La primera batalla de la que se tiene registros detallados de su ocurrencia es la de Megido. La ubican en el siglo XV antes de Cristo. Es decir, hace 36 siglos. El faraón Tutmosis III y sus fuerzas egipcias se enfrentaron a una coalición cananea comandada por el rey de Kadesh. Cuestiones de la soberanía sobre Retenu. Esa zona que incluye a Israel, Palestina y Siria, desde el norte del desierto del Neguev hasta el río Oronte, es la zona que los egipcios denominaban como Retenu o Rechenu. La reina-faraón Hatshepsut, (madrastra de Tutmosis) en esos días finales de su regencia se enfrentó a los gobernantes de la antigua Retenu, quienes intentaron independizarse de la hegemonía egipcia. Desde el primer momento del reinado de Tutmosis los levantamientos en Retenu eran el día a día. Retenu se alió con el reino de Mitani en las orillas del Éufrates, y con el de Kadesh, en cuya fortaleza encontraban refugio. A esta alianza se unió también Megido, ciudad de importancia estratégica por su situación geográfica en el valle de Jezreel, tras el monte Carmelo y el Mediterráneo, desde donde se podía controlar la ruta principal entre Egipto y Mesopotamia. El rey de Kadesh asumió el mando de esta coalición. Los cananeos fueron obligados a retirarse a la ciudad de Megido, donde posteriormente fueron asediados y vencidos. La batalla terminó con una victoria egipcia. Con el restablecimiento de la dominación egipcia en Canaán, Tutmosis III comenzó un reinado en el que el imperio egipcio alcanzó su época de mayor expansión. En esa época no había opinión pública como la actual y la batalla se empezó a conocer con las fuentes de las escrituras jeroglíficas del templo de Amón y otra en el templo de Ptah. Las estelas donde estaban registradas las incidencias de la batalla son unas lápidas monolíticas conmemorativas donde se inscriben esos eventos. El equivalente ancestral del muro de Facebook, el timeline de Twitter o el archivo de YouTube. Allí, en el templo de Amón y el de Ptah encontraron encerrada a la opinión pública pronunciada para la batalla. Y la batalla fue como si dijéramos 3.600 años después: la madrastra (URSS) del faraón Vladimir I, en sus últimos años de regencia se enfrentó en esos días finales a los gobernantes de esas naciones que integraban la URSS y que empezaron a luchar por su independencia y por librarse de la influencia de la orbita comunista. El rey Kadesh de aquel entonces lo es ahora la OTAN encabezada por Estados Unidos. Tutmosis III ya ustedes saben que es Putin. Facebook, Twitter y YouTube ya no son los pedestales de los templos encerrados en las arenas del desierto, y hoy hay opinión pública que sigue en tiempo real los acontecimientos. La coalición cananea esta reproducida en Ucrania y el rey Kadesh todavía no termina todavía de constituirse en la OTAN. Así como van en el asedio, los egipcios de Moscú pueden volver a triunfar.
Vigésimo primer taquito
La noción occidental de Estado moderno con territorio, población y gobierno o soberanía se ha visto asediada en estos últimos tiempos de crecimiento de la multilateralidad y del desarrollo incontrolable de la tecnología. La multilateralidad, que pudiéramos referirla formalmente a sus inicios desde la reunión de Bretton Woods en 1944 para orientarla solo al plano económico con la creación del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional; y al político con la Organización de Naciones Unidas. En 1949 se extendió al militar con la suscripción inicial de un pacto entre Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y Reino Unido; a los que se le fueron incorporando otros en el tiempo hasta completar a la actualidad 30 países. Fue el nacimiento de la OTAN y la multilateralidad militar. La respuesta a la creación de la OTAN en el bloque político global que encabezaba la Unión Soviética fue la activación del tratado de amistad, colaboración y asistencia mutua mejor conocido como el Pacto de Varsovia, suscrito por 8 países entre los cuales estaban además de la Unión Soviética, Albania, Alemania Oriental, Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia y Rumania. Además, participaban como observadores, China, Corea del Norte y Mongolia. La multilateralidad de ese entonces trataba de reducir la unilateralidad que provocaba guerras, en un esfuerzo de conservar la estabilidad y la paz a nivel mundial. La presencia de la multilateralidad tecnológica en la disposición del arma nuclear por varios de los países de ambas multilateralidades militares congeló las posibilidades de una nueva guerra mundial y el planeta vivió una relativa paz durante 45 años, en ese periodo que se llamó la Guerra Fría.
