El Museo del Louvre ha interpuso una demanda contra el individuo que este domingo lanzó una torta contra el cristal que protege a la Mona Lisa, de Leonardo Da Vinci, disfrazado en silla de ruedas y con una peluca de mujer.
Fuentes del Louvre dijeron a Efe que el museo interpuso la denuncia contra un visitante que simuló tener una discapacidad para acercarse a la vitrina de seguridad en la que se encuentra la Mona Lisa, uno de los principales reclamos del museo parisino.
«El Louvre aplicó el procedimiento habitual previsto para personas con movilidad reducida, permitiéndole admirar esta obra mayor del Louvre», indicó la institución, que renovó recientemente la sala en la que se expone el lienzo para acoger por filas las grandes concentraciones de visitantes que se amontonan delante del cuadro.
Según el museo, una vez que el individuo se encontraba cerca del cuadro lanzó una torta que había escondido entre sus objetos personales, pero esta no provocó daños en la Mona Lisa, que se encuentra protegida por un cristal antibalas.
«El individuo fue inmediatamente agarrado y evacuado por los agentes de seguridad y después entregado a la policía, que acudió al recinto», añaden.
En videos publicados por visitantes en redes sociales, se ve a un individuo en silla de ruedas, con peluca y gorra, siendo conducido al exterior de la sala por personal de seguridad mientras grita: «Pensad en la Tierra. Hay gente que está destrozando el planeta. Por ello he hecho esto».
Aunque no hay imágenes del momento en que el hombre lanza la torta, las instantáneas de visitantes permiten ver a personal del Louvre recogiendo los restos de la tarta y limpiando el cristal, que quedó manchado durante un rato.
«Esto es una locura para mí pero un hombre vestido de anciana ha saltado de una silla de ruedas y ha intentado romper el cristal a prueba de balas de la Mona Lisa. Luego ha procedido a embadurnar el cristal con tarta y arrojar rosas por todas partes, antes de ser abordado por la seguridad», escribió en Twitter el usuario @lukeXC2002.
El lienzo, de principios del siglo XVI, es uno de los principales reclamos del Louvre que recientemente hizo obras en la sala donde se expone para poner orden en las aglomeraciones que suelen darse ante la Mona Lisa.
Fue este cristal lo que permitió proteger la obra, que ha sido víctima de otros ataques, como cuando un hombre lanzó una taza contra ella, en 2009, o cuando en 1974 fue prestado a Japón y una mujer intentó destrozarlo con un aerosol rojo.
El cristal se colocó precisamente para evitar las agresiones contra la obra, que en 1957 sufrió un ligero daño después de que un visitante boliviano le lanzara una piedra: «Tenía una piedra en el bolsillo y de pronto me vino a la cabeza la idea», dijo entonces el hombre en el diario Le Monde.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional