«Este plan va a funcionar», prometió el presidente Nicolás Maduro a los venezolanos en un mensaje televisado el pasado viernes.
El plan es su Programa de Recuperación Económica, con el que, asegura el mandatario, Venezuela detendrá la insoportable hiperinflación que sufre desde hace tiempo.
La subida constante y desaforada de los precios asfixia día a día a los venezolanos y dificulta la normalización de una economía sumida en una profunda crisis.
Y el plan de Maduro supone el más reciente intento por hacerle frente.
Sin embargo, tanto los economistas críticos con el gobierno como la oposición creen que está condenado al fracaso y solo servirá para agravar la escalada de precios.
El FMI estimó una inflación de hasta un millón por ciento para Venezuela este año
Para el gobierno de Nicolás Maduro, la causa de la hiperinflación es la guerra económica impulsada por Estados Unidos, las mafias colombianas y la oligarquía, actores a los que acusa de prácticas de contrabando y especulación para inflar los precios y obtener un beneficio desmesurado.
Pero opositores y analistas de tendencia liberal creen que la causa es la mala gestión económica de Maduro y destacan que lo que interesa a cualquier empresa es vender sus productos, no un mercado colapsado en el que la mayoría no pueda comprar casi nada por su alto costo.
BBC Mundo intentó aclarar en qué consisten los cambios económicos anunciados y sus perspectivas de éxito en la lucha por contener los precios.
Te lo explicamos en cinco claves.
1. Una nueva moneda más valiosa… al menos por ahora
Una de las apuestas estrella del gobierno venezolano es la introducción de una nueva moneda, el bolívar soberano, cuya implantación se anunció para este lunes 20 de agosto y tiene en vilo al país.
La nueva moneda venezolana se llama bolivar soberano
La hiperinflación hizo que la anterior moneda venezolana, el bolívar fuerte, ya no valga casi nada.
Billetes con los que hace un par de años podía hacerse la compra semanal de un hogar son hoy totalmente inservibles.
A veces uno los encuentra tirados por la calle.
Es tan poco el valor del bolívar fuerte que en el mercado paralelo, al que recurre la mayoría, un dólar se cambia a casi 6.000.000 bolívares.
La respuesta del gobierno es el bolívar soberano, que tendrá un valor nominal de cinco ceros menos que el actual bolívar fuerte y un nuevo cono monetario que, según Maduro, ayudará a estabilizar los precios.
Con el llamado bolívar fuerte las operaciones cotidianas de empresa alcanzan cifras billonarias
El nuevo billete, sin embargo, genera muchas dudas.
El presidente había anunciado inicialmente su entrada en circulación para el pasado mes de junio pero luego la aplazó.
El economista Asdrúbal Oliveros, de la firma de análisis Ecoanalítica, cree que »ayudará al menos a racionalizar la contabilidad de las empresas».
Operaciones cotidianas para ellas alcanzaban ya montos billonarios que hacen casi imposible llevar las cuentas y muchas transacciones han de fraccionarse porque los sistemas informáticos no admiten tantos ceros.
Sin embargo, Oliveros no cree que el bolívar soberano vaya a surtir efecto más allá de ese alivio temporal.
Algunos temen que los efectos positivos del cambio de moneda serán solo temporales
Por su parte, Francisco Rodríguez, economista jefe de la consultora Torino Capital y uno de los colaboradores de la candidatura de Henri Falcón, rival de Maduro en las elecciones presidenciales de mayo, subraya que »no se puede acabar con la hiperinflación sin un programa de disciplina fiscal y monetaria, y un compromiso creíble de disminución de la tasa de creación de dinero».
Maduro ha prometido que el Estado venezolano detendrá la impresión inorgánica de dinero físico.
Según economistas como Rodríguez u Oliveros, este sería un paso en la buena dirección, pero no ven al presidente dispuesto a darlo.
El peligro es que si no se ataca el origen real del problema, la hiperinflación no se detendrá y el bolívar soberano se hallará en pocos meses tan depreciado como lo está ahora el fuerte.
2. Una criptomoneda que vale lo que el petróleo
«Ellos dolarizaron los precios, ahora yo petrolizo el salario», proclamó Maduro.
Esa es la lógica detrás del petro, la criptomoneda creada por el gobierno venezolano para sortear las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea, darle estabilidad al nuevo bolívar y, según dijo Maduro, «proteger la capacidad de compra de los venezolanos».
Venezuela creó su propia criptomoneda, el petro
El gobierno ha fijado el valor de cada petro en 60 dólares, un poco menos que el precio medio del barril de petróleo venezolano en los mercados internacionales.
Decidió también que cada petro valdrá 3.600 bolívares soberanos.
Lo que se intenta es que la enorme riqueza petrolera de Venezuela respalde al petro y, por extensión, al nuevo bolívar soberano, conteniendo así la pérdida de valor galopante que acabó por hacer inservible a su predecesor.
«Se ancla la economía a una moneda fuerte como el petro, que además no tiene emisión», resumió el vicepresidente del Ejecutivo, Jorge Rodríguez.
El petro aparece así como el pilar fundamental de los cambios anunciados, pero todavía genera muchas dudas.
El petro aún genera muchas dudas en Venezuela
Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, la principal empresa de encuestas del país, celebra que «el gobierno ha reconocido la necesidad de anclar la economía a una variable externa a su control como el precio internacional del petróleo», pero lamenta que «lo hace camuflado en un vehículo bastante maltrecho en términos de confianza y credibilidad como el petro».
