De seguro que si a la sociedad la formarán para liberarse de las ataduras de cualquier sistema depredador u opresor, ya no quedaría una sola democracia imperfecta, mucho menos las tiranías que empiezan abrazar las naciones. Pero la cultura de masas con su cultura pop está programada para que los más chicos se sometan a un régimen de opresión nefasto para la humanidad, que desde los primeros pasos denota claras intenciones de psicología conductistas con fusión de programación neurológica y modificación de la conducta natural de las personas para apercibirse de cualquier abuso, rechazo, discriminación, bullying, maltrato, etc. por parte de un sistema condicionante, de tal forma que el sistema es percibido por las personas como algo propio, sano, natural o peor aún, inofensivo.
Olvidando el pequeño detalle, que es esa la causa causorum de los peores sistemas de gobierno que se conocen en todas las naciones del orbe, en la escalada de un régimen tirano o totalitario y hambreador sobre los pueblos.
Es incongruente que el sistema de enseñanza democrático que habla de paz, libertad, igualdad y fraternidad, este diseñado en el fondo para ir contra todo esos valores; el diseño del sistema político descansa en el sistema ideológico predominantemente totalitario de enseñanza que es abiertamente tirano, opresor de orden global.
Siendo esta la causa por las que existen los regímenes tiranos en las naciones del mundo, solapadas por una sociedad cada vez más reticente a enterarse donde por un lado los sentimientos hipócritas, revanchistas ante las personas, por otro la consciencia adormecida ante el flagelo de la conducta opresiva de fustigación al otro como arquetipo del sistema de dominación de la sociedad.
No obstante, todos los días y en todas las épocas se habla que la educación debe cambiar, pero de ninguna manera se explica cómo, la razón, el porqué de tal labor, ni mucho menos se hace énfasis en los contenidos resultantes que se tienen al respecto; ya hablar de acciones en esa dirección, menos; sino que todo lo que se dice no es más que clichés publicitarios sin contenido, vacíos, palabras vacuas, que calan muy bien en los distintos estratos de la sociedad de cultura popular con ideología predominante totalitaria matizada bajo distintos sistemas políticos más o menos democráticos que nada solucionan.
No debe parecernos raro que los niños se nieguen a ir a la escuela. Los inocentes bien despiertos como suelen venir al mundo, se dan cuenta con claridad meridiana de forma inmediata que las escuelas son auténticas cárceles condicionantes generadores de toda clase de penas, abusos, traumas, adicciones, desviaciones de la psicología, como la delincuencia, masoquismo, y toda clase de conductas autodestructivas, hasta los peores y más oscuros delitos propios de las cárceles dentro de los sistema operativos penitenciarios.
Viendo las escuelas con claridad son semejantes a cárceles de cualquier población, las mismas paredes, rejas con campañas (timbres) e incluso colores, para el recreo, la merienda, almuerzo, y salida o alguna llamada de emergencia o atención al profesorado y chicos del plantel, donde ese timbre suena a momentos de gloria, libertad y sosiego para aflorar los pequeños y jóvenes su carácter.
En virtud de todo aquello, de aquí se puede entender porque una minoría demagoga y propagandista, depravada, robusta, con diferentes efectos, subyugue a las masas débiles con una voluntad flaca, indisciplinada e inconsciente del perjuicio de una mente abierta y sugestionada (hipnotizada) por el sistema.
Así que nada es fortuito, mucho menos en el tema social, aunque parezca, todo tiene una causa, en el sentido que existe una relación estrecha de los sucesos y hechos sociales con sucesos precedentes. Por lo tanto, las mismas circunstancias, producen siempre los mismos efectos como simple manifestación de una ley universal de causa y efecto, salvando, por supuesto, las excepciones, claro está.
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