El último día de abril y por casi media hora California, la matriz eléctrica del poderoso estado norteamericano, fue alimentada únicamente por energías renovables (generadas en base solar o eólica).
Algunos datos para entender a ese monstruo que es California: producto estatal bruto de 3,2 billones de dólares (sería 3,2 mil millones, en 2019) es la economía subnacional más grande del mundo.
Si fuera un país, ocuparía la posición de quinta economía más grande del mundo (2020).
California desarrolló negocios en aeronáutica, industria aeroespacial, desarrollo de software e informática, industria médica, etc. Tiene 40 millones de habitantes y alberga 5 de las 10 empresas más grandes del mundo.
Según datos de su Operador del Sistema Independiente de California (California Independent System Operator, ISO) el estado está utilizando cantidades absolutamente importantes de renovables en su red de suministro. Ya el 3 de abril llegó a 97,6% de su electricidad generada vía renovable.
Ese paso se logró gracias a una agresiva política energética de descarbonización y promoción de energías verdes como paneles solares en los techos y tejados (que impulsa el autoconsumo). El estado se ha comprometido a lograr un sistema energético sin emisiones de carbono para 2045 y principalmente por la cantidad de paneles solares y aerogeneradores (“molinos”) que están al lado de la carretera I-10 (Valle de Coachella).
California tiene a la fecha 15.000 MW (mega vatios) de capacidad de energía (generada vía solar) conectada a la red y casi 8.000 MW de energía eólica (vía viento).
Adicionalmente, en pleno desarrollo y mejora tecnológica, pueden llegar a almacenar más de 2.700 MW (en baterías de iones de litio) que garantizan la denominada “fiabilidad” en el suministro.
Obviamente, están disminuyendo su consumo de fósiles (carbón, combustibles derivados de petróleo) y reduciendo su uso de gas natural, aunque éste último continuará de “transición”, como siempre afirmamos, por un tiempo más, especialmente ahora con la guerra de invasión de Rusia a Ucrania, cuyos impactos ya hemos analizado anteriormente. El gas natural, para la matriz eléctrica de California, tiene participación de 37% en el mix.
La central nuclear Cañón del Diablo es aún una fuente fiable de generación eléctrica: produce 6% de la energía. El debate está en clausurarla o transformarla. Debate complicado dado que recientes hechos globales (la guerra) vuelven a poner en pausa la salida total de las nucleares y más bien están siendo “reclasificadas” como “verdes” en tanto dure la transición.
Naturalmente para lograr que el suministro eléctrico sea 90% -o 100%- renovable, hay que tomar en cuenta una ecuación bastante complicada: verano, alto uso de electrodoméstico (acondicionadores de aire), o en invierno: calefacción, y un sistema de transporte que aún no está 100% electrificado, de forma que el esfuerzo que está haciendo California ahora es absolutamente válido.
Para 2045, California tendrá 100% de su electricidad procedente de energías renovables.
Políticas públicas adecuadas, impulso a inversiones privadas, electro movilidad, eficiencia en el consumo y otros son aspectos que contribuyeron a que California tenga los niveles actuales de uso de renovables.
@BorisSGomezU
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