Los gobiernos de Joe Biden y de Nicolás Maduro confirmaron una reunión en Caracas el fin de semana pasado. Aunque se desconoce con exactitud la agenda, Jen Psaki, secretaria de Prensa de la Casa Blanca, adelantó que conversaron temas que incluyen seguridad energética y la salud de los ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela.
Nicolás Maduro desestimó, en una inusual alocución transmitida por Venezolana de Televisión, las informaciones publicadas por las agencias de noticias relacionadas con la reunión, que se desarrolló en total secreto en Miraflores. Pero anunció, sin embargo, la restructuración y el reinicio de las negociaciones en México y mostró su interés en aumentar la producción petrolera. Estos dos puntos, de acuerdo con The New York Times, Reuters y The Associated Press, se discutieron en el encuentro.
Expertos, en conversación con El Nacional, plantearon posibles escenarios que se presentarían, ante la aún poca información, entre Venezuela y Estados Unidos, en un contexto en el que la presión internacional pesa sobre el gobierno ruso de Vladimir Putin, un gran aliado de Nicolás Maduro, luego de invadir militarmente a Ucrania.
A la reunión asistieron Juan González, asesor de Joe Biden para América Latina; James Story, embajador para la Oficina Externa de los Estados Unidos para Venezuela; Nicolás Maduro, Cilia Flores y Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional electa en 2020. Aunque las autoridades venezolanas no lo confirmaron, también se habló de la presencia de directivos de la empresa petrolera Chevron.
Concesiones y sanciones
Geoff Ramsey, director para Venezuela de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, dijo que se debe entender el contexto de lo que está ocurriendo y destacó que, si bien la cobertura inicial se ha enfocado en los cambios geopolíticos que se han visto después de la invasión rusa, Estados Unidos no está abandonando la bandera de la democracia y derechos humanos en Venezuela.
«Hasta ahora, la administración de Joe Biden ha sido muy clara en insistir en que no puede haber un levantamiento de sanciones de manera unilateral. Es decir, si no hay concesiones significativas por parte del régimen de Maduro, Estados Unidos no cambiará o modificará ninguna sanción. Y no creo que eso vaya a cambiar», afirmó.
Ramsey manifestó que Venezuela no puede reemplazar la importación de petróleo rusa hacia Estados Unidos porque no tiene capacidad de producción. Afirmó que la reunión no estuvo estrictamente enfocada en el crudo ni en un acercamiento con Maduro para sacarlo de la órbita de Vladimir Putin. «Creo que hay que entender esta visita en una política que empezó hace años de promover reformas, gestos concretos, en el marco de negociaciones que puedan darse elecciones libres y democráticas en Venezuela».
Reinicio de las negociaciones
En consideración del experto, el encuentro se inclina más hacia la estrategia de Estados Unidos y el resto de la comunidad internacional en promover el reinicio de las negociaciones en México.
El gobierno de Venezuela liberó a dos estadounidenses el martes en la noche. Uno de ellos es Gustavo Cárdenas, exvicepresidente de Relaciones Estratégicas de Citgo, filial de Petróleos de Venezuela en Estados Unidos, acusado por corrupción. Otros cinco exdirectivos de la compañía continúan detenidos.
La segunda liberación fue la de Jorge Alberto Fernández, un cubano-estadounidense detenido a comienzos de 2021 en el estado Táchira. «Injustamente detenido y acusado de terrorista, simplemente por llevar consigo un dron», denunció la Coalición por los Derechos Humanos y la Democracia.
Ramsey resaltó algunas concesiones inmediatas como esas liberaciones de estadounidenses presos en Caracas. Esto, aseguró el experto, significa un gesto importante de Maduro.
La apuesta de la comunidad internacional, aseguró, es la restauración del proceso de negociación en México. «Lo vimos claramente con la declaración de 19 países y la Unión Europea hace dos semanas, y en la última declaración del Grupo Internacional de Contacto. Creo que la apuesta es que se reactiven a las negociaciones y lograr concesiones importantes que lleven hacia una transición democrática», agregó.