Vigésimo segundo taquito
Y volvemos otra vez a apelar la muletilla política e histórica para delimitar en estos últimos tiempos cualquier texto de orden político, histórico y militar que incida en las relaciones internacionales. Después de la caída del Muro de Berlín, de la disolución de la Unión Soviética y la desaparición de la Guerra Fría (sirve como un excelente tajo certero para delimitar retóricamente) el multilateralismo militar empezó a boquear. El pacto de Varsovia murió el 1 de julio de 1991, como apoyo principal de la Unión Soviética, se fue a la tumba primero que ella que terminó de disolverse en diciembre de 1991. A medida que se disolvía el multilateralismo político y militar de la Unión Soviética y el pacto de Varsovia, la OTAN se mantenía con su mismo objetivo de seguridad colectiva y operando con arreglo al principio de que un ataque contra uno o varios de sus miembros se considera un ataque contra todos. Eso es lo consagrado en el artículo 5 del Tratado de Washington. Y Ucrania no es miembro de la OTAN. Adicionalmente, a partir de 1991 se sucedieron la guerra de Eslovenia (1991), la guerra de Croacia (1991-1995), la guerra de Bosnia (1992-1995), la guerra croata – bosnia (1992-1994) y las que se desarrollaron para la disolución de la República Federal de Yugoslavia, guerra de Kosovo (1998-1999), conflicto del sur de Serbia (1999-2001) y el conflicto de Macedonia (2001). Todos estos eventos históricos, donde decenas de miles de personas perdieron la vida, se convirtieron en un crimen de lesa humanidad y en uno de los mayores conflictos bélicos de nuestra historia reciente. El 24 de marzo de 1999 la OTAN inició un programa de bombardeos sobre Yugoslavia en las ciudades de Belgrado, Pristina, Novi Sad y Podgorica, durante 78 días para evitar una limpieza étnica en la provincia de Kosovo y Metohija, que las autoridades militares yugoslavas supuestamente habían diseñado. La OTAN intervino en Yugoslavia y esta no era miembro de la OTAN. Como no lo es en este momento Ucrania. En este último es, el unilateralismo militar de Rusia frente al multilateralismo militar de la OTAN.
Vigésimo tercer taquito
Facebook, como Twitter y YouTube y las otras redes, tiene todos los atributos de un Estado. Tienen territorio definido en todo el globo terráqueo, tienen soberanía y gobierno que ejercen en toda la bolita del mundo, y tienen usuarios que califican como habitantes distribuidos mundialmente. Nuestro planeta tiene una población estimada de 7.800 millones de terrícolas. De esos 7.800 millones, 5.270 millones usan teléfonos celulares la mayoría inteligentes y 4.700 millones tienen acceso a Internet, y 4.330 millones usan las redes sociales. Más de la mitad de los habitantes del planeta están interconectados en tiempo real. La opinión publica global en segundos de la ocurrencia de un evento antípoda queda registrado en el muro de Facebook, en el TL de Twitter o en la pantalla de WhatsApp. Y lo podemos disfrutar o sufrir posteriormente en You Tube o en la trivialidad de Tik Tok o Instagram. Facebook tiene una estadística de 2.800 millones de usuarios y WhatsApp y You Tube 2.000 millones. Tienen más que China en habitantes (1.440 millones). Los usuarios de Twitter están en el orden de los 340 millones y generan tanta o más opinión que las redes anteriores. Jack Dorsey (CEO de Twitter) y Mark Zuckerberg (CEO de Facebook) pusieron y quitaron a Donald Trump del cargo de 45 presidente de la primera potencia mundial, así se puede afirmar literalmente. Las redes sociales se han convertido en estados globales. Las redes sociales y todo lo que circula por Internet y a través del ciberespacio son la nueva extensión de la multilateralidad en todos los órdenes ¿Será por eso que, en la nueva doctrina militar estadounidense, la ciberguerra es oficialmente uno de los escenarios incluidos en la visión del conflicto global?
Vigésimo cuarto taquito
Nos enteramos de la batalla de Megido cuando se desentrañaron los jeroglíficos del templo de Amón. En la actualidad nos enteramos de lo que pasa en el mundo directamente y casi en tiempo real a través de las redes sociales y por esa vía formamos opinión pública. Los suiches de apagado y encendido de las informaciones que se cursan a través de las redes, y de la seguridad del mundo dependen de los dedos índices de los CEO de esos emprendimientos… y de quienes manejen las artes y las ciencias del hackeo.
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