¿Qué pasa cuando el sentimiento predominante entre la llamada ciudadanía “de a pie” es que se está perdiendo definitivamente el camino del bien? Dicha nomenclatura “ciudadanos de a pie” que suele usarse para definir la realidad de la inmensa mayoría de los venezolanos sin mayores recursos económicos, como aquel sin vehículo propio por ejemplo. La respuesta a tal interrogante se hizo más que evidente, cuando se pasó del flujo permanente de caminantes internacionales, por miles, hasta convertirse en los millones de inmigrantes desplazados » a pie» hacia otros territorios de otras naciones de nuestro continente.
La trama criminal y de corrupción mercenaria que se ha extendido por todo este país de Suramérica y del Caribe, incluye al dictador, a parlamentarios, a jueces, gobernadores, seudoempresarios y paremos de contar; donde ya algunos de sus protagonistas han sido objeto de medidas de ofrecimiento de recompensas internacionales para su captura.
Reconocidas organizaciones internacionales de investigación criminal como InSight Crime por ejemplo, hoy nos revelan el avance del cultivo de las plantas de coca y la producción de cocaína en el territorio venezolano. Ya no solo se dice que Venezuela es el puente predilecto para el narcotráfico desde Colombia, hacia Norteamérica y Europa, sino ante la desaparición del control del Estado venezolano, o más bien el establecimiento de un narcoestado en nuestro territorio, Venezuela es tierra para el mundo criminal.
Ahora, de pronto, nos encontramos con que se está produciendo una suerte de cambio de guion desde administraciones gubernamentales de países de los que esperábamos mucho más soporte moral y práctico, como la actual de Estados Unidos. Ello según correspondencia al libreto que se venía escribiendo antes de la persecución para la captura y neutralización de estos delincuentes, por parte de los gobiernos de estos países hermanos del subcontinente, y de los países desarrollados, como Estados Unidos y la propia Unión Europea.
Adicionalmente, a los delincuentes personeros del narcorrégimen existente, un conjunto de sujetos a los que se les dio el apodo de alacranes, por haber negociado con los buscados por la justicia internacional, ahora tampoco no solo no se les cuestiona sino que se les enseñorea en programas de opinión dentro del sistema de la “hegemonía comunicacional” que el narcorrégimen castromadurista ha puesto a imperar a golpe y billete, en esa parte gangrenada y corrompida de nuestra Venezuela.
Ahora, algunos de los principales actores chantajeables del empresariado venezolano son exhibidos al desnudo a través de sus tarifados politiqueros para que vomiten su servidumbre, y hagan su trabajo de convencimiento a la opinión pública sobre las bondades del diálogo y las elecciones, dentro del excremento del pantanoso chiquero que comparten, y que por otros medios como su palabrería, más allá de “con el mazo dando” a garrotazo limpio, deben seducirles con las bondades de aceptar la esclavitud. Ante el oprobioso narcorrégimen, comprobado violador de los derechos humanos dentro de nuestro territorio, estos arrodillados personajes se convierten en la comprobación más lastimosa y patética de lo que es capaz de hacer un régimen tiránico como el existente. Han conseguido doblegar, sí, a unos pocos reptiles del mundo comunicacional, a otros dizque empresarios y miembros de organizaciones gremiales, ya previamente corrompidas y que ahora los exhiben como parte de una amplitud que es parte del país “que se está arreglando” según sus aspiraciones a pasar inadvertidos frente a la historia de crimen y complicidad que ya escribieron, y que siguen escribiendo.
Ante tanta cobardía de seudodirigentes políticos, y me refiero con claridad directa a todos aquellos que se han sumado a cohabitar con la tiranía, aparentando que se puede ensayar dentro del territorio el derecho a la libre expresión, sin que se paguen graves consecuencias; ellos que se saben “protegidos” por algún poder especial, y que con supuestas ideas creativas para la solución de la tragedia en que han sumido a Venezuela, se podrá “arreglar al país”. Estos “protegidos” por tal estatus especial, porque se prestan a tal farsa, en lugar de ser un peligro real para el criminal sistema son la puesta en escena de una opereta bufa que el régimen interpreta a su antojo manotear y manosear como quiere secuestrando la libertad; y cual pervertido juega con estos “inocentes ratoncitos” a los que Venezuela, la que conquistó su libertad y se unió a la Nueva Granada y a Quito para andar los caminos de la libertad suramericana, será inexorablemente muchísimo más que traición y recuerdo de la inconsecuencias de quienes se doblegan ante las adversidades. La Venezuela indómita y auténtica debe ser y será el motor de la Unión de nuevas repúblicas fehacientemente democráticas en Suramérica. Para ello hay que luchar como se lucha hoy en todas partes del planeta. Desde la Unión Europea y a lo interno de los Estados. Como se lucha en Ucrania contra la Rusia del tirano Putin. Como en Israel para asegurar su libertad y democracia frente al acecho dictatorial en el Medio Oriente.
Nos queda, por ahora, hacer el llamado a la patria honesta, a la ciudadanía que día tras día lucha para proveerse de lo más mínimo para comer y sobrevivir, y que se une en solidaridad para la resistencia. Ante el embate engañoso y prostituido del régimen corruptor y hambreador, junto a sus cómplices, no perdamos la Fe y la esperanza activa mediante la organización para lucha liberadora. Socorrerse unos a otros, estar unidos contra tal hamponato dictatorial y sus celestinas es lo que nos toca. Ellos caerán. Bien gordos y acomodados como están la caída será más dura. Esas humanidades que se exteriorizan en una aparente felicidad, solo son “cadáveres espirituales” que deambulan sin amor dentro de una sociedad que los observa y resiste hasta ver y vivir ese momento de dicha de su caída. Esa es solo una prostituida clase lujuriosa y podrida más de la historia que ha manchado a sus familias por generaciones, para llevar el tufo maloliente y estigmático de la perversión. A esa les debemos gritar desde la fuerza libertaria e indestructible de nuestro amor de cada día: ¡Venezuela no será tierra para el mundo criminal!
@gonzalezdelcas
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