Boicot energético a Rusia
El especialista en economía y petróleo Antonio De La Cruz, director ejecutivo de Inter American Trends, afirmó que la reunión básicamente fue una decisión de la Casa Blanca y del Departamento de Estado para abordar una propuesta al régimen de Maduro: aumentar el número de barriles de petróleo en el mercado.
Afirmó que el objetivo principal es lograr boicotear la industria energética de Moscú. «Para poder Estados Unidos sancionar la importación de petróleo desde Rusia (550.000 b/d el año pasado), buscan subsanar esa producción y por ello van a Caracas a evaluar ese escenario, porque van acompañados de Javier La Rosa, presidente de Chevron en Venezuela y otro alto ejecutivo de la compañía. Esto es con la intención de que esos 550.000 barriles que hoy importa Estados Unidos no tengan un impacto sobre el precio del barril. Porque para la administración Biden es sumamente importante hacer control de daños en una sanción a las compañías petroleras rusas porque inmediatamente eso dispararía el precio del barril», explicó.
El barril del doble BTI, el crudo marcador de los Estados Unidos, cerró el lunes en 126 dólares. Esto, afirmó De La Cruz, llevó a que el precio del galón de gasolina aumentara por encima de los 4 dólares. «Con respecto a la semana pasada son 40 céntimos más y eso tiene un impacto en el bolsillo del ciudadano común. Además, hay que recordar que estamos en un año electoral que tendría un alto impacto para el voto de los demócratas, porque podrían perder las Cámaras de Representantes y el Senado», señaló.
Venezuela, sin capacidad
La internacionalista Giovanna De Michele, magíster en Seguridad y Defensa Nacional, al igual que Ramsey, cree poco probable que Venezuela provea crudo a Estados Unidos debido a sus bajos niveles de producción. Afirmó, además, que el gobierno de Maduro no ofrece ninguna garantía de estabilidad.
«Si no podemos ofrecer estabilidad ni siquiera en la relación diplomática entre Estados Unidos y Venezuela, ¿cómo pensar que vamos a ofrecer estabilidad en el suministro de crudo? En Venezuela está sujeto a una gran cantidad de variables internas que el Estado venezolano no ha sido capaz de solventar. Para producir crudo, tenemos que garantizar la continuidad de servicios básicos como electricidad, la continuidad en la parte de los disolventes que obtenemos de países como Irán; una serie de elementos o condiciones que no dependen directamente de Venezuela. No seríamos nunca un proveedor confiable para Washington», expuso.
De Michele cree, en cambio, que la visita a Venezuela de la delegación de Biden está relacionada con el reacomodo de la política exterior para América Latina. «Desde hace un buen rato Estados Unidos ha tomado conciencia de la poca efectividad de las sanciones y de la necesidad de buscar un nuevo acercamiento. No me parece casual que se reabra el Consulado y la representación diplomática de Washington en La Habana y que paralelamente se esté buscando un mayor acercamiento con Venezuela», dijo.
Maduro «aprovecha» la tensión internacional
La internacionalista Elsa Cardozo afirmó que todo indica que la invasión militar de Rusia a Ucrania, las respuestas en sanciones que ha tenido Occidente y la tensión que no deja de crecer, tuvieron relación con la reunión en Caracas y que, además, hay mucha importancia en entender esa visita.
«Por un lado, uno podría pensar que el gobierno de Venezuela está aprovechando el momento de alta tensión internacional. Y, por otro lado, el gobierno de Estados Unidos, especialmente porque uno de los temas que no habían tocado las sanciones (contra Rusia) y que sería una presión muy fuerte era el tema del sector petrolero y el gas, más allá de algunas decisiones específicas que sí se habían tomado, como la decisión de Alemania de no certificar el funcionamiento del gasoducto del Nord Stream 2. Pero sanciones en el sector petrolero no había y una de las grandes preocupaciones era que Rusia era un gran proveedor de petróleo y gas», señaló la investigadora.
«Había en Estados Unidos propuestas de que se acuda a Venezuela para contar con suministros venezolanos para contribuir al alivio ante unas sanciones en el ámbito petrolero de Rusia. El gobierno ganaría alivio de sanciones a cambio de ofrecer su petróleo, y aquí es cuando entramos a la otra interpretación: dadas las circunstancias, el gobierno de Estados Unidos podría tener en mente aprovechar el momento, y también la necesidad del Estado venezolano, para negociar levantamiento de sanciones y posibilidad de un alivio de la carga del sector petrolero, a cambio de los presos de Citgo, suministro de petróleo», añadió.
