Channing Tatum nunca terminó de acomodarse al ritmo frenético de Hollywood y por eso decidió desaparecer durante cuatro años, un largo descanso que llegó a su fin el viernes con el estreno de Dog, película que, además de protagonizar, dirigió con su amigo Reid Carolin.
«Tomar un descanso es algo saludable, especialmente si trabajas en algo de manera intensa y pesada durante mucho tiempo», reconoció el actor en una entrevista con Efe en plena promoción de su nueva película.
Tatum, que reconoció que se alejó de los focos porque aceptaba tantos papeles que ni siquiera sabía si estaba haciendo un buen trabajo, ha vuelto con las pilas cargadas.
En unos meses volverá a dar vida al seductor estríper de Magic Mike (2012), el personaje que lo catapultó a la fama y que protagonizará la tercera película de la saga, una continuación de la trama de Magic Mike XXL (2015) que comenzará a rodarse este año.
Además, el actor actuará bajo las órdenes de Zöe Kravitz -su pareja- en Pussy Island y el mes que viene estrenará la comedia de aventuras The Lost City, en la que comparte pantalla con Sandra Bullock.
Pero antes de todo eso, Tatum presenta esta semana su debut en la dirección, Dog, una «road movie» sobre un militar retirado que recorre el oeste de Estados Unidos acompañado de un perro, también retirado del ejército, para acudir al funeral de un amigo.
«Ahora que me hago mayor, disfruto más de la experiencia de hacer cine. Incluso cuando es difícil. Me importa mucho menos el resultado final», aseguró el actor de 41 años.
Tatum y su amigo Reid Carolin, guionista de Magic Mike, rodaron este filme inspirado en el último viaje que el actor hizo con su perro Lulu antes de que muriera por un tumor incurable.
«Volver con esta película, que es una inversión hecha con mi mejor amigo, me hace sentir especialmente bien», aclaró.
Lulu es también el nombre del perro que protagoniza la cinta, un pastor belga que trabajó para el ejército estadounidense en Irak y Afganistán y al que, de vuelta en Estados Unidos, reclaman que esté presente en el funeral del militar que lo adiestró.
Por su parte, Tatum da vida a Jackson Briggs, un soldado retirado con estrés postraumático convencido de que volverá a las filas del ejército si cumple el encargo de trasladar al perro desde el norte del país, en el estado de Washington, hasta el sur, en Arizona.
Durante la ruta, el conductor y el animal descubren los traumas y secuelas que la guerra ha dejado a cada uno, mientras se enfrentan a situaciones surrealistas en hoteles, gasolineras y las plantaciones de marihuana de California.
«No diría que es fácil, pero actuar con perros sí que es bastante predecible, su motivación para la escena es la recompensa de después -detalló Tatum-. Hasta que se quedan llenos y ya no quieren rodar más».
Aunque para dar vida a Lulu en pantalla, el equipo contó con tres perros diferentes, cada uno especializado en un tipo de actuación.
«No hubo ni un solo día, ni una sola escena en la que se rindieran, y eso que están en toda la película», afirmó.
Dog, que se estrenó el viernes en Estados Unidos y llegará a otros países en las próximas semanas, marca el inicio de una nueva etapa en la carrera de un actor que ha reconocido que llegó a plantearse rechazar la tercera secuela de Magic Mike por la exigencia física que impone un personaje que ha marcado su trayectoria durante una década.
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