaje muy profundo, que incluso todavía no ha sido bien interpretado, pero me atrevo a decir que por los grandes Maestros Espirituales sí ha sido comprendido, y hasta los días de hoy está presente en nuestro ser: al Arca de la Alianza. En un escrito de Michael Berg, explicando un pasaje del Zóhar, extraje la siguiente reflexión: En la construcción del Tabernáculo (MishKán), el cual se erigía cuando se quedaban un tiempo en el mismo lugar, y al marcharse se debía desmontar para seguir el caminar por el desierto, los jefes de las 12 tribus de Israel no participaron, por lo tanto para suplir esta falta decidieron llevar un presente a Moshe (Moisés): seis carretas y doce toros, el cual serviría para transportar el Tabernáculo desmontado. Moshe no los quería recibir porque no lo pidió, pero Dios le dio una revelación donde le dijo que lo aceptara, bajo condición. Hay tres grupos de Levitas, el linaje viene de: Gershón – Merari y Kohát, y estaban destinados a cargar las partes del Tabernáculo por el desierto. Moshe recibió los presentes y los dividió entre los Levitas de la siguiente manera: A los Gershonitas les dieron dos carretas y cuatro toros, para cargar una parte del Tabernáculo. A los descendientes de Merari le entregaron cuatro carretas y ocho toros. Al grupo de Kohát, el que debía cargar el Arca de la Alianza, que contiene las Tablas de la Ley, la mesa y las partes internas del Tabernáculo, no obtenían ni carretas ni toros. Un trabajo fuerte. Moshe les dijo: “Debido a que el trabajo divino está sobre ellos, deben llevarlo en los hombros”. Significado de las carretas, según los kabbalistas: representan un típico específico de Luz, Bendiciones y Milagros que ocurre en el reino de la naturaleza limitada. Se sabe que físicamente los toros les difícil mover la carga, pero si la mueven y la llevan, este es un milagro divino. Esto sucede en este plano físico en nuestro caminar hasta el final de nuestro ciclo de vida, ligado a las creencias religiosas y espirituales, donde pedimos al Creador que nos proteja. Recordemos que este es un plano de contrición. Todos estos milagros y bendiciones los vivimos, existen dentro del límite de la naturaleza, donde la mayoría de nosotros vive. Si comprendemos la Luz del Creador, si entendemos la importancia del trabajo espiritual, ese es el secreto de la Conciencia de las Carretas. ¿Cuál sería la segunda Conciencia? El Arca de la Alianza representa el nivel más alto de la Conciencia. El peso del Arca, la Mesa, el Candelabro, que son los aspectos del Tabernáculo que representan la conexión más directa con la Luz del Creador, era imposible ser movida por la fuerza física humana, pero tal como está escrito en el Zóhar, y en los escritos de los Kabbalistas, lo levantaban y lo colocaban en sus hombros, y de repente se volvían más ligeros. Si los observaban, no parecía que cargaban el Arca, sino que el Arca los llevaba a ellos, como si los elevaran del piso. Flotaban por el desierto con el Arca. Esa es la Conciencia del Arca. Representa la Conciencia de Milagros fuera de lo límites de lo Natural. Esto también representa nuestro trabajo en el sendero Iniciático, pero con la comprensión y el desprendimiento, no con el conocimiento, el cual solo nos sirve como soporte, la Conciencia del Arca es el conocimiento puro. Solo comprendido en la meditación. Hay que estar más allá de los milagros, porque en el sendero Iniciático no opera lo fenoménico, si no el conocimiento puro, solo comprendido en la Meditación.

Esto lo explico con una pirámide: En una arista con un lápiz marquen treinta y tres rayitas, que son los mismos escalones que hay que superar para llegar a la cima. La base es el conocimiento adquirido en este plano desde que nacemos, y a medida que subes los escalones o rayitas, observa que la base se va reduciendo. Cuando llegas al treinta, la base es pequeña. Todo el conocimiento que has adquirido, que te sirvió de soporte, aquí se redujo. Cuando llegas el treinta y tres, la cúspide, ya no hay base. Tienes que desprenderte de todo el conocimiento adquirido, no apego, para poder Comprender el Conocimiento Puro. El silencio. Es la Conciencia del Arca de la Alianza. Es la que no tenemos, si la tuviéramos, volaríamos. Seriamos Libres: sin dogmas, fanatismo, sin hipocresía, sin apegos. El apego es el velo que lleva la conciencia en este plano. Lo que tenemos que comprender, es que el verdadero propósito de nuestra vida en este plano, es para llegar a ese nivel de conciencia del Arca. El Talmud dice que en el útero, antes de nacer, tenemos toda la Sabiduría del estado primigenio, pero recibimos un toque en los labios que nos hace olvidar todo. Nacemos velados totalmente. Es difícil en este plano llegar a la conciencia  del Arca. Pero no imposible.

 

 

 

 

 

 

 

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