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Canelo Álvarez cayó ante el ruso Bivol, pero habrá revancha

Por AFP
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En una de las grandes sorpresas de los últimos años en el boxeo, el mexicano Saúl «Canelo» Álvarez encajó el sábado la segunda derrota de su carrera al caer por decisión unánime ante el ruso Dmitry Bivol, quien retuvo su cinturón de peso mediopesado de la AMB.

El invicto Bivol sometió a Álvarez desde el principio del combate frente a los atónitos 20.000 aficionados del T-Mobile Arena de Las Vegas (Nevada, Estados Unidos), que habían acudido a animar a Canelo en el marco del feriado mexicano del 5 de mayo.

Bivol es el segundo púgil que bate a Canelo en sus 61 combates, después de que lo hiciera el legendario Floyd Mayweather en 2013.

Álvarez, considerado uno de los mejores púgiles libra por libra, venía de escribir historia en el boxeo al convertirse en noviembre en el primer campeón indiscutible del peso supermedio (168 libras-76,2kg).

Cumplido ese objetivo, Canelo aceptó el reto de reconquistar un cinturón del mediopesado (175 libras-79,4kg), una categoría superior, como otro paso en su ansiado camino al olimpo del boxeo mexicano.

Canelo

Canelo Álvarez. Foto: Patrick T. FALLON / AFP

Canelo no tiene miedo a perder

«No me siento avergonzado porque busco esos retos que muchos no lo hacen por miedo a perder», recalcó Canelo Álvarez en la rueda de prensa: «Hoy estaba buscando la grandeza».

El rival elegido, Bivol, demostró por qué se ha mantenido imbatido en sus 20 combates, imponiéndose al mexicano con más rotundidad que la mostrada por las tres tarjetas de 115-113.

«Es un gran campeón. En el boxeo se gana y se pierde, hoy me tocó perder», aceptó Álvarez frente a sus decepcionados aficionados.

«Sentí el peso pero no es ninguna excusa», afirmó. «Traté de hacer muchas cosas pero es un gran peleador. Creo que hice lo suficiente para ganar, pero así es esto», dijo.

Quiere la revancha

El mexicano, el púgil que más multitudes atrae en la actualidad, retó en el mismo ring a una revancha a Bivol.

«Esto no se puede quedar así», afirmó Canelo, que había probado con éxito esta división en 2019 ante Sergey Kovalev.

«No hay problema. Hablemos de una revancha», respondió Bivol con una puntualización: «Quiero que me traten como a un campeón».

Un pasaje de la pelea entre Canelo Alvarez y Dmitry Bivol. Foto: Ethan Miller/ Getty Images/ AFP

Sin himno ni bandera

Antes del combate, Canelo había recibido algunas críticas por la elección de Bivol como rival.

Algunas de ellas pedían que le sustituyeran por otro púgil debido a su nacionalidad rusa y otras consideraban que tenía un perfil boxístico demasiado bajo para Canelo.

Pese a ser el defensor del título en juego, a Bivol se le relegó a un segundo plano en la previa e incluso al inicio del combate, donde fue presentado en primer lugar.

Los himnos de México y Estados Unidos sonaron antes de que Canelo Álvarez fuera recibido con una banda de mariachis y fuegos artificiales entre el fervor de las gradas.

El himno ruso no sonó y Bivol no pudo lucir ningún símbolo nacional como sanción por la invasión de Moscú sobre Ucrania.

«Lo esperaba, todo estaba contra mí hoy», afirmó Bivol. «Entiendo por qué pasó. Canelo es el gran nombre y las normas no son para él».

«Sé cuánto la gente ama a Canelo y es normal. Es el peleador más grande del mundo. Campeón en cuatro categorías. Por supuesto la gente está de su lado», señaló.

«Estoy contento por haber probado que soy el mejor en mi categoría», dijo este púgil nacido en Kirguistán.

Dmitry Bivol. Foto: Al Bello/ Getty Images/ AFP

Planes frustrados

A diferencia de sus últimas peleas, Canelo salió en el primer asalto con una estrategia ofensiva para brindarle un gran triunfo a sus seguidores.

Una vez que sonó la primera campana, el ruso aprovechó los riesgos que tomaba Canelo para soltar con velocidad su jab, su mejor arma en ataque.

En el segundo asalto, Bivol fue más allá y conectó varias combinaciones que llevaron el susto a las gradas e hicieron saltar las alertas de Canelo.

Los aficionados trataban de alentar a su ídolo con gritos de Canelo, Canelo, pero Bivol seguía aprovechando su mayor velocidad y estatura para llegar hasta el rostro del mexicano.

Álvarez resistía con dificultades el asedio confiando en dar el golpe decisivo, pero los asaltos pasaban sin encontrarlo y Bivol apenas aflojaba el ritmo.

A Canelo solo le quedaba la opción del nocaut final pero le faltaron fuerzas para siquiera rebelarse contra la inminente derrota, que todo el estadio anticipaba cuando sonó la campana final.

Álvarez se queda con un balance de 57 victorias (39 nocauts), dos empates y dos derrotas y ve frenada la opción de intentar ser el primer campeón masculino indiscutible de dos divisiones.

Antes de que surgiera una posible revancha contra Bivol, se esperaba que el siguiente reto de Álvarez fuera una tercera pelea contra su archirrival Gennady Golovkin, a celebrarse el próximo septiembre.

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