Las sanciones: el interés de Maduro
De La Cruz dijo que la perspectiva de que Venezuela ponga barriles de crudo adicionales en el mercado es cero, pero, resaltó, lo que le interesa a Maduro es que el gobierno de Biden flexibilice las sanciones para poder exportar petróleo.
«Que los compradores de ese crudo venezolano vayan a Venezuela sin temor de ser sancionados, buscar legitimar todos los ingresos que tiene por exportación petrolera, que hoy en día son ilegítimos porque, al ser sancionados, nadie puede hacer negocios con Pdvsa. Por lo tanto, todo aquel que tenga negocios con Pdvsa, es algo ilícito», expresó.
La presencia de Chevron
Destacó que, desde lo estratégico, es más un efecto para decir que Venezuela pudiese aumentar la producción petrolera. «Y, al estar detrás de eso Chevron, darle credibilidad a esa afirmación y afectar e impactar en el precio del barril del doble BTI y tratar de evitar que se dispare», explicó.
Una sanción a la exportación de crudo ruso, explicó el experto, sacaría del mercado alrededor de 7 millones de barriles día y eso tendría un impacto muy alto. «Podríamos ver precios tranquilamente entre 150 dólares y 180 dólares el barril; y el precio del galón de gasolina en Estados Unidos podríamos verlo en 7 u 8 dólares, algo que afectaría muchísimo a la administración de Biden», dijo.
«Chevron asistió porque quiere darle confianza a un plan de producción que ellos tienen previsto, si modifican la ley de hidrocarburos, donde pasarían a tener la mayoría en las empresas mixtas, de llegar a producir 850.000 barriles día; hasta ahora no han dicho el tiempo, pero estimo que podría ser en 4 o 5 años porque actualmente la producción de Chevron en Venezuela debe estar alrededor de unos 100.000 o 110.000 barriles día; unos 60.000 en Boscán (Zulia) y el resto en la Faja Petrolífera del Orinoco», señaló.
Biden intenta recuperar espacios
De Michele dijo que la reunión también pudo estar orientada a la recuperación de espacios de Estados Unidos en América Latina.
«Estados Unidos perdió muchos espacios, que fueron ocupados por Rusia, China, Irán y Turquía. En estos momentos, dada la invasión rusa al territorio de Ucrania y la evidente debilidad de Rusia por el impacto de las sanciones que le ha impuesto buena parte de la comunidad internacional, Vladimir Putin deja espacios vacíos en la región porque no puede tener la misma presencia de antes. Es posible que Estados Unidos esté aprovechando esa coyuntura de una categórica debilidad para tratar de recuperar los espacios perdidos en la región, y entre esas espacios está precisamente Venezuela», analizó.
Ratificó que el principal propósito que tiene Maduro es el levantamiento total de las sanciones, que no será posible si no hay concesiones por parte de Venezuela.
«Cualquier esfuerzo que se haga de manera directa entre Washington y Caracas me parece absolutamente alentador y positivo para los venezolanos. Es la manera real de propiciar una comunicación asertiva, que realmente dé algún tipo de fruto. Ya se había planteado por parte de la oposición, incluso la que lidera Juan Guaidó, la intención de solicitarle a Estados Unidos una flexibilización de las sanciones. No descarto que haya sido uno de los temas de agenda que, ahora la situación de Rusia lo acelera», indicó la experta.
Para Maduro, una oportunidad
El director para Venezuela de WOLA afirmó que el desafío para el régimen venezolano es demostrar que este tipo de contactos puede conducir a resultados concretos.
«Es una oportunidad para Maduro y su entorno para que demuestren que son serios cuando hablan de la necesidad de un diálogo creíble. Las experiencias de negociaciones pasadas dan muchas razones para ser escépticos, pero creo que el régimen de Maduro nunca ha enfrentado el nivel de presión que enfrenta ahora con todas las sanciones y el hecho de que sus cuentas de divisas en Rusia estén congeladas por las nuevas sanciones. Todavía estamos en un momento en el que Maduro está bajo muchísima presión y no veo ninguna señal en que la comunidad internacional está interesada simplemente en normalizar las relaciones con Maduro y aceptar la existencia de una dictadura indefinida», expresó.