Francisco Rodríguez indica que la debilidad del petro estriba en que «no tiene precio de mercado» y no genera confianza, ya que aún no se conoce en qué condiciones podrá cambiarse.
Además, la producción petrolera que lo avala sufre una constante caída en los últimos años.
«Si el gobierno se tomase en serio el petro, entonces debería estar dispuesto a darle 60 dólares a cualquiera que aparezca con un petro», señala, y apuesta a que no va a ser así.
3. El salario mínimo se multiplicará por 60… ¿Y los precios?
Maduro decretó también una subida sin precedentes del salario mínimo.
Situado ahora en 3.000.000 bolívares fuertes, lo elevó hasta los 180.000.000 millones, es decir, 60 veces su valor actual y unos 30 dólares al cambio en el mercado paralelo.
El presidente anunció además que el Estado asumirá durante 90 días el costo de la subida salarial para «las pequeñas y medianas empresas», aunque no dio detalles de cómo lo hará.
Analistas advierten que el aumento del salario mínimo elevará el nivel de precio de los productos
Frente a las voces que alertan del potencial efecto inflacionario de una medida expansiva de este calibre, el vicepresidente Rodríguez mantiene que «todo esto se va a implementar sin aumentar el déficit fiscal».
Oliveros teme que esto no hará sino »meterle gasolina a la inflación».
Hay consenso en que los salarios, totalmente desfasados por la hiperinflación, debían subir.
Oliveros lamenta que hacerlo «por decreto no sirve de nada» y será contraproducente.
Pronostica »una etapa mucho más agresiva de la hiperinflación» como consecuencia de la «agresiva devaluación y expansión monetaria vía salarios y bonos».
4. El Estado quiere gastar menos e ingresar más… ¿Lo hará?
De acuerdo con todos los economistas consultados, el déficit público descontrolado es el problema radical a resolver si se quiere sacar a Venezuela de su crisis.
El Estado venezolano gasta mucho más de lo que ingresa. Analistas financieros internacionales estiman la diferencia está en torno al 20% del Producto Interno Bruto (PIB).
El gobierno de Venezuela asegura que con el nuevo plan detendrá la insoportable hiperinflación que sufre desde hace tiempo
El gobierno ha venido compensándolo con la impresión de dinero, lo que según la teoría liberal agrava la hiperinflación.
Ahora Maduro se ha comprometido con el objetivo de reducir el déficit a cero y asegura que la gran fortaleza de su plan es que no depende de la emisión de dinero físico.
A Luis Vicente León le parece »una propuesta interesante», pero ve «inverosímil su aplicación» y cree que «resulta contradictoria con un aumento descomunal de los salarios».
Alejandro Grisanti, otro de los expertos de Ecoanalítica, apela a la historia reciente para mostrarse escéptico: «Me cuesta pensar que Nicolás Maduro tenga la disciplina de controlar el gasto público».
La otra receta contra el déficit prometida por Maduro es incrementar la recaudación mediante la subida de algunos impuestos.
«En Venezuela los ricos evaden impuestos», repiten las autoridades.
El problema en este caso puede ser que el país apenas tiene una cultura de pago de tributos, como el mismo gobierno admite, y la falta de medios para implantar las subidas.
5. Un mercado de divisas ¿libre?
Venezuela vive hace años bajo un rígido sistema de control cambiario.
El Estado solo autoriza el cambio de divisas a través de un restrictivo modelo de subastas conocido como Sistema de Divisas de Tipo de Cambio Complementario (Dicom).
Venezuela mantiene desde hace años un estricto control de cambio
El tipo de cambio resultante de estas subastas adquiere carácter oficial y el bolívar tiene siempre frente al dólar un valor mucho más alto que en la calle.
El gobierno atribuye esto a la acción de páginas web extranjeras como Dolar Today.
Los venezolanos las toman como referencia para conocer el valor real de la divisa estadounidense, pero el Ejecutivo asegura que lo inflan deliberadamente para lucrarse con su venta.
Maduro lo llama »el dólar criminal».
Luis Vicente León, en cambio, achaca las disfunciones al sistema Dicom, en el que apenas se cambia un 10% de los dólares que circulan en Venezuela. «La inmensa mayoría de las transacciones se realizan en el mercado paralelo a un precio muy superior».
Maduro anunció el pasado 14 de agosto que se termina la gasolina casi gratis para todos en Venezuela
Todo el mundo prefiere los dólares a los bolívares y muy pocos los tienen.
La alta demanda de dólares y los pocos canales legales para obtenerlos disparan su valor en el abrumadoramente mayoritario mercado paralelo.
En lo que la mayoría de economistas interpreta como un reconocimiento del valor del dólar paralelo, el gobierno anunció la creación de un mercado libre de divisas, con la apertura de 300 casas de cambio autorizadas y la reforma de la Ley de Ilícitos Cambiarios, que regula el sistema actual.
León sostiene que es «el cambio más importante» de todos, porque permitiría que el sector privado comience a operar con normalidad.
Pero tanto él como otros expertos advierten de que habrá que esperar para comprobar si la liberación del mercado cambiario es total y recuerdan que el gobierno hizo anuncios similares en el pasado que finalmente no cumplió.
Si tampoco lo hace esta vez, alertan, la depreciación de la moneda venezolana continuará y con ella el círculo vicioso de la hiperinflación.
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