El tenista ruso Daniil Medvedev, quien defenderá por primera vez su número uno mundial en el Masters 1000 de Indian Wells, aseguró el miércoles que maduró desde su derrota ante Rafael Nadal en la final del Abierto de Australia.
Medvedev, de 26 años de edad, se quejó de «falta de respeto» por parte de aficionados en Melbourne después de que Nadal le remontara una ventaja de dos sets en la final del primer Grand Slam.
Anteriormente, el tenista de Moscú recibió una multa de 12.000 dólares por sus protestas al juez de silla en su triunfo de semifinales ante Stefanos Tsitsipas.
«Me hizo madurar el Abierto de Australia», afirmó este miércoles Medvedev en la rueda de prensa previa al inicio de Indian Wells (California). «Entendí que tenía mucho que trabajar en mí mismo».
El 28 de febrero, Medvedev se convirtió oficialmente en el número uno del ranking de la ATP, producto de la derrota unos días antes del serbio Novak Djokovic en cuartos de final en Dubai.
Medvedev no pudo celebrar el logro con un título en Acapulco, donde volvió a perder ante Nadal.
El ruso y el español, que en Australia superó a Djokovic y Roger Federer en coronas de Grand Slam (21), podrían verse las caras de nuevo en las semifinales de Indian Wells. En el torneo el astro serbio no pudo viajar por su negativa a vacunarse contra el coronavirus.
El ruso admite que existe «mucha presión» al jugar como número uno mundial «pero al mismo tiempo mucha motivación».
La sombra de la guerra
Medvedev lucirá el número uno pero deberá competir sin bandera después de que las autoridades dictaminaran que los tenistas rusos y bielorrusos no pueden jugar con los nombres y símbolos de sus países. La decisión se tomó a raíz de la ofensiva militar lanzada por Moscú en Ucrania.
«Quiero jugar al tenis, jugar en diferentes países, quiero promover mi deporte», dijo Medvedev. «Ahora mismo la situación es que esa es la única forma en que puedo jugar, así que eso es lo que voy a hacer».
El ganador del pasado Abierto de Estados Unidos también reiteró su llamado a la paz, mientras los combates alcanzan ya las dos semanas en Ucrania.
«Mi mensaje es siempre el mismo: quiero la paz en todo el mundo«, afirmó. «Creo que todos los tenistas dirán lo mismo».
El conflicto proyectará sin duda su sombra sobre Indian Wells, donde están inscritos una docena de jugadores de Rusia y cuatro de Bielorrusia, además de cuatro de Ucrania.
Una de las participantes ucranianas fue Dayana Yastremska, finalista el domingo en Lyon, una semana después de escapar de bombardeos en su ciudad natal, Odesa.
Yastremska salió a la pista el miércoles para enfrentarse a la francesa Caroline Garcia cubierta por una bandera de su país. A pesar de que salvó dos puntos de partido en el desempate del segundo set, la ucraniana acabó cayendo ante Garcia por 6-4, 6-7 (8/10) y 7-5.
Osaka se estrena ante Stephens
En segunda ronda, Garcia enfrentará a la joven británica Emma Raducanu, undécima sembrada y vigente campeona del Abierto de Estados Unidos.
Raducanu disputará su primer partido desde que una lesión de cadera la obligó a retirarse de la primera ronda de Guadalajara el mes pasado.
Los 32 cabezas de serie de los cuadros de ATP y WTA están exentos de disputar la primera ronda pero el torneo femenino deparó en esa instancia un apasionante choque entre la japonesa Naomi Osaka. La tenista se alzó cuatro veces campeona de Grand Slams, y la estadounidense Sloane Stephens, ganadora del US Open de 2017.
Osaka, exnúmero uno mundial, cayó fuera de las 80 primeras plazas del ranking tras caer en la tercera ronda del Abierto de Australia, donde defendía título.
En otros cruces de primera ronda disputados el miércoles, la ucraniana Anhelina Kalinina se impuso a la francesa Clara Burel por 6-3 y 6-2; la japonesa Misaki Doi remontó para vencer a Anastasia Potapova por 0-6, 6-4 y 6-3; la australiana Ajla Tomljanovic venció a la estadounidense Hailey Baptiste por 6-2, 2-6 y 6-2; y la china Zheng Qinwen se impuso a la rusa Vera Zvonareva, ganadora de la edición de 2009, por 6-3 y 6-2.
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