El expresidente de Bolivia Evo Morales sostuvo este martes que en América Latina hay una «rebelión democrática» por los triunfos electorales de candidatos identificados con la izquierda y auguró la vuelta del kirchnerismo y el chavismo a la región.
«Yo siento (que) en América Latina hay una rebelión democrática», manifestó Morales en un evento en la ciudad andina de Oruro por el 37 aniversario de su partido, el gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS), al que también asistieron el presidente del país, Luis Arce, y el vicepresidente David Choquehuanca.
«Ganamos en Perú, un aplauso para el hermano Pedro Castillo (…) Ganamos en Chile. Ojalá no pase nada en Colombia, si no pasa nada, en Colombia va a ganar por primera vez un partido de izquierda con el hermano (Gustavo) Petro. Nuestro respeto y admiración», sostuvo el exgobernante, que preside al MAS.
También vaticinó el triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva en las próximas elecciones presidenciales en Brasil, ante centenares de militantes del MAS, además de parlamentarios oficialistas, ministros y los embajadores de Argentina, Nicaragua, Venezuela, Rusia, Cuba y Palestina, a quienes saludó al iniciar su discurso.
«Imagínense, vuelven los tiempos del kirchnerismo, del chavismo, de Lula. No estamos solos», indicó.
A su juicio, «Estados Unidos sigue perdiendo», pues «ya no hay Guerra Fría», ni tampoco Grupo de Lima «para atacar» al fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez, o a su sucesor, Nicolás Maduro.
«¿Dónde está la llamada Alianza del Pacífico? Con la Alianza del Pacífico querían destrozar a Unasur, a Celac, ya no hay Alianza del Pacífico», agregó.
La Alianza del Pacífico es un mecanismo de integración regional creado en 2011 por Chile, Colombia, México y Perú que sigue vigente y al que Ecuador aspira a unirse como socio pleno.
El exgobernante hizo un llamado a sus militantes a mantener la unidad para garantizar la continuidad de la «revolución democrática cultural», como llaman al gobierno del MAS.
Arce coincidió con Morales en pedir la unidad del partido gobernante y mencionó que ese fue el requisito para el triunfo en las elecciones de 2020 en las que el MAS retornó al poder tras casi un año de la gestión interina de Jeanine Áñez, que para el oficialismo fue un «gobierno de facto».
El MAS considera que en 2019 hubo un «golpe de Estado» contra Evo Morales, mientras que sus detractores sostienen que su renuncia a la Presidencia y la posterior crisis fue producto de las denuncias de un fraude para favorecerle en los fallidos comicios generales de ese año, luego anulados.
Los pedidos de unidad de Arce y Morales surgen en medio de algunas disidencias y posiciones encontradas entre corrientes internas que piden una renovación de dirigentes en el oficialismo y otras que defienden el liderazgo del exmandatario.
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