Cientos de venezolanos iniciaron este viernes el largo viaje hacia Perú desde la ciudad ecuatoriana de Tulcán en la frontera con Colombia, en una treintena de autobuses alquilados por el gobierno, antes de que entre en vigor el requisito de pasaporte para entrar al país.
Se concentraron aproximadamente 500.000 inmigrantes en el terminal de Rumichaca, que pudieron pasar desde Colombia sin pasaporte gracias a una exención no confirmada en el requisito de presentar ese documento para acceder al país.
En horas de la noche, las autoridades colombianas comenzaron a emitir nuevamente el «visado andino», que no requiere el pasaporte, y media hora después los inmigrantes recibieron del lado ecuatoriano el reconocimiento a esa visa y pudieron cruzar, confirmaron algunos de ellos.
Jesús Mendoza, proveniente del estado Monagas y quien viajaba con un amigo de la infancia, dijo que él no tenía pasaporte y que le dejaron entrar con la visa andina.
«Tengo la carta andina y mi esperanza es llegar antes del 25 para entrar al país y trabajar legalmente», subrayó este emigrante, que dejó a su esposa e hijo en Venezuela.
Hasta ahora los venezolanos cruzaban las fronteras de ambos países solo con la carta andina, pero el requisito del pasaporte dejó a muchos varados porque no tienen la posibilidad de regresar a Venezuela a buscar el documento.
Entre los inmigrantes circuló desde el jueves en la tarde la información acerca de la llegada de los 32 autobuses.
En un principio se pensó que se trataba del mismo corredor abierto el miércoles por la Prefectura de Pichincha, pero se confirmó que los autobuses, pertenecientes a varias cooperativas, fueron alquilados por el ministerio de Inclusión Social y que la Secretaría de Riesgos aportó la alimentación para el viaje.
A lo largo de la noche, los que llegaron fueron clasificados en carpas por grado de vulnerabilidad, con el fin de dar prioridad a los de mayor edad, mujeres con niños, familias, etc.
«Nos están dando brazaletes, nos dicen que nos van a sellar acá la carta andina y nos van a llevar. Dicen que tenemos que estar antes de las 6 de la mañana en Perú porque hasta mañana nos van a dejar pasar», declaró Alejandra Rivero, sin saber que es imposible llegar a esa hora.
Los dos pasos fronterizos están separados por una distancia de más de 800 kilómetros, y para recorrerla se requieren más de quince horas, por lo que llegarán aproximadamente a las 2:00 pm el viernes.
La primera en subir a los autobuses fue una profesora de 28 años, Keyttielys Quintana, de Apure, que viajaba con su sobrino César.
Los primeros vehículos partieron de Rumichaca con entre 30 y 40 pasajeros, pero iban a parar en otros centros de concentración de venezolanos en la ciudad para recoger a más inmigrantes.
Está previsto que los autobuses paren en el Parque Ayora, el Parque Central y en Coliseo, según fuentes policiales que pidieron no ser identificadas.
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