Al menos 928.000 ucranianos están sin suministro eléctrico por la guerra desatada tras la invasión rusa, según dijo este jueves el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, en su rueda de prensa diaria.
La cifra la comunicó el mismo Ministerio de Energía de Ucrania a las agencias humanitarias que siguen trabajando en el país, precisó Dujarric.
Además, 259.000 personas ha perdido la conexión al gas natural.
La situación es especialmente crítica en las ciudades de Chernihiv, Donetsk, Mykolaiv, Zaporizha y Kabatsa, especificó el portavoz.
Además, citó un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que denunció 43 instalaciones médicas atacadas durante la guerra.
Esta situación la condenó la OMS con rotundidad al recordar que según el derecho internacional «los recintos médicos y sus trabajadores y transportistas deben ser respetados» por los bandos en conflicto.
Sobre el futuro de Ucrania
Este jueves, el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, dijo que «la situación en Mariúpol no debe convertirse en el futuro de Ucrania».
Maurer se encuentra en ese lugar para evaluar las necesidades humanitarias más urgentes en los centros urbanos convertidos en los campos de batalla de la guerra iniciada con la invasión de Rusia.
En la ciudad costera de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, el sufrimiento de los civiles es particularmente intenso a causa de los constantes bombardeos.
Devastación en Kyiv
Así como por el asedio de las fuerzas rusas, que no permiten la entrada segura de alimentos, agua potable o medicamentos para los cientos de miles de personas que se encuentran allí.
Maurer dijo que la devastación que observó en su trayecto a Kyiv es amplia. Recordó a las partes de este conflicto que «incluso sin un cese de las hostilidades se pueden hacer cosas para limitar el sufrimiento de los civiles».
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