Ramsey recordó que Rusia es oficialmente un cogarante, junto a los holandeses, del proceso de negociaciones entre el madurismo y la oposición en México.
«Es muy difícil pensar en los rusos como un actor neutral en Venezuela, pero en el proceso hasta ahora de las negociaciones en México no hemos visto que tengan un papel muy relevante. No lo veo como un obstáculo. Sí creo que de cierta forma el gobierno ruso ha intentado utilizar a Venezuela como una ficha en su juego geopolítico, pero no veo a Venezuela como un país clave a la estrategia de Putin. Creo que Putin necesita a Ucrania y de la influencia que tiene en el este de Europa mucho más que necesitar de un país satélite en América Latina. Los rusos, si bien son relevantes, no han demostrado un interés en arriesgar y apostar todo en una Venezuela inestable donde un cambio de gobierno puede ocurrir», manifestó.
Supuesta presencia militar rusa
Quizá, añadió De Michele, en la reunión Estados Unidos trató de medir hasta qué punto es real la supuesta presencia militar rusa en Venezuela. Aunque las autoridades estadounidenses ya deben tener información al respecto, recibirla de viva voz del gobierno de Maduro sería muy importante porque les permitirá cotejarlas.
Subrayó que ya hubo una amenaza por parte de un funcionario de la cancillería rusa de un despliegue militar en Venezuela, así como en Nicaragua y Cuba. Si eso sucediera, afirmó, cambiaría completamente el balance en la región porque apuntarían hacia blancos en territorios en Estados Unidos, una situación «completamente diferente» a la que ocurre en Colombia, donde las unidades militares estadounidenses están para coadyuvar con el gobierno colombiano en la solución de un problema interno.
«Tratar de aproximarse en estos momentos a Venezuela y saber qué es lo que verdaderamente está manejando Venezuela tiene un altísimo valor estratégico para Estados Unidos», afirmó.
Poco interés de «traicionar» a Putin
De La Cruz planteó que la disposición de Venezuela de lograr un entendimiento con Estados Unidos es mínima porque Maduro está comprometido con Rusia, quien le asegura su estabilidad en el poder. «Si bien es cierto que Maduro tiene el apoyo para mantenerse en el poder a través de los militares y los negocios ilícitos que ellos manejan, Rusia es el garante de eso, porque Rusia es el que maneja toda la parte del armamento que hoy existe en Venezuela, con técnicos y toda la parte cibernética que permiten controlar este tema», afirmó.
Vladimir Putin, ¿vengativo?
Un reportaje de la agencia de noticias Reuters señaló que el gobierno de Maduro ha pedido a Vladimir Putin que descongele los fondos económicos depositados en bancos rusos sancionados por Estados Unidos, como Promsvyazbank, donde Petróleos de Venezuela y el Ministerio de Defensa tienen cuentas bancarias.
«Uno no sabe si esa falta de capacidad de Rusia de garantizar esos fondos es debido al nivel y el alcance de las sanciones que hay en contra de Rusia o si es una medida retaliativa por esa reunión que se produjo entre Venezuela y Estados Unidos», manifestó De Michele.
La internacionalista presume que Rusia pudiera tener conocimiento de la agenda que se discutió en Miraflores el fin de semana y expresó que se debe ver con cautela cuáles serán los próximos movimientos que se darán para hacer una evaluación más precisa.
Cardozo resaltó que no se debe pensar que el gobierno de Venezuela «las tiene todas consigo» porque está en dificultades por todas las sanciones aplicadas a Rusia. Otro tema que hay que tomar en cuenta, señaló, es la alineación política como incondicional de Maduro con Putin, con declaraciones, sin medias tintas, de apoyo total.
«El tema político es importante y cómo Estados Unidos puede buscar la manera de disminuir las implicaciones que puede traer todo este apoyo incondicional de Maduro a Putin. Insisto mucho en estos tiempos no solo en los temas de despliegues e infraestructuras militares, también en la desinformación y los ataques cibernéticos. Eso es una cosa que también debe preocupar», afirmó.
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