El diccionario de la Real Academia, RAE, define una fobia como un “angustioso e incontrolable ante ciertos actos, ideas, objetos o situaciones, que se sabe absurdo y se aproxima a la obsesión”. La nomofobia, es una enfermedad de la modernidad que se encuentra referida al miedo irracional a estar sin teléfono móvil o que este no esté operativo por cobertura o por batería. Es una de las enfermedades sociales más comunes en la actualidad.
Alejandro Rodríguez Puerta (2020) comenta que “el término nomofobia surgió como una abreviación de la frase inglesa “no mobile phone fobia” y fue utilizado por primera vez en el año 2010 en un estudio realizado por la oficina de correos de Reino Unido. En este estudio, se comprobó que aproximadamente el 53% de los usuarios de teléfonos móviles sufrían algún grado de ansiedad cuando no podían utilizarlo por algún motivo”.
La guía Aprender a convivir con el móvil, elaborada por la Consejería de Políticas Sociales y Familia, de la Comunidad de Madrid (2018), define esta infección mediática como “tecnopatías o tecnoadicciones que se producen por un uso continuado y obsesivo de los dispositivos digitales. No se pueden considerar estrictamente “adicciones”, pero sí trastornos del comportamiento que dependen de nuestra voluntad y son el resultado de una conducta compulsiva”.
Juan Ramos Peredo, profesor de la Universidad de Cádiz, en una investigación realizada a través de trabajo de campo, encuestas y entrevistas a estudiantes, revela que 74% de los estudiantes encuestados denotaron algún tipo de intranquilidad al no contar con un dispositivo móvil digital. 73% de los alumnos indicaron que por lo menos de una a dos veces usan el celular mientras dialogan personalmente.
Así mismo, las entrevistas a los estudiantes ilustraron que algunos prefieren dialogar virtualmente con sus amigos o familiares antes que hacerlo en persona. Los resultados permiten inferir que existe dependencia y comportamientos de aislamiento social en los estudiantes al privilegiar del uso de los dispositivos móviles antes que hacerlo personalmente. Indica el investigador que este tipo de personas “vive la imposibilidad de dejar de revisar los mensajes, correos electrónicos, conversar por intermedio de las redes sociales virtuales, lo que se conoce como phubbing, una mezcla de las palabras inglesas phone (teléfono) y snubbing (desairar), que define al acto de ignorar a alguien por mirar el teléfono”.
El oftalmólogo Orlando Ustáriz, en una entrevista concedida al diario colombiano El Tiempo (2020), alerta que “el uso prolongado de pantallas en los niños se ha asociado también con alteraciones en el desarrollo, obesidad, calidad pobre de sueño y alteraciones en el desarrollo ocular.
Síntomas de la nomofobia
El portal de la Clínica española Orbium (s/f), especializada en adicciones como la nomofofia, destaca en su portal que existen varios indicadores que indican el padecimiento de la misma. Entre ellos se encuentran:
- Usar regularmente el teléfono móvil y dedicarle cada vez más tiempo, quitándoselo a otras actividades como el estudio, trabajo, quedar con amigos, ocio, etc.
- Tener dos o más dispositivos y llevar siempre un cargador contigo.
- Sentirte ansioso y nervioso ante la idea de perder el propio teléfono, no tenerlo cerca o disponible, o no poder usarlo por estar «fuera de lugar», por la falta de conexión, la batería descargada…
- Uso continuado del móvil en lugares y situaciones en las que está prohibido su uso o es peligroso (conduciendo, caminando, en el cine o en el teatro, restaurantes, etc.). También puede que se eviten estos contextos para poder seguir utilizándolo.
- Mirar de forma continuada la pantalla del teléfono para ver si se has recibido mensajes o llamadas.
- Mantener el teléfono móvil siempre encendido (24 horas al día) y dormir con él en la cama.
- Tener pocas interacciones sociales cara a cara, preferir comunicarse utilizando las nuevas tecnologías.
- Intentar de forma repetida controlar, reducir o parar el uso del móvil.
- Contraer deudas o grandes gastos por el uso del teléfono móvil.
- Estado de agitación, irritabilidad, angustia, desorientación y con frecuencia síntomas físicos como taquicardia, temblores, alteraciones en la respiración, etc.
Esta misma organización destaca que la psicoterapia cognitivo-conductual es uno de los métodos más utilizados en el tratamiento de la adicción a las nuevas tecnologías e Internet y que han demostrado su efectividad para este tipo de trastorno.
Cuando su niño se enganche al celular piense en los efectos de la nomofobia. Tomar decisiones a tiempo es la mejor de las soluciones a una enfermedad mediática tan común y peligrosa como esta.
La educación en medios debe ser considerada con prontitud, como una materia obligatoria y necesaria en los subsistemas educativos de nuestro país.
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