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¡Las encuestas son espejos!

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Las encuestas, sondeos, mediciones o estudios de opinión pública “son un instrumento de ayuda para la comprensión de la realidad política, económica, social y electoral, es una herramienta científica, útil para entender las tendencias profundas acerca de los temas que son y serán claves en el debate cotidiano, pero las encuestas no son ningún sustituto de la propia realidad”. En suma, los estudios de opinión publica son como los mapas de carreteras: “No nos dicen a dónde ir, pero sí nos indican la mejor manera para llegar a donde quiero ir”.

Ahora bien, para el especialista en mediciones Roy Campos: “Pelearse con las encuestas es como pelearse con el espejo o con la balanza de peso, no siempre nos gusta lo que vemos, pero no por ello desaparece la medición; llamar falsa las encuestas es solo mandar el mensaje de que no nos aceptamos como nos ve el resto”. Llamar falsos los sondeos es cuando la mayoría de los mandatarios o políticos se someten a una investigación electoral y no les favorece, no queda otra que pelearse con la báscula. Esa es una postura natural de quienes no entienden la esencia de una encuesta.

Obviamente, el problema que plantean las mediciones de opinión pública muchas veces es su falta de credibilidad, son cuestionables sus fichas técnicas; es significativo que en la captura de datos para la investigación hay que tener en cuenta el arte observar, interpretar, comprender para luego potenciar la aproximación hacia la verdad en los diversos procesos de análisis, lo que llamamos nosotros la hermenéutica necesaria en los estudios de opinión, ineludible en nuestros sondeos. Se debe aprender a tener comprensión de estos instrumentos, es importante hacer la advertencia de que las encuestas en Venezuela están mostrando una grave realidad, a pesar del interés que puedan tener sus clientes, existe una visión compartida sobre la aguda crisis que transita el país.

Un estudio de opinión es una investigación que puede ser utilizado como un instrumento ventajoso y necesario para el diseño de nuevas estrategias para optimizar una gestión, conocer estado actual de un país en lo económico y social, monitorear la situación política y electoral, lo que piensa la gente ante las crisis en contextos económicos y sociales… no obstante, esta herramienta tiene una vertiente que puede ser utilizada para encausar un “efecto encuesta” que son aquellos estudios de opinión forjados para generar sensaciones que todo está bien, el país va por buen camino, la economía goza de buena salud, incluso para construir triunfos psicológico en el contexto electoral, es decir, actualmente se le impone a la mayoría de los medios de comunicación venezolanos una campaña dirigida por el gobierno donde aparecen algunas encuestadoras mostrando un país en crecimiento económico, sin escasez, cero desabastecimiento, inseguridad controlada, sin pobreza, la gente feliz… todo un paraíso.

En el año 2024 se realizarán las elecciones presidenciales, para muchos opositores es un momento estelar para el futuro político de Venezuela. Nicolás Maduro vive un complejo momento desde que llegó al poder, y es que todas las encuestas lo ubican con una popularidad en nivel de precariedad. Es significativo para este análisis decir que  el gobierno no ha tenido otra opción que reconocer la crisis, incluso el presidente Maduro la ve como una oportunidad para dejar atrás la cultura petrolera. Llevan 23 años prometiendo lo mismo. La promesa del país potencia que no termina de fraguar.

Los estudios de opinión pública no están diseñados para tumbar gobiernos, pero sí crean conciencia de las realidades que se estén viviendo en un momento histórico, esto se conecta con las reveladoras palabras de Maduro cuando en una de sus alocuciones destacó la necesidad de «ir contra la corriente» a la hora de hacer su trabajo y no pensar en lo que puedan decir las encuestas. «La politiquería no me interesa yo hago lo que tengo que hacer por amor, por conciencia». Maduro angustiado por datos cuantitativos, prefiere distraerse en la fenomenología y decir los resultados de las encuestas no son relevante para su gobierno, es decir que ese espejo cuando lo ve no le gusta. Mientras parte de la oposición en sus diferentes narrativas políticas-electorales se atreven a abrazar a la nada.

Correo: herná[email protected]

 

 

 

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