Hoy en día, “in statu quo post bellum” (el estado de las cosas después de la guerra, en español), oyendo alzadas protestas de reorganización y promesas de renovación de y entre los actores de los partidos políticos, opino que deben apuntar hacia la innovación.
¿Innovación? Quizás es mucho esperar de quienes no están realmente dispuestos a abrazar los ideales de la libertad y la honestidad.
El latinismo de arriba en realidad se conoce como una fórmula –digamos que entre naciones combatientes- cuya expresión usual es “in statu quo ante bellum” (en español: el estado de las cosas antes de la guerra). Acabado el conflicto y sin ganadores ni derrotados, el estado de las cosas revertía –se suponía- a la situación imperante antes de la guerra. Pero nuestra “guerra” terminó y se consumó y sí hay ganadores y perdedores.
La invasión sin resistencia está consumada. Nuestras fuerzas armadas, los dizque “garantes” de la libertad, del Estado de Derecho, del imperio, de la justicia y de las leyes justas orientadas hacia el bienestar colectivo, ya no solo transitan los caminos de la violencia, la tortura, los asesinatos, la extorsión, sino que hasta consumen lo que trafican. Disfrutan el quebramiento de los huesos y la destrucción de los órganos de sus compañeros. No me extrañaría que aparezcan los campos de exterminio, las cámaras de gases y los crematorios por el estado de incivilidad y de bestialidad del que hoy se ufanan.
Y hoy a nadie allende nuestras fronteras le importa un bledo lo que nos suceda.
Será otro caso más para la siniestra contabilidad de la historia. Otro país –el nuestro- que cae bajo el imperio de las sombras de la maldad, de la barbarie, de la inhumanidad, de la deshonestidad, de la corrupción, del abuso, de la ira, del odio, de las furias, del salvajismo, del desdén, de la desidia… del acostumbrarse a ver al prójimo pudriéndose en las aceras mientras que los imbéciles anuncian y celebran que estamos mejorando y los enchufados y cuasi enchufados buscando cómo afiliarse a las SS venezolanas.
Y no me extrañará que el nuevo plan de la nación consista en recibir en el salón VIP de Maiquetía a pederastas y aberrados extranjeros para que destrocen la dignidad de la infancia y de la juventud de Venezuela, aprovechándose de sus necesidades familiares.
¿Mejorando qué, mejorando hacia dónde y mejorando quiénes? El Hospital J. M. de los Ríos es un pabellón de la muerte para el régimen. Diría que hasta celebran cada fallecimiento en Fuerte Tiuna.
Lo que le falta al régimen es contratar a un Mengele para que disfrute con los niños haciéndoles sufrir más y eliminarlos aceleradamente a cuenta de experimentación e ir a Miraflores a entretenerlos con sus anécdotas macabras.
Dijeron: “Un parásito de la economía, un chupadólares”. Uso el plural porque quien no se deslinde de tal afirmación, sobrepasa los límites de la imbecilidad. Y es hora buena para que, defendiendo a uno de los buenos, nos defendamos a nosotros mismos aun cuando –si no por honra- sea por mera conveniencia y supervivencia.
He visto en tres oportunidades al destinatario de la manipulación del horror. No creo que en total haya intercambiado palabras con él más de cinco minutos en mis 65 años de vida. No le he pedido favor alguno ni él me lo ha pedido. No me debe ni le debo. No espero nada de él ni él de mí. No soy su amigo ni él es amigo mío. Es buena gente y merece nuestro respaldo rotundo, contundente, efectivo. Si se meten con él -uno de los nuestros- se mete con todos nosotros… ¿y qué piensas hacer? ¿Vas a plantarte en el puesto que te corresponde o te entregarás al licor gratis que te ofrecen las barraganas – en masculino y femenino- del régimen?
La resistencia tiene un lema: “Quien se mete con uno de los nuestros, se mete con todos nosotros” ¿Eres de la resistencia o eres de la quebrada? ¿Recuerdas aquella oración “con mis hijos no te metas”? Pienso que aquel lema retrasó al régimen muchos años en su cronograma de imponer la esclavitud cuando trató de imponer su ideología en la educación.
¿Qué esperas? ¡Reacciona! ¡Atrévete! Sé mujer 4 x 4, sé hombre 4 x 4. Por lo que más quieras, por lo que creas, por lo que proteges, por lo que deseas, por lo que esperas, por lo que vale la pena… esto no es juego ni una simulación. Es la realidad. ¡Rebélate, lucha, conquista y colabora con todas tus fuerzas en fundar un estado de derecho y bienestar!
Dios guarde a V. E. muchos años.
@Nash_Axelrod.
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