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Madrid para caminar y probar

Entre la Puerta del Sol y el Parque del Retiro se puede hacer, con ayuda del metro, un circuito por sus hitos más significativos, con paradas para llevarse los sabores de la capital española

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Mercado de San Miguel. En Madrid abundan los lugares para probar las especialidades españolas. Al lado de la Plaza Mayor está el Mercado de San Miguel, donde puede comprar frutas, verduras y embutidos, o simplemente sentarse a probar jamones, croquetas de langostinos o bacalao, ostras, paella, arroz en tinta negra, cangrejo preparado de maneras inimaginables, frutos secos, además de platillos más universales como pizzas artesanales o suchi. En la visita hay que parar en la cervecería o en el puesto de cocteles (para relajarse con un vermut). Abre todos los días de 10:00 am a la medianoche, y hasta la 1:00am los viernes, los sábados y festivos.

Alcalá. Uno de los accesos más famosos de la capital en tiempos remotos, hoy es uno de los símbolos más importantes de la ciudad. La Puerta de Alcalá se encuentra en la Plaza de la Independencia en la calle Alfonso XII, que se convierte en una especie de corredor que lleva hasta la Plaza de Cibeles, y desde allí se puede desembocar en el Paseo del Prado, donde se encuentra el famoso museo homónimo, o si lo prefiere se puede aproximar al Parque del Retiro. Una forma directa de llegar es bajarse en la estación de metro Retiro.

Doscientos años cumplirá en noviembre de 2019 el museo que se ha convertido en una referencia para los viajeros en Madrid: El Prado. Con colecciones de Velázquez, El Greco y Goya, además de obras de maestros como El Bosco, Rubens, Tiziano, Tintoretto, Rembrandt, Zurbarán y Van Dick este museo es un punto obligatorio para los que no temen perderse en los innumerables pasillos, donde se exhiben 1.500 pinturas de las escuelas europeas de entre los siglos XVI y XIX. Es tan extenso que quizás requiera más de un día para recorrerlo por completo y detenerse a observar Las Meninas (Velázquez), La Maja Desnuda (Goya) o el muy desconcertante tablón de El Jardín de las Delicias (El Bosco). Si no cuenta con tanto tiempo puede visitar la web www.museodelprado.es y revisar las sugerencias de recorridos específicos. También en el site puede comprar las entradas, para así ahorrarse las colas para ingresar. Está abierto todos los días de 10:00 am a 8:00 pm (los domingos hasta las 7:00pm) y es gratuito de 6:00 pm a 8:00 pm (domingos de 5:00 pm a 7:00 pm). A pocos metros están los museos Thyssen Bornemisza y el Reina Sofía, y a medio kilómetro aproximadamente la Plaza de Cibeles. Está muy cerca de las estaciones de metro Banco de España y Atocha.

Retiro. A este parque se le conoce como El Retiro o El Buen Retiro porque era el apartado al que acudía la familia real, en los siglos XVI y XVII, para su “alivio y recreación”. Desde mediados del siglo XIX se abrió al público. Son 125 hectáreas coloreadas por árboles, estanques, rosaledas, esculturas y fuentes, en las que madrileños y visitantes reposan para dejar atrás el agobio de la vida urbana. Allí hasta se puede remar un rato en el Estanque Grande, dar un vistazo al Teatro de Títeres (con actos los fines de semana), o simplemente caminar y trotar. En el verano son habituales las exposiciones en los palacios de Velásquez y de Cristal. Llegar es muy fácil: metro Retiro. También puede ser un complemento a un recorrido por el Museo del Prado, ya que se encuentran cerca. La entrada es gratuita y está abierto desde las 6:00 am hasta la medianoche (en primavera y verano) y hasta las 10:00 pm (en otoño e invierno).

Ingenioso, tal como el Quijote de La Mancha es el Barrio de las Letras, conocido así porque en los adoquines de sus calles se pueden leer versos y prosas de los grandes del Siglo de Oro como Cervantes, Quevedo o Lope de Vega. En las cercanías del Paseo del Padro y el Retiro, esta zona que circunda la Plaza Santa Ana homenajea a estos excelsos escritores porque justamente en estas calles vivieron estos autores. Por ejemplo allí está la casa museo de Lope de Vega (incluso en otro punto, la iglesia de San Sebastián, fue enterrado) y en la iglesia de San Ildefonso una placa recuerda que en algún lugar del templo se encuentran los restos de Miguel de Cervantes. Los fines de semana hay teatro callejero y conciertos. Para llegar está el autobús M1 y el metro Antón Martín.

Del Sol. Es otra de las célebres puertas de acceso a la antigua Villa de Madrid. Es el kilómetro cero de la ciudad. Hoy la Puerta del Sol es un atractivo turístico rodeado de edificios centenarios como el de la Casa de Correos y el Hotel París. Aquí los madrileños celebran la llegada del Año Nuevo. Lejos de esas fechas los turistas caminan por la zona tomándose fotos con la escultura del Oso y el Madroño o viendo las vitrinas de curiosas y muy antiguas tiendas como la Casa de Diego (de abanicos y paraguas), o pasan por la pastelería café La Mallorquina y se deleitan con napolitanas, churros o, si prefieren algo salado, una aguja de ternera (pastel de hojaldre relleno de carne) o una empanada de atún. Sólo hay que bajarse en la estación Sol.

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