El dramático conflicto bélico que está ocurriendo en este momento en Ucrania amenaza con ser el evento más transformador y peligroso en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
En los últimos días, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha intensificado el ataque sobre ciudades claves ucranianas, como Jersón, Járkiv y la capital, Kyiv.
Y no ha mostrado ninguna señal de que esto vaya a parar, a pesar de las duras sanciones impuestas a su país por parte de Occidente.
Muchos analistas se preguntan estos días qué está pasando realmente por la cabeza del presidente ruso.
Una de las respuestas más familiarizadas en Occidente, especialmente en Estados Unidos, es que Rusia es y siempre ha sido un Estado expansionista y que Putin es la encarnación de esa ambición: construir un nuevo imperio ruso.
Y aquí es donde aparece el concepto «Russkiy Mir» o «Mundo Ruso».
Como dijo Fiona Hill —una de las principales expertas en Rusia de Estados Unidos— en una entrevista con el sitio Politico, Putin ha estado articulando la idea de que existe un espacio en donde los ucranianos y rusos son un «mismo pueblo», y que su misión es volver a reunir a todos los rusohablantes de diferentes lugares que pertenecieron en algún momento al zarismo.
Pero ¿cómo se define exactamente el Ruskkiy Mir, qué señales ha dado Putin de que quiera unificarlo y cómo la invasión a Ucrania puede ser clave para lograr este objetivo? Aquí te lo explicamos.
¿Qué es el «Russky Mir»?
Aunque no existe una definición académica clara sobre qué significa específicamente el Ruskkiy Mir, distintos analistas han intentado explicarlo.
Para algunos, es el mundo que comprende la totalidad de la comunidad asociada a la cultura rusa, que comparte una historia, una lengua y ciertas tradiciones. Por lo mismo, es difícil definir una frontera.
Para otros, hay un conjunto básico territorial que podría ser el núcleo de este mundo y que podría comprender el propio Rusia, además de Bielorrusia, Ucrania y Kazajistán, entre otros.
«Hay dos criterios para definir el Russkiy Mir. El primero, es cultural, que abarca toda la cultura rusa en su conjunto, incluido a quienes se encuentran fuera del territorio», le explica a BBC Mundo Juan Manuel de Faramiñán Gilbert, catedrático emérito de la Universidad de Jaen.
«El segundo concepto es el geográfico y está basado en lo que fue el viejo imperio zarista creado por Catalina la Grande. Podría extenderse a la zona sur pegada al Mar Negro o, incluso, a Georgia», agrega.
Pero para Sergey Goryashko, periodista del servicio ruso de la BBC, la definición del mundo ruso en la cabeza de Putin no tiene fronteras.
«Hace un par de años, unos alumnos de una escuela le preguntaron a Putin dónde termina la frontera rusa. Y él respondió que no terminan en ningún lado», recuerda para BBC Mundo.
«Y esa podría ser la definición de lo que realmente significa el Mundo Ruso para Putin. Porque si miramos sus acciones desde 2014 (cuando se anexó Crimea), prueban exactamente que el mundo ruso no termina en ninguna parte. El mundo ruso es el mundo entero», agrega.
Otro elemento importante a considerar a la hora de definir el Russkiy Mir es el papel de la iglesia ortodoxa rusa, con millones de seguidores alrededor del mundo.
Dentro de esta religión, se promueve la idea de una unidad espiritual y cultural de la comunidad rusa en su totalidad, la cual se consagra a través de este concepto.
Así, la iglesia es un gran aliado de la ideología detrás del mundo ruso.
¿Qué señales ha dado Putin?
Vladimir Putin siempre ha impulsado el resurgimiento de Rusia como potencia mundial.
Y ha criticado fuertemente a algunos ex líderes rusos que, en su opinión, condenaron a la Unión Soviética a su desintegración (lo que finalmente se materializó en 1991).
«Putin ha dicho clarísimo que (Vladimir Illich) Lenin destruyó el mundo ruso y que no configuró una verdadera Rusia. En ese sentido, él admira más a los zares, como Catalina la Grande o Iván el Terrible», dice Juan Manuel de Faramiñán Gilbert.
«Luego, ha dicho que Mijaíl Gorbachov y Borís Yeltsin son los autores de la desmembración del verdadero corazón de Rusia», añade el académico.
Para Putin, tras la disolución de la Unión Soviética, las fronteras se «definieron de manera absolutamente arbitraria y no siempre justificada».
Así lo afirmó en un acto de su movimiento político en 2016.
«Donbass, por ejemplo, fue transferida a Ucrania con el pretexto de aumentar el porcentaje del proletariado en Ucrania para obtener un apoyo social más fuerte allá. Un sinsentido», indicó Putin.
El 12 de julio de 2021, en un extenso artículo sobre las relaciones con Ucrania publicado en el sitio web del Kremlin, Vladimir Putin entregó otras pistas sobre su interés por reunificar el mundo ruso.
El mandatario se remontó a la época del antiguo pueblo rus, considerado como el antepasado común de rusos, bielorrusos y ucranianos, y destacó los numerosos hitos de la historia común para argumentar su visión de que rusos y ucranianos son «un mismo pueblo».
Además, en los últimos años, el mandatario ha reforzado su retórica en contra de Occidente lo que para algunos expertos también se enmarca en esta ambición por aumentar el poder de Rusia en el mundo.
«Lo dice cada vez más en sus discursos, que todo lo malo es por culpa de Occidente, por sus acciones hostiles contra Rusia», explica Sergey Goryashko.
«Después de 2014, de lo que sucedió en Crimea, todo se volvió hacia la construcción del Mundo Ruso y también hacia la retórica hostil de Occidente», añade.
En 2007, en tanto, Putin creó una fundación llamada Russkiy Mir destinada a promover el idioma y la cultura rusa en el mundo, como un proyecto global.
¿Por qué Ucrania es importante?
Ucrania no es un país más del mundo para Vladimir Putin.
Uno de los momentos más difíciles de su larga trayectoria como presidente ocurrió en 2004, cuando tras la «revolución naranja» ganó las elecciones ucranianas Víktor Yushchenko, considerado por el Kremlin como un «títere» de Washington.
Esta fue una enorme humillación para Putin pues se percibió como si él hubiese perdido a Ucrania. Analistas aseguran que el mandatario nunca olvidó esa derrota y tampoco la perdonó.
«La visión dominante del nacionalismo ruso es que Ucrania es una nación eslava hermana y, más aún, que es el corazón de la nación de los rus. Se trata de una ideología muy potente que hace de Ucrania un elemento central de la identidad rusa», explicó a BBC MundoGerald Toal, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Virginia Tech en EE UU.
«Por eso, hay emociones muy poderosas cuando Ucrania como nación se define a sí misma en oposición a Rusia. Eso causa mucha rabia y frustración en Rusia, que se siente traicionada por un hermano», agrega.
En este contexto, la capital ucraniana, Kyiv, cobra una especial relevancia.
«Kyivha sido desde el comienzo lo que se llamó la madre de las ciudades rusas. Kyiv es más capital de todo este conjunto del Mundo Ruso que Moscú o San Petesburgo», dice Juan Manuel de Faramiñán Gilbert.
El académico insiste en que «si Putin toma Ucrania, estoy seguro de que él trasladaría la capital a Kyiv porque para él el imaginario espiritual de Kyiv es mucho más fuerte que el de Moscú».
Y es que para la iglesia ortodoxa rusa, Kyiv es vital. Tanto, que incluso en 2019 el Patriarca de Moscú y Toda Rusia, Kirill, comparó a la capital ucraniana con el significado de Jerusalén para el cristianismo global, según el medio ruso TASS.
Entonces… ¿qué pasará?
De acuerdo con Fiona Hill, lo anterior no significa que Putin quiera anexionarse todos los territorios del «Russkiy Mir», como lo hizo con Crimea.
Pero, según dijo la experta en Politico, «puede establecer el dominio marginando a los países regionales, asegurándose de que sus líderes sean completamente dependientes de Moscú», atados a las redes económicas, políticas y de seguridad rusas.
En parte, ya lo ha venido haciendo.
Kazajistán ha sido nombrado como el «aliado número uno de Moscú» y esta cercana relación quedó demostrada en enero de este año cuando Putin decidió enviar tropas de apoyo al gobierno local para contener las violentas protestas que surgieron luego de que el precio del petróleo aumentara considerablemente en ese país.
Bielorrusia, en tanto, está completamente subyugada a Moscú. Y desde la invasión rusa a Ucrania ha jugado un rol clave, sirviendo de terreno para el despliegue militar ruso.
Pero para Sergey Goryashko, del servicio ruso de la BBC, nadie sabe realmente lo que va a pasar.
«Seré honesto. Hace solo dos semanas, yo estaba 100% seguro de que no iba a haber una guerra real en Ucrania. Y ahora creo que Ucrania no es el objetivo principal de Putin. Es solo uno más de sus objetivos», concluye.
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