La aplastante victoria en las elecciones presidenciales de Filipinas de «Bonbong» Marcos, hijo del fallecido dictador Ferdinand Marcos, supone la vuelta al poder de una corrupta dinastía, mientras siguen las incógnitas y el desconcierto en torno a las verdaderas políticas del futuro presidente.
Ferdinand Marcos Jr., conocido como Bongbong, habría cosechado una indiscutible victoria en las elecciones celebradas el lunes, con casi 31 millones de votos -más de 50% de los apoyos-, según el recuento provisional difundido por la Comisión Electoral (Comelec), que podría tardar semanas en auditar y publicar los resultados oficiales.
A la espera de los resultados definitivos, Marcos Jr. agradeció a los miles de trabajadores, voluntarios y líderes políticos por haber creído en su mensaje de unidad en un video publicado en su perfil de Facebook.
La victoria parece irreversible. Bongbong Marcos habría obtenido más del doble de apoyos que la candidata Leni Robredo, que con más de 14 millones ha aglutinado la oposición al hijo del dictador en una candidatura que movilizó al electorado progresista con multitudinarias y coloridas marchas.
Robredo, de 58 años, no ha aceptado oficialmente la derrota y ha manifestado en un comunicado que un movimiento ha nacido y no va a desaparecer con el recuento final de los votos.
Centenares de manifestantes protestaron con denuncias de fraude a las puertas de la Comisión Electoral por las irregularidades e incidentes ocurridos en los centros de votación durante la jornada del lunes, donde alrededor de 1.800 máquinas de votos fallaron, según datos de Comelec.
Robo al erario público
Marcos Jr. jurará el cargo previsiblemente el próximo 30 de junio y se mudará al palacio de Malacañán 36 años después de que huyera de allí en helicóptero junto a sus padres y hermanas tras una revolución popular que provocó la caída de la dictadura.
Tras su huida a Estados Unidos dejaron al descubierto una cantidad ingente de artículos de lujo, una colección de más de 3.000 zapatos como parte visible de un expolio al erario público de entre 5.000 y 10.000 millones de dólares, según la estimación de la Comisión Presidencial del Buen Gobierno (PCGC, por sus siglas en inglés).
Varios expertos coinciden en señalar que el objetivo prioritario de los Marcos, cuyos miembros también han ganado puestos de relevancia política en el congreso y a nivel provincial, es mantener y recuperar la riqueza que amasaron ilícitamente durante la dictadura conyugal de Ferdinand e Imelda.
Bongbong, condenado por evasión fiscal en 1995, se ha mantenido siempre leal a su familia y ha defendido su inocencia, pese a los al menos 40 casos judiciales que investigan su fortuna. La misma Imelda fue condenada a 42 años de cárcel por corrupción en 2018, si bien no ha ido a prisión pues se espera la resolución sobre su apelación.
Marcos Jr., que ha mantenido un perfil bajo durante toda la campaña y ha evitado entrevistas y preguntas que podían comprometer su discurso, tampoco ha condenado los crímenes ocurridos durante la dictadura de su padre.
Temor de los represaliados
La vuelta de los Marcos ha despertado el temor de las víctimas de la Ley Marcial impuesta entre 1972 y 1981 por el dictador filipino Ferdinand Marcos, que observan asustadas como su hijo, Bongbong, está a un paso de confirmar su victoria electoral.
“Estoy horrorizado. Vienen años turbulentos ahora, pero tenemos que continuar la lucha por la verdad y la memoria”, dijo hoy a EFE Bonifacio Ilagan, de 74 años, que fue arrestado y torturado durante la Ley Marcial, y cuya hermana desapareció y fue presuntamente asesinada por la policía.
Durante esta década de terror instaurada por Marcos, quien gobernó el país desde 1965 hasta que fue derrocado por una revolución pacífica en 1986, unas 3.257 personas fueron asesinadas de manera extrajudicial y unas 35.000 torturadas, según datos de la organización Amnistía Internacional.
Revisionismo histórico
Esta campaña electoral será recordada por las acusaciones de revisionismo histórico vertidas por la maquinaria propagandística de los Marcos, sobre todo a través de Facebook y otras redes sociales, en las que la dictadura cleptocrática, déspota y opresora de Ferdinand e Imelda Marcos en Filipinas se ha transformado para muchos en el mito de una pareja compasiva, patriota y modernizadora del país.
La periodista filipina y ganadora del Nobel de la Paz 2021, Maria Ressa, señaló en CNN que la aplastante victoria de Marcos Jr. “muestra no solo a los filipinos sino al mundo, el impacto de la desinformación en una democracia”.
Incertidumbre política y económica
Es difícil saber qué dirección tomará el hijo del dictador en materia económica y en política exterior, aunque se cree que mantendrá en principio el acercamiento a China establecido por su predecesor, Rodrigo Duterte, en un momento clave en el pulso de poder entre Pekín y Washington por su influencia en el Indopacífico.
En cuanto a medidas económicas, la única certeza es que se ha mostrado favorable a continuar con el programa de infraestructura Biuld, Build, Build de su predecesor, el actual presidente Rodrigo Duterte.
Los mercados han acogido con recelo la victoria de Bongbong. La Bolsa de Manila cayó 3% tras la apertura, mientras que el peso filipino ha perdido hoy 0,4% con respecto al valor del dólar estadounidense